Me sorprendió este documental israelí (en coproducción con Francia y Bélgica, estrenado en 2012) por su calidad.
Lo encontré buscando material sobre el Shin Beth o Shabak, la contrainteligencia israelí que actúa en el interior del estado sionista y en los territorios ocupados.
Lo hice todavía consternado e intrigado por la evidente participación en la voladura de la Embajada de Israel en Buenos Aires (17 de marzo de 1992, 22 muertos) de la seguridad de la misma (Bitajon) a cargo del del Shin Beth, tal como creo haber demostrado fehacientemente en Caso Nisman: Secretos inconfesables (Punto de Encuentro).
Me interesaba y me interesa dilucidar si tamaña felonía fue protagonizada por el servicio en sí o por una facción extremista infiltrada dentro de él (que llegaría a arropar al asesino del primer ministro Isaac Rabin 67 meses y medio después, luego del cual la derecha más cerril se hizo con el poder).
El documental no me sirvió para avanzar un milímetro en este propósito porque ni siquiera menciona a los atentados perpetrados en Buenos Aires.
Pero me atrajo por las mismas razones que en su momento lo hizo una obra de ficción ma non troppo, el excelente film Münich (2005) de Steven Spielberg, sobre el Mossad: el evidente maltrato que sufrió por parte del gobierno racista de Israel.
Soy consciente al proponer su visión en tiempos en los que las “fuerzas de defensa” israelíes masacran a los palestinos presos en esa cárcel a cielo abierto que es la Franja de Gaza y osan acercarse a la que antaño fue su patria y hoy son las fronteras del Estado de Israel, que se me criticara con el argumento de que nunca aparece en él la voz de las víctimas, crítica que ya se me ha hecho en ocasión de recomendar ver Münich.
Pero insisto, y me parece con áun con mayor razón ya que cualquiera puede extraer sus propias conclusiones al comprobar como nada menos que cinco ex jefes del Shin Beth coinciden en apreciar que el gobierno israelí es de extrema derecha y lleva a Israel y a toda Palestina a la ruina.
Si alguien quiere saber con más detalle de que va el documental. Aqui tiene una extensa sinopsis de unos diez minutos:
A los que ya haya convencido de verlo completa, pueden hacerlo debajo (ofrezo dos enlaces).
Y quienes quieran seguir leyendo acerca del mismo, pueden hacerlo a continuación: ofrezco una reseña y una entrevista con el director, Dror Moreh, y luego otros enlaces.
THE GATEKEEPERS. Israel-Francia-Alemania-Bélgica. Un film de Dror Moreh
POR JORGE GUTMAN
Bajo cualquier ángulo que se lo analice, este documental es audaz, sorprendente y absolutamente cautivante al referirse a un tema álgido que preocupa a Israel, a sus vecinos y al mundo entero.
No resulta frecuente que personajes como los protagonistas de este relato suelan efectuar declaraciones tan honestas como crudas que llegan a asombrar porque su contenido pertenecen nada más ni nada menos que a quienes tuvieron como delicada misión la de resguardar la seguridad interna y externa de Israel; así también es loable cómo el realizador israelí Dror Moreh con la colaboración del editor Oron Adar, logró que The Gatekeepers se convierta en un documento esclarecedor, altamente relevante y fácilmente accesible al público espectador.
Lo que lo distingue de otros trabajos similares es que este film es analizado desde la perspectiva singular de seis ex directores del Shin Bet — agencia del Servicio de Seguridad de Israel- a saber: Avraham Shalom, Yaakov Peri, Carmi Gillon, Ami Ayalon, Avi Dichter y Yuval Diskin quienes ejercieron sus funciones en diferentes períodos entre 1980 y 2011.
El documental pasa revista al dramático y sangriento conflicto existente entre israelíes y palestinos comenzando con la Guerra de los Seis Días de 1967 y la consiguiente ocupación israelí de los territorios palestinos y haciendo referencia a algunos otros acontecimientos que se produjeron posteriormente; entre los mismos figuran el conocido asesinato de los terroristas que fueron capturados después del secuestro de un autobús en su ruta de Tel Aviv a Ashkelon en 1984, el surgimiento de la primera Intifada, los Acuerdos de Oslo de 1993 entre el gobierno de Israel y la OLP alentando grandes esperanzas de paz, el asesinato del Primer Ministro Yitzhak Rabin en 1995 por un fanático judío de la derecha radical israelí, las negociaciones de Ehud Barak y Yasser Arafat de Camp David en 2000 que habían sido auspiciadas por el presidente Clinton, los atentados de los mártires suicidas palestinos hasta llegar al momento actual de estancamiento entre las partes en pugna.
