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¿Quién es la Nicaragüense Helen Aguirre Ferré que Trump nombró en un puesto clave?

 Helen-Aguirre -Ferré
 Helen Aguirre Ferré
Un día antes de asumir la presidencia de EE.UU., Donald Trump designó a Helen Aguirre Ferré como directora de asuntos de medios de prensa y asesora especial del presidente.


Dentro de la estructura del gabinete estadounidense, el cargo de asesor especial implica ser parte del núcleo más cercano al jefe de Estado.

Helen Aguirre Ferré es la hija del nicaragüense Horacio Aguirre Baca, antiguo "dueño" Diario Las Américas, el periódico español más antiguo de Miami.

 Fue fundada el 4 de julio 1953 - un periódico ultra derechista.

 Casi exactamente un año después, en junio de 1954, una operación encubierta llevada a cabo por la CIA depuso al democráticamente elegido presidente de Guatemala, Jacobo Arbenz y puso fin a la Revolución de Guatemala . 

El nombre clave de Operación PBSUCCESS , instaló la dictadura militar de Carlos Castillo Armas , el primero de una serie de dictadores respaldados por Estados Unidos que gobernaron Guatemala.

Aguirre Baca tenía vínculos con nombres importantes involucrados en el golpe de Guatemala.


Paradójicamente, Aguirre Ferré es de origen hispano, puntualmente tiene ascendencia nicaragüense. Considerando los dichos de Trump durante su campaña en contra de la inmigración latina, su designación fue llamativa.

No obstante, la nueva integrante del gabinete tiene cierta trayectoria en el Partido Republicano.

 Hasta ahora ocupaba el puesto de directora de comunicación hispana del Comité Nacional Republicano (CNR) -al cual llegó tras la renuncia de Ruth Guerra, quien se fue en desacuerdo con la candidatura de Trump- y previamente había trabajado durante las primarias en la campaña de Jeb Bush, exgobernador de Florida y hermano e hijo de dos expresidentes.

De las críticas a los elogios

Cuando Aguirre Ferré trabajaba para Bush llegó a acusar a Trump de "perro callejero" y de no representar "los valores del Partido Republicano". 

Sin embargo, cuando se hizo cargo de las tareas de prensa en el CNR cambió su discurso. 

Por este motivo fue muy criticada, sobre todo por su ascendencia hispana.

"Mi punto de vista personal no es lo que está en juego hoy en día, lo que está en juego hoy en día es el futuro del país", declaró en aquel entonces

. "Donald Trump es una persona que se compromete a trabajar y a hacer todo lo posible por el bien de la mayoría", agregó la periodista nacida en Miami y con 25 años de trayectoria.

También destacó, en relación con sus posturas migratorias, que el nuevo presidente "es consciente de que algo que ha dicho molesta a muchos, pero a la vez es una persona a la que le gusta negociar y hacer acuerdos". 

Desde su perspectiva, el magnate "destaca que un país sin una ley migratoria es un país que deja de ser país si no tiene frontera y yo creo que ahí todos estamos de acuerdo".

Conflicto de intereses

Helen Aguirre Ferré integró durante 16 años -nombrada justamente por Jeb Bush- el consejo de administración del Miami Dade College (MDC), una de las instituciones universitarias más pluriculturales de EE.UU. 

Allí estudian actualmente 165.000 alumnos de 191 países que hablan 90 lenguas diferentes.

Pero cuando fue nombrada en el CNR para apoyar la campaña de Trump, la organización defensora de los inmigrantes United We Dream ('juntos soñamos') junto a estudiantes y padres pidieron su renuncia. 

Finalmente fue separada de su cargo, aunque se desconoce si fue por decisión propia o del consejo. Mientras que la periodista plantea que fue idea suya, los activistas lo celebraron como un triunfo propio.

Como fuere, al momento de su separación del cargo universitario María Bilbao, directora de United Families ('familias unidas', otro grupo proinmigrantes), expresó su satisfacción: "El liderazgo del MDC reconoció que no podía permitirse que Helen Aguirre Ferré empañara su reputación como un espacio seguro para los estudiantes indocumentados y la comunidad latina".

