Pablo Gonzalez

Olga Benario: La mujer comunista más perseguida por la Gestapo

Unas 2.000 páginas contiene el más extenso archivo de la Gestapo sobre una sola víctima del Tercer Reich. Sputnik entrevistó a Anita Prestes, quien estudió los documentos liberados por Moscú sobre su madre,  Olga Benario, a los 75 años de su muerte en un campo de concentración, en 1942.


“No veo contradicción entre mi papel como historiadora y el hecho de ser hija de [Luiz Carlos] Prestes y Olga [Benario]”, dijo Anita Prestes, quien lanza en los primeros días de mayo una nueva biografía sobre su madre en Brasil.

 “Una comunista en los archivos de la Gestapo”, subtitula el libro que revela detalles del proceso de 2.000 páginas que resultó en la ejecución de la judía alemana y comunista en una cámara de gas por los nazis en 1942, a los 34 años.

“Olga Benario Prestes fue mi madre y la gran inspiración de toda mi vida. Mi padre, Luiz Carlos Prestes, también fue una gran inspiración.

 Antes de conocerlo en persona, a los nueve años de edad, ya conocía su historia, que me fue transmitida por mi abuela Leocadia Prestes y mi tía Lygia Prestes. 

Siempre estuve conectada con mi padre y su lucha abnegada por la revolución en Brasil. 

De adulta, me convertí en su interlocutora de confianza y actué como su asesora en sus últimos 15 años de vida”, contó la historiadora.

‘La Revolución creó seres humanos con pensamiento crítico’

Benario, nacida en Munich en 1908, tuvo desde muy joven un papel activo en los movimientos comunistas de Alemania. A los 20 años, debió exiliarse en la Unión Soviética con su pareja, el escritor Otto Braun, a quien ayudó a fugarse de la prisión, pero después se separaron.

En Moscú conoció al líder político brasileño Luiz Carlos Prestes, al que llamaban “Caballero de la Esperanza”, porque entre 1925 y 1927 recorrió Brasil en una marcha de 25.000 kilómetros a pie, junto con 1.500 hombres para sembrar la revolución en el país. Los intentos de este grupo, conocido como “Columna Prestes”, fracasaron y debió partir al exilio a la Unión Soviética. En 1934 se le encargó volver a su país para liderar un nuevo movimiento y Benario recibió la misión de protegerlo, debido a que estaba militarmente entrenada por los soviéticos. Los dos viajaron encubiertos como una pareja en luna de miel.

Ficción y vida real se mezclaron: ambos establecieron una relación. Sin embargo, la pareja terminó en manos de la policía más tarde. El Gobierno del entonces presidente de Brasil, Getulio Vargas, coqueteaba con las potencias del Eje. Una investigación conjunta con la Gestapo reveló la verdadera identidad de Benario, quien además era judía en plena época de persecución nazi. Pese a que estaba embarazada de un brasileño, se dictó su deportación a la Alemania en 1936.

A finales del mismo año nació Anita Leocadia Prestes en una cárcel de Berlín. Indagada sobre el peso de ser hija de personajes tan emblemáticos, la doctora en Filosofía por el Instituto de Ciencias Sociales de Moscú remarcó el orgullo que siente de sus padres y el ideal de la justicia social que le imprimieron.

Poco más de un año después de nacer, Anita Prestes fue separada de su madre y fue entregada a su familia brasileña para escapar de la prisión. Benario resistió seis años más y pasó por otros campos de concentración hasta que murió ejecutada en una cámara de gas el 23 de abril de 1942. En su última carta a Prestes y a su hija, Olga escribió: “He luchado por lo justo, por lo bueno y por lo mejor del mundo... Quiero que me entiendan bien: prepararme para la muerte no significa que me rinda, sino saber hacerle frente cuando llegue”.

Una parte de esa historia ha sido retratada en numerosos libros y en una conmovedora película. Pero, ¿cómo describían a Olga los agentes de la Gestapo?

“Mi libro sobre mi madre está basado en documentación inédita del archivo de la Gestapo liberado al público hace dos años. Habrá muchas informaciones hasta ahora desconocidas. Por ahora, las mantengo en secreto para provocar la curiosidad del público”, aseveró.

Dichos documentos suman cerca de 2.000 páginas del llamado “Proceso Benario”. Los papeles habían sido aprehendidos por el Ejército Rojo, tras la derrota de Adolf Hitler en la Segunda Guerra Mundial. Se mantuvieron guardados durante décadas en la capital rusa. De acuerdo con la presentación preliminar de la obra por la editorial responsable, Boitempo, el material revelado incluye una cincuentena de cartas recibidas y escritas por Olga para la familia de su marido, también detenido, pero en Brasil.