Sin ofrecer excusas o disculpas de ninguna clase, los entrevistados –siempre actuando bajo la autoridad del Primer Ministro– no han tenido empacho alguno en señalar que han utilizado la fuerza para exterminar a los enemigos indicados por el gobierno así como no hubo titubeos en hacer referencia a la controversial práctica de seleccionados asesinatos de los prisioneros capturados.
Todo ello crea una cierta sensación de incomodidad para quienes los están escuchando, al tener que ponderar hasta qué punto las discutibles técnicas de interrogación, los asesinatos realizados y las prácticas de torturas para sonsacar información eran necesarios para defender la vida de los israelíes, dejando a un costado las connotaciones morales, éticas y legales de estas acciones.
Además de haber reunido importante material de archivo, lo más importante del film es que el director haya logrado entrevistar a estas figuras claves y que sin tomar posición alguna, los dejara en completa libertad de acción para que los entrevistados manifiesten sus puntos de vista en función de la experiencia reunida en el ejercicio de sus funciones.
En tal sentido, impresiona la inmutabilidad de sus rostros como queriendo no reflejar emoción alguna en las manifestaciones realizadas, así como la franqueza y sinceridad de sus opiniones.
Ahora bien, si el documental arroja algún mensaje eso debe encontrarse en su parte final donde todo este confesionario conduce a un desenlace inesperado.
Aunque queda claro que ninguno de los entrevistados guarda simpatía alguna con sus colegas palestinos, lo cierto es que con menores diferencias los seis exdirectores coinciden en afirmar que el dominio de los territorios ocupados y el establecimiento de nuevos asentamientos israelíes no ha proporcionado ningún beneficio a Israel; por otra parte el uso de la fuerza militar ha fracasado al no haber ofrecido resultados positivos y que tampoco creen que se logrará en el futuro.
En consecuencia, la única solución que sustentan es que Israel debe reabrir las negociaciones de paz con los palestinos para lograr una convivencia pacífica donde puedan convivir dos estados: Israel y Palestina. En todo caso, el realizador de este film mantiene un marcado escepticismo porque cree que el conflicto ha llegado a un punto de no retorno.
Conclusión: Este es un sólido y provocativo documento que trata de presentar en forma equilibrada una visión de lo que acontece en este infernal conflicto, a través del íntimo confesionario de individuos que estuvieron directamente involucrados en la feroz lucha entre israelíes y palestinos y que ahora comprenden que el uso de la fuerza brutal o de la inacción a nada bueno conducirá para el porvenir de Israel y sus vecinos palestinos.
ENTREVISTA
Dror Moreh: “Desde el 67, Israel camina hacia el desastre”
El israelí presenta en Documenta Madrid ‘The Gatekeepers’, con el que fue candidato al Oscar
POR ANA CARBAJOSA / EL PAÍS / 10 MAY 2013
Al final, The Gatekeepers no ganó un Oscar, pero sí se ha ido ganando poco a poco a los espectadores, hasta convertirse en la tercera película israelí más taquillera de la historia en Estados Unidos.
El dato sorprende, si se tiene en cuenta que se trata de un documental tirando a deprimente y rodado sin excesivos fuegos de artificio.
Una habitación, una silla, imágenes de archivo y hasta seis entrevistados que se asoman a la cámara de Dror Moreh.
La clave está en la identidad de los entrevistados y en su excepcional entrega al proyecto que logra el director.
Los que hablan ante la cámara son los seis jefes de los servicios secretos internos israelíes vivos, los mismos que han ordenado asesinatos selectivos e interrogatorios inhumanos a los palestinos y que han convertido Cisjordania en un lugar infernal.
La suma de confesiones de estos hombres maduros se convierte en una radiografía perfecta de la ocupación israelí desde 1967 y en un lúcido recorrido por la historia reciente del Estado judío.
En la película no hay propaganda, ni eslóganes políticos, ni denuncias que valgan. Hay hechos y testimonios.
El resultado es cristalino: un alegato en contra de la ocupación a los palestinos y la convicción de que Israel ha elegido el camino equivocado si lo que busca es la paz.