 Desde su perspectiva resultaba incompatible para la funcionaria la representación de un "racista [en alusión a Trump] que está dividiendo a este país y una comunidad de estudiantes tan diversa como la que integra el MDC".

rt

Antecedentes Históricos-Familiares.


LOS HERMANOS AGUIRRE, EL PODER Y LA HISTORIA.

LOS HERMANOS AGUIRRE BACA, DOS PRECURSORES DE LA INTELIGENCIA Y LA CONTRAINTELIGENCIA MILITAR SOMOCISTA 

El Dr. Francisco Aguirre Baca, en su época
de mayor mando como asistente personal del
general Somoza García.

Don Francisco Aguirre Muñoz fue Senador en el régimen de gobierno del General Anastasio Somoza García; mantuvo amistad cercana con el dictador.

 Esa relación trascendió a los hijos de Aguirre Muñoz, dos jóvenes "adelantados" al padre, capaces de congraciarse, gozar y, redoblar la simpatía y el aprecio del General. 

Francisco y Horacio Aguirre Baca ingresaron al séquito y fueron inseparables servidores; supremos allegados militares de Somoza García; antes de esas labores fueron investidos con grados militares de la Guardia Nacional, rangos obtenidos en corto tiempo, a la vez lograron ascender en cargos que no lograron otros graduados mediante estudios más prolongados y completos dentro de las asignaturas exigidas en la Academia Militar.
El Dr. Horacio Aguirre, de civil, también en su época de mando total como asistente personal del general Somoza García. 

A Horacio Aguirre Baca, el menor de los dos hermanos, el dictador le dio cupo y egresó en la Tercera Promoción de la Academia Militar, Guardia Nacional de Nicaragua; Francisco, obtuvo grado de Teniente, G.N., y de inmediato fungió como asistente personal de Somoza García.

 En los años 40s., lo nombró jefe de los servicios de espionaje (contrainteligencia e inteligencia), dependencia denominada: "La Defensa Nacional", precursora de la Oficina de Seguridad Nacional (O.S.N.)., 

La "Defensa Nacional" fue de las más temidas estructuras del régimen, muchos testigos y víctimas de aquella época recuerdan los gritos de dolor emitidos por los presos sometidos a crueles interrogatorios.

 Desde la vecindad de ese espantoso sitio localizado en la Vieja Managua, del tope del Parque Santo Domingo media cuadra abajo, los transeúntes podían escuchar la agonía de los torturados. 

Según el testimonio de exoficiales de aquella época en la Guardia Nacional, Francisco quien era identificado con el hipocorístico “Panchito", fue el Jefe Superior de los Servicios de la Administración Militar del Palacio Presidencial en la Loma de Tiscapa; convertido en portavoz y diligente ejecutor de los designios de "Tacho". 

Durante los convulsos y casi decisivos sucesos políticos de 1944, donde la oposición a Somoza García salió a las calles de la ciudad de Managua y en esa jornada destacó la incidencia ideológica y la movilización de los estudiantes universitarios, en especial de la Universidad Central de Nicaragua, los "Panchitos" estuvieron a cargo de identificar y reprimir a los líderes. 

En ese mismo año, 1944, en el contexto de esas manifestaciones de protesta nunca antes vistas, Somoza García estaba enterado de las incesantes publicaciones periodísticas en donde los estudiantes universitarios evocaban al General Augusto C. Sandino y señalaban sin rodeos de palabras al jefe de los asesinos. 

Preocupado, Somoza García envió un grupo de incondicionales a exhumar los cadáveres de Sandino y compañeros ejecutados el 21 de febrero de 1934, para no dejar ningún vestigio y no existiera forma de localizarlos. 

