... Al presentar la Nica Act 2017, este grupo de Congresistas pretende vulnerar el Derecho de Nicaragua, nuestro Pueblo y Gobierno, a continuar desarrollando nuestro Modelo Cristiano, Socialista y Solidario, donde la Democracia, el Diálogo, las Alianzas y la búsqueda de Consensos, garantizan Tranquilidad, Armonía Social y Esperanza.
La Nica Act 2017 és una amenaza más, de las muchas que a lo largo de la Historia se han cernido sobre Nicaragua, en el afán de las mentalidades imperialistas de apropiarse de nuestro País. És un nuevo intento de concederse el Derecho de intromisión destructiva en nuestros Asuntos Nacionales.
Más bien parece una acción de fuerza que Estados Unidos intenta aplicar contra Nicaragua para condicionar el voto del país en la OEA.
Después de repasar con calma los últimos sucesos contra Venezuela en el marco de la Organización de Estados Americanos (OEA) para aprobar la aplicación de la Carta Democrática, el accionar de la derecha en las elecciones presidenciales Ecuatorianas, los ataques contra la figura de Evo Morales en Bolivia y el relanzamiento de la iniciativa legislativa “Nica Act 2” en el Congreso norteamericano contra el gobierno de Daniel Ortega, podria concluir que ningún suceso en el escenario político latinoamericano está aislado.
Aun cuando se habla de incertidumbre en el Establishment para evaluar lo que sería la tendencia de Donald Trump en política exterior, hasta el momento el presidente ha dado muestras de apoyar una agenda política de presión hacia América Latina.
El propósito final descomponer lo que queda del bloque integracionista que hace unos años representó la cumbre de la izquierda.
Trump intenta bilateralizar las relaciones para ejercer'mayor presión sobre países dependientes económicamente de Estados Unidos para que sean estos los que den la cara.
Una estrategia antigua respaldada por Langley, como ya es costumbre en la política hacia lo que Washington considera su patio trasero.
El Secretario General de la OEA, Luis Almagro, ha sido un componente principal en la estrategia.
Su estocada contra Venezuela en el primer trimestre del año en curso, con el apoyo de México y Canadá, casualmente los países más débiles en la renegociación del Tratado de Libre Comercio (TLCAN) que evalúa Trump, así lo demuestran.
Las presiones en los pasillos de la OEA han sido fuertes.
Al parecer los fondos que Donald Trump recortó en el Departamento de Estado y la USAID, han ido a parar a bolsillos de diplomáticos extranjeros que han cedido ante las presiones, a cambio de una cuenta off shore en algún paraíso fiscal del área.
Sin embargo, países como Cuba, Bolivia y Nicaragua se han mantenido firmes en su apoyo al gobierno de Nicolás Maduro mostrándose, entre los países con mayor compromiso solidario de la región latinoamericana y de mayor decoro en la defensa de la soberanía.
Seria ingenuo pensar que el resurgimiento del Nica Act en este contexto es un tema aislado.
La amenaza está clara a pesar de leerse entre líneas, retirar el apoyo a Venezuela o sufrir las consecuencias de una política de guerra económica que fue enunciada por Estados Unidos contra el gobierno sandinista durante la campaña electoral de 2016 y respaldada por los cabecillas locales de la oposición.
Los congresistas de origen cubano Ileana Ros-Lethinen, Albio Sires y Marco Rubio vuelven a ser pieza clave en la implementación de la estrategia con acceso directo a la oficina de Donald Trump.
O al menos, saben aprovechar muy bien las coyunturas políticas.
Uno de los trampolines parece ser la figura de Helen Aguirre Ferré, de origen Nicaragüense y nombrada por Trump como asesora especial para temas de comunicación.
Vinculada con una familia de la derecha criolla, ex militares de la dictadura de los Somoza
Familia que además goza de confianza plena entre las estructuras de inteligencia estadounidenses por su apoyo a operaciones encubiertas de Estados Unidos en la región desde las páginas del Diario Las Américas.
Cuando todo parecía estar quieto, el Congreso norteamericano retoma la iniciativa legislativa Nica Act, ahora como especie de weiver que persigue los mismos propósitos de recorte financiero en organismos internacionales, y supuesta lucha contra la corrupción.
Esta última, una variante efectiva que han implementado en otros países de la región para desestabilizar a gobiernos progresistas como Brasil y Argentina.
El reciente viaje de Ileana Ros-Lethinen en países como Guatemala y Honduras tuvo como propósito presionar a grupos de poder económico con vínculos en Nicaragua para que retiren sus inversiones del país.
De igual forma, fue una vía “menos riesgosa” para entregar fondos del Instituto Internacional Republicano (IRI) que Ileana Ros-Lethinen gestionó a favor de opositores locales como Violeta Granera, Ana Margarita Vijil Gurdián, Marcos Carmona, Carlos Fernando Chamorro para que desarrollen sus estrategias previo a las elecciones municipales/2017.
Lo que no sabe el contribuyente norteamericano es que el viaje de Ileana Ros-Lethinen, pagado con fondos federales , también sirvió para acercarse a la frontera nicaragüense y reunirse con sus socios tabacaleros de Estelí que financian parte de su campaña.
De igual forma, pudo controlar las inversiones privadas que tiene en empresas involucradas con la explotación ilícita de camarón en la costa Caribe nicaragüense, con destino a países asiáticos como China.
“Caminante no hay camino, se hace camino al andar".
Es algo que debería saber Ileana Ros y Albio Sires después de tantos años de intentos frustrados para atacar a Nicaragua.
La posición del Frente Sandinista ha sido tan firme como la Revolución que en dicho país avanza en los últimos años.
Daniel Ortega cuenta con amplio respaldo tanto interno como regional en la denuncia de esta iniciativa injerencista.
Los pronunciamientos en contra del Nica Act en todas las esferas de la sociedad nicaragúense y organismos regionales así lo demuestran.