Martita Chávez , tu observación es correcta, ni estamos en el Vaticano, mucho menos en Estados Unidos.
Por ejemplo en Japón, en su mayoría, siendo un pueblo agnóstico existe una comunidad mínima de Nicaragüense y otra grande de filipino@s, ambas ( católicas y cristianas) por ello podíamos celebrar el canto a la virgen María y hasta hacer misas.
Lo anterior no nos otorgaba el derecho de juzgar a la sociedad japonesa de no ser católica y celebrar las tradiciones que se desprenden del catolicismo.
Lo correcto es explicar al pueblo Nicaragüense que las razones que primaron para que no se desarrollaran las procesiones tradicionales en las calles, responde a lo siguiente:
1. No es un asunto de negarle al pueblo que celebre sus actos religiosos en las parroquias respectivas.
2. Coincidentemente la Semana Santa se da en el mes de abril y para nadie es un secreto que desde Roma, pasando por Miami, hasta sectores en Nicaragua, lo que buscaban era convertir las procesiones en marchas políticas con la intención de armar disturbios y hasta buscar victimas para conmemorar lo ocurrido en el 2018.
3. Las homilías en muchas parroquias a nivel nacional habían concertado un plan para movilizar a los practicantes, hombres y mujeres humildes y hasta de buena fe para usarlos como carne de cañón, con fines perversos para llevar adelante sus planes de desestabilización y continuar con ello promoviendo el odio, la división y la supuesta confrontación entre el gobierno con la iglesia, victimizando a esta última de ser objeto de persecución y represión.
4. La expresión más clara en esta estrategia sería coordinada por el maquiavélico Báez en Miami y el símbolo de la victima “crucificado“ caería bajo el diablito Rolando Álvarez, quien también jugaría un rol activo en este engranaje de manipulación.
5. Roma no se quedaría callada y haría por su parte la labor de denuncia, culpando al gobierno de este desmadre con el fin de desacreditar al gobierno, así como también condenarlo frente a la comunidad internacional, en búsqueda de aislarlo y colocarlo como autor de la crucifixión de la iglesia.
6. En este contexto igualmente una buena parte de la Diáspora Nicaragüense haría eco de estos perversos hechos para usarlo como bandera de lucha y con ello, buscar solidaridad de sectores enemigos del gobierno, buscando sanciones, ataques, así como dándole oxigenos a los turistas terroristas que recientemente fueron expulsados del país por los actos crimínales cometidos en el 2018.
7. Era preferible pagar un costo político relativo a exponer la tranquilidad y La Paz que se vive hoy en día en nuestra patria.
8. La iglesia sigue su misión siempre y cuando se apegue a su labor pastoral, al igual a su misión de ser una institución que representa el mandato de Jesús cual es “amaos los unos y los otros”
9. En nuestro país existen muchísimos hombres que verdaderamente representan u practican fielmente la misión del sacerdocio, que son auténticos emisarios de Cristo y que contribuyen a la sociedad a la práctica del bien común.
Escrito por el Compañero Saúl Arana ex embajador nuestro en Japón.