De que puede que el gigante militar de Oriente Próximo sea capaz de ganar una y mil batallas, pero que como dice uno de los protagonistas de la película, es incapaz de ganar la guerra y mucho menos la paz.
Moreh pasó por Madrid, donde The Gatekeepers se proyectó en el festival Documenta Madrid y conversó con este diario.
Dice que después de rodar 72 horas de entrevistas con los jefes de los servicios secretos y de ver miles de horas de imágenes de archivo sobre la historia de su país se ha convertido en una persona más pesimista; tanto que está pensando emigrar de Israel, en un intento de dejar atrás un conflicto al que no le ve solución posible si de los actuales gobernantes depende.
-Recuerdo el estreno de su película en la filmoteca de Jerusalén. David Grossman, políticos, militares.
La élite del país estaba en aquella sala que se quedó muda cuando al final aparecieron los títulos de crédito. Alguno incluso lloraba. Daba la sensación de que aquello se convirtió en una sesión catártica.
¿Era ese el objetivo principal de su película?
-Sí. En Israel, estamos sometidos a titulares terribles a diario. Si quieres cambiar algo, tienes que desatar un terremoto y solo los jefes del Shin Bet, los servicios secretos podían hacerlo.
Ellos son los que mejor conocen el conflicto israelo-palestino y las consecuencias para los dos bandos.
A ellos se les escucha. Cuando ellos dicen “no a la ocupación”, eso supone un dilema para el centro-derecha, porque esos seis hombres son los que han ordenado asesinatos selectivos y torturas a los detenidos.
Ahora son ellos los que dicen que eso no sirve, que hay que cambiar de estrategia.
-¿Cómo consiguió que los jefes de los servicios secretos se abrieran y le confesaran sus pecados?
-Primero decidí que las entrevistas tenían que desarrollarse en su terreno para que se sintieran cómodos. Unos eligieron su casa y otros la oficina. Había leído muchísimo y me había preparado una montaña de preguntas, pero decidí no interrogarles. Dejé que fueran ellos los que dirigieran la conversación y así fueron hablando durante horas. Cada sesión duraba tres o cuatro horas. En total fueron unas 75 horas sentado con ellos. Yo creo en las entrevistas largas.
-A veces pensamos que los dirigentes toman decisiones porque no son conscientes de las consecuencias que tienen sobre la gente. En la película sorprende el grado de conocimiento del sufrimiento de los palestinos por parte de los jefes del espionaje.
-Claro, porque conocen a la perfección el terreno. Han sido agentes que han crecido profesionalmente en las cloacas de los campos de refugiados palestinos.
-¿Por qué se escucha con tanta atención a los militares en Israel?
-Porque la gente está harta de los políticos. A los militares se les considera profesionales, técnicos.
-¿Qué ha aprendido después de escuchar a estos hombres y de ver tantas de imágenes?
-Los tres investigadores que trabajaron conmigo quieren ahora irse de Israel.
Yo también me lo estoy pensando. Cuando te expones a miles de horas de imágenes, resulta muy deprimente darse cuenta de cuantas oportunidades hemos perdido.
No hemos aprendido de nuestros errores.
El Estado de Israel ha cometido los mismos errores una y otra vez.
Yo era mucho más optimista antes de hacer la película. Ahora conozco de cerca la incompetencia de los líderes israelíes.
Les ha venido grande su trabajo.
Soy más pesimista y me he vuelto más izquierdista. Desde la victoria militar del 67, Israel solo camina hacia el desastre.
Y lo digo desde una perspectiva sionista.
Desde entonces, nos hemos convertido en ocupantes, perdimos nuestra identidad de nación civilizada. Nos convertimos en un Estado colonial y yo no conozco en la historia ninguna ocupación que haya triunfado.
-¿Con qué reacciones se ha encontrado en Israel?
-El primer ministro [Benjamín Netanyahu] dice que no la ha visto y que no piensa verla. A la derecha nacionalista israelí no les ha gustado nada. En general, ha tenido mucho impacto.
Tanto, que ahora la primera cadena de la televisión va a emitir una versión larga de cinco horas. Es más agresiva y subversiva. Espero que el Gobierno no la censure.
Otros enlaces:
https://www.democracynow.org/es/2013/1/29/the_gatekeepers_in_new_film_ex
https://elpais.com/internacional/2017/04/07/actualidad/1491577332_679154.html
http://decine21.com/peliculas/Los-guardianes-The-Gatekeepers-25104
http://pajarorojo.com.ar/?p=38217