El año pasado, Anita también publicó una biografía de su padre, “La Columna Prestes” en referencia a la histórica marcha encabezada por el Caballero de la Esperanza. La escritora se presenta como una “comunista brasileña” orgullosa de los ideales internacionalistas de sus padres, “quienes dieron sus vidas por la Revolución”.

Anita, que estuvo exiliada en dos períodos de su vida en la Unión Soviética, recuerda con cariño esos momentos y destaca “la solidaridad del Gobierno y del pueblo soviético hacia los revolucionarios de todo el mundo que eran perseguidos en sus países de origen”.

“Las entrevistas que he concedido buscan esclarecer mis libros al público, así como la vida y la actuación política de mis padres y de los comunistas. 

Como historiadora marxista, considero necesario contribuir para que las nuevas generaciones conozcan interpretaciones históricas comprometidas con la evidencia, como defendía el gran historiador Eric Hobsbawm. 

Por ello, considero importante hablar a la prensa siempre que soy solicitada”, remarcó.

Olga Benario nació en Munich en 1908.

Era hija de un abogado judío Leo Benario y de Eugénie Gutmann. Cuando tenía quince años ingresó en las Juventudes Comunistas y más tarde vivió en Berlín con Otto Braun, un escritor y militante comunista experimentado.

Ambos se destacaron en las luchas contra las bandas nazis de matones, hasta que fueron detenidos en 1927. Aunque ella fue liberada, Braun no, siendo acusado de "traición a la patria".

Un años después participó en el asalto a la prisión de Moabit, en pleno centro de Berlín, a punta de pistola, logrando liberar a Braun. Los persiguieron, las fotos de ambos circularon por toda la prensa alemana, se ofrecieron recompensas por pistas sobre su paradero, pero lograron fugarse a la Unión Soviética.

En 1931 se separó de Braun y se unió por un tiempo al oficial soviético B. P. Nikitin.

En la URSS se convirtió en oficial del Ejercito Rojo y recibió entrenamiento militar y político impartido por la Escuela Lenin en Moscú.

Participó activamente en la movilización de los sindicatos por el cumplimiento de los planes quinquenales.

En 1934 fue enviada desde Leningrado a Brasil por encargo de la Internacional Comunista, para apoyar la preparación de la insurrección. Viajó en compañía del dirigente comunista brasileño Luis Carlos Prestes, a quien el novelista Jorge Amado llama “El Cavaleiro da Esperança” en la extraordinaria novela “Los subterráneos de la libertad”.

Después se convirtió en su compañera y tuvo con él una hija, llamada Anita Leocadia.

En Brasil fundó la Alianza Nacional Libertadora, movimiento creado para preparar la insurrección contra el gobierno de Getulio Vargas. Fue un error. Ni Prestes ni la Internacional Comunista comprendieron el carácter nacionalista y progresista de aquel gobierno, y en 1935 promovieron la llamada “intentona comunista”.

El gobierno logró sofocarla y tanto Olga Benario como Prestes fueron detenidos. Pero Olga estaba embarazada y, poco después, fue entregada por el régimen de Getulio Vargas a la Alemania nazi.

Fue encarcelada primero por la Gestapo en la prisión de mujeres de Barnimstrasse, donde nació su hija, que por ser considerada brasileña, pudo ser reclamada por su abuela Leocadia. 

Con el avance del III Reich en Europa y el temor a que Anita volviera a caer en manos de los alemanes, Leocadia acompañada de su hija Ligia deciden trasladarse a México. 

Olga fue transferida al campo de concentración de Lichtenburg y luego al de Ravensbruck.

En la última carta que Olga le escribió a Carlos Prestes y a su hija se despide de ellos, con la certeza de que le quedaba poco tiempo de vida: "He luchado por lo justo, por lo bueno y por lo mejor del mundo... Quiero que me entiendan bien: prepararme para la muerte no significa que me rinda, sino saber hacerle frente cuando llegue".

En febrero de 1942, un poco antes de cumplir los 34 años, fue enviada al campo de exterminio de Bernburg, en donde fue asesinada en una cámara de gas.

Tanto en la antigua República Democrática Alemana como en el Brasil actual, muchas plazas y calles llevan su nombre. Fernando Morais escribió en portugués una biografía anovelada sobre la vida de Olga, llevada al cine en 2004.




Jayme Monjardim: Olga

Entrevista con su hija Anita Leocadia:

https://mundo.sputniknews.com/entrevistas/201704271068705983-anita-prestes-olga-benario/

Related Posts

Subscribe Our Newsletter