En sesión del día martes 9 de enero, el parlamento con mayoría opositora criminalizó la existencia y uso de la criptomoneda creada por el Estado venezolano, el Petro.
En un debate signado por aberrante demagogia y constantes alusiones al "sufrimiento de la población venezolana" por las circunstancias económicas del país, diputados de la oposición concluyeron declarar "ilegal" el criptoactivo venezolano.
Esta posición en referencia al tema no es sorpresiva. Previo a esta sesión el presidente de la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional, José Guerra, resaltó su descontento al indicar que la creación de una criptomoneda "no puede ser práctico, aplicable y viable para el país".
El diputado Carlos Valero, durante su intervención en la Asamblea Nacional (AN), aseguró que "esta Asamblea le dice al mundo que esa criptomoneda que quiere sacar el Gobierno es ilegal.
Y este parlamento va a salir al frente para evitar que la opinión pública caiga en esa trampa".
La ruptura de la confianza
La posición de desacato que aún sostiene la AN de Venezuela frente a los demás poderes del Estado venezolano le mantiene en situación de nulidad de sus actos desde el año 2016.
Esto implica que lo resuelto en la referida sesión no tiene efectos en el hecho legislativo ni administrativo.
Mediante los mecanismos legislativos de Emergencia Económica implementados por el presidente Nicolás Maduro y avalados por la plenipotenciaria Asamblea Nacional Constituyente (ANC), el Petro es y será un hecho al contar con el soporte legal correspondiente.
Los actores del antichavismo entienden que sus actos no revisten efectos legales, no obstante, los efectuaron por el potencial impacto que tienen sus actos políticos para boicotear el buen desarrollo de esta moneda virtual.
La comunidad global de criptoactivos es una de alta sensibilidad. Está conformada por mineros, inversionistas y empresas que recurren a mecanismos de intercambio digital que se fundamentan en la confianza.
Al criminalizar el Petro, se intenta ahuyentar a la comunidad de criptoactivos. Según la oposición, el respaldo del Petro en activos físicos como el petróleo -mecanismo así planteado para ganar la confianza del mundo de criptoactivos- es un acto ilegal.
En el marco de este debate el diputado opositor Jorge Millán declaró: "Cuando vuelva la democracia no se les garantizaría ese activo (petróleo). Esto no es ninguna criptomoneda, es una venta a futuro de petróleo venezolano".
El antichavismo apunta a que el Petro no tenga vitalidad y quede aislado del floresciente auge de las criptomonedas, aunque cuente con un mecanismo abierto blockchain y con el aval de ser una de las pocas que surgen mediante fomento estatal, además de es la única con respaldo físico.
Oposición deslegitima al Petro para generar incertidumbre ante la comunidad criptoactiva
Boicotear la economía
El directorio económico del Gobierno de Venezuela ha insistido en el potencial del Petro para hacer significativas contribuciones a la economía venezolana. El superintendente nacional de la criptomoneda, Carlos Vargas, ha dicho que con la incorporación del Petro y la regulación del mercado de las criptomonedas en Venezuela es posible llegar a generar mensualmente entre 20 y 200 millones de dólares, en un lapso máximo de 24 meses. Esto significa un ingreso de nuevas divisas a la economía mediante vías no convencionales.
También es resaltada la posibilidad de que el Petro pueda convertirse en un referente monetario consolidado que podría incluso atenuar los efectos del dólar paralelo en la economía real.
En el marco de ese debate el diputado opositor Williams Dávila afirmó sin tapujos que el objetivo del Gobierno de Venezuela con el Petro "no es otro sino eludir las sanciones financieras" de EEUU, las cuales legitimó.
En efecto, el Gobierno de Venezuela ve en el Petro un mecanismo con gran potencial para transformar su sistema de pagos internacionales, dado que la banca internacional ha activado mecanismos seriamente restrictivos de las compras internacionales del país a consecuencia de las sanciones de la Administración Trump.
El antichavismo luce entonces evidentemente interesado en que recrudezca el ciclo de inestabilidad económica, dado que este ha sido el factor fundamental de su capital político.
Recientemente el marcador paralelo Dólar Today desde su cuenta Twitter intentó embaucar a la comunidad venezolana y extranjera de criptoactivos al señalar que "toda persona que comercialize con Petros podría ser sancionada por el gobierno de los Estados Unidos".
Un señalamiento insólito, evidentemente falaz y claramente diseñado para deslegitimar al Petro generando incertidumbre.
Frente a estos actos, es determinada y concluyente la posición del antichavismo jugando un rol activo en el cerco y asfixia a la economía venezolana. En abril de 2017 el parlamento venezolano tuvo el rol nefasto -mediante su entonces presidente Julio Borges- de escribir a un grupo de bancos instándoles a no participar en el proceso de monetización de las reservas de oro de Venezuela.
Otros diputados como José Guerra se dirigieron a agencias financieras para señalar que si estas emprendían algún mecanismo de apoyo al país, este no sería reconocido por el "próximo" y eventual nuevo gobierno "democrático" a cargo del antichavismo.
La lucha en el frente económico-político
En esencia y con el boicot descarado al Petro, el antichavismo se supera a sí mismo alcanzando cada vez más altos niveles de cinismo.
Las constantes referencias de las vocerías opositoras sobre los efectos en la población de la coyuntura económica quedan descolocadas mediante estos actos de evidente sabotaje.
No obstante su ambigüedad, que podría calificarse de políticamente perniciosa, sigue bajo la salvaguarda de los mecanismos nacionales e internacionales de la propaganda que insisten en culpar exclusivamente al Gobierno venezolano de los resultados en el terreno de las arremetidas financieras (internas y externas) que sufre la nación.
En el advenimiento de elecciones presidenciales en Venezuela este año, es fundamental reconocer la importancia de la matriz económica en el desarrollo político de los eventos.
La pugna distributiva de bienes esenciales, la especulación a niveles exorbitantes, la incertidumbre económica y el deterioro de las estructuras medulares de la economía, concurren desde diversas direcciones y tanto el chavismo como la oposición quedan sujetos a los desenlaces en estos ámbitos, pues tienen la cualidad de ser factores componentes clave del cuadro completo de la política venezolana.
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