En la complicidad de acabar con las posibles pruebas, participó Francisco Aguirre Baca, junto a José Rodríguez Somoza y Anastasio Somoza Debayle

No es incierto que, los "Panchitos" fueran piezas claves de la Legación Norteamericana en Nicaragua; así se colige o presume, al estar ubicados en puestos de privilegiada condición en el manejo de la información del Gobierno controlado por Somoza García; sin duda, ellos eran los más "idóneos" a fin de desempeñar doble rol, por una parte salvaguardar y ejecutar las acciones a favor del régimen, y por otra, "observarlo" según los intereses de los Estados Unidos.


Una curiosa foto: Francisco Aguirre aparece detrás de Somoza, como siempre. Casi imperceptible, abajo a la izquierda, el Dr. Leonardo Argüello, a quien los hermanos Aguirre habrían de permanecer leales en 1947. 

─────────Ω Ω Ω Ω Ω Ω─────────

Rápidamente, toda una época del somocismo fue debatida a la carrera recientemente, en un intercambio de alusiones entre el Titular del Ejecutivo y el aspirante a la Presidencia de la República Dr. Ramiro Sacasa Guerrero.

Se trata de alusión que, durante el accidentado discurso del homenaje al “Tío Luz”, hizo el general Somoza al afirmar que el Dr. Francisco Aguirre Baca, desde 1947 había dado los primeros pasos en la conspiración para dar muerte al general Anastasio Somoza García.

Resulta extraño que 25 años después, un Somoza pudiera hacer alusión tan fuerte contra dos hermanos que fueron, en plena juventud, el símbolo del poder, durante el auge de la dictadura del general Anastasio Somoza García.

El Dr. Ramiro Sacasa Guerrero, vigorosamente, negó que el Dr. Francisco Aguirre Baca tuviera conexión alguna con ninguna conspiración para matar al general Somoza García.

 La alusión no podía ser más molesta, ya que el Titular del Ejecutivo está tratando, por todos los medios, de encontrar flancos de ataque para Sacasa Guerrero, en tanto que éste le sigue contestando con tono suave, pero firme.

 “Yo no soy amigo de asesinos”, fue la réplica de Sacasa Guerrero.

TRES AÑOS DE MANDO ABSOLUTO

Entre los años 1944 y 1947, los hermanos Francisco y Horacio Aguirre Baca eran oficiales del ejército, directamente adscrito a la guardia personal del general Somoza García.

Hijos de don Francisco Aguirre Muñoz y doña Pilarcita Baca de Aguirre Muñoz, los jóvenes militares vestidos con la rigidez de su profesión, eran una especie de jóvenes de la corte del general Somoza García, en años en que el dictador hacía cada vez más parecido a un reinado su actuación en el poder. 

Una escena de curioso progreso capitalino: una cinta es cortada por Somoza para inaugurar... una calle pavimentada! Murillo está presente. En los extremos, los hermanos Aguirre. 

Donde el general Somoza iba, los hermanos Aguirre Baca, que llegaron a ser reconocidos como “Los Panchitos” estaban presentes. 

Se sabe que eran drásticos en el ejercicio de su mando y, al menos en cierta época, se llegó a temerles. 

El mando, al lado de Somoza García, era absoluto, y Somoza estaba listo a dispensarles todo.

Sacasa Guerrero fue muy irónico, cuando, en pocas palabras, hizo notar que “a su corta edad de 20 años, habían alcanzado un poder tan completo al lado del general Somoza García”.

En realidad, la profunda simpatía del general Somoza García por los dos hermanos, era impresionante.

 Numerosas versiones han circulado sobre el particular, incluyendo una que sostiene que el Dr. Francisco Aguirre Baca se doctoró solo porque Somoza García lo dispuso así.

 Lo cierto es que, no hay lugar a dudas, de que los dos hermanos eran absolutos en su poder, y en determinada época, la más dura de la tiranía, llegaron a ser temidos.


Somoza pronuncia un discurso durante un acto oficial importante. A la mesa, el arzobispo Lezcano y Ortega y el ministro Ramírez Brown. Al fondo, de pie, los hermanos Aguirre Baca en actitud de firmes. 

“Los Aguirre Baca dijo un observador a SEMANA, todavía no han podido ser igualados en su drasticidad en el uso del uniforme.

“Fueron sin lugar a dudas los hombres de mayor confianza del Hombre”.

EN “LA DEFENSA”

Sostienen conocedores que ninguno de los dos hermanos tuvo rango académico y que Horacio fue hecho oficial en la Academia en tres meses, lo que molestó a muchos otros militares.

 Mientras tanto, su hermano Francisco alcanzaba enorme poder militar como Jefe de la Defensa, un organismo creado e instalado en las vecindades de Santo Domingo, con tremendo poder político y de migración.

Se afirma que el poder del capitán Francisco Aguirre, que llegó a tener esa grado, era tal que, los propios hijos del general Somoza García le obedecían.

LA BODA DE LILIAM 

En esta foto tomada en la Presidencial, el rostro del Dr. Horacio Aguirre Baca, aparece entre el del general Somoza García y doña Salvadora Debayle de Somoza.

Francisco y Horacio, jóvenes de gran porte y bien parecidos, causaron sensación durante la boda de Liliam Somoza, desfilando, como príncipes de la corte, en el cortejo nupcial, en plena gala de sus uniformes militares, con la levita del chaqué blanco a la altura de la cintura, la banda escarlata cruzada por la cintura y los sables dorados al cinto.

El paso marcial de los Aguirre es marcado aquí, a ambos lados de Somoza. A la derecha, Francisco lleva un fuete, según el estilo militar de los oficiales de entonces. 

Era el uniforme de súper-gala que sólo oficiales del ejército, como Adolfo Báez Bone y otros de familias notables del país, utilizaban en las noches de gran gala oficial o en fiestas privadas de la alta sociedad capitalina.

El domingo 25 de mayo de 1947, en Nicaragua existía gran efervescencia porque se presentían grandes acontecimientos en el campo político.

El Dr. Leonardo Argüello había llegado al poder después de unas elecciones que la oposición declaró fraudulenta.

 A pesar de que el General Somoza García había entregado el poder al Dr. Argüello con toda solemnidad en la explanada de Tiscapa se sabía que no estaba conforme con haber dejado el poder y que sostenía pláticas secretas con los Generales Emiliano Chamorro y Cuadra Pasos en la Quinta Santa Ana.

Ese día 25 de mayo de 1947, el General Somoza García, que ocupaba el cargo de Jefe Director de la Guardia Nacional fue llamado por el Doctor Argüello a Casa Presidencial y se preparaba para asistir a la cita en compañía del Coronel Alegría, cuando un sargento de la Guardia Presidencial llegó a avisar que en la Presidencial lo estaban esperando para apresarlo, y que los principales cabecillas del plan eran los “hermanos Aguirre”.

Con el aviso de que los hermanos Aguirre Baca lo esperaban en la Presidencial, Somoza García no fue a la cita con el Dr. Argüello.

Mientras tanto, el Presidente Argüello, ante la demostración clara de que el General Somoza García no le obedecía, dispuso llamar de urgencia a todos los Ministros, y en Consejo reunido a las dos de la tarde del mismo día, dispuso pedir la renuncia al Jefe Director de la Guardia Nacional y darle 24 horas para que abandonara el país.

La notificación le llegó a Somoza García, pero éste pidió al Consejo de Ministros que le dieran tres días para arreglar sus cosas.

 La noticia de la petición de Tacho fue bien recibida.

A las ocho de la noche comenzó un movimiento militar que no era rutinario. 

Una tropa comenzó a relevar de sus puestos a los guardias de la Presidencial que estaban de turno. 

A la media noche, Somoza pidió a Carlos Pasos que lo acompañara en el golpe de estado a Argüello.

Esa noche se dio que el Capitán Francisco Aguirre se encontraba en la Defensa Nacional que estaba situada del tope del parque de Santo Domingo, media cuadra abajo. 

El cuartel tenía gran dotación de armas, municiones y suficiente parque.

El movimiento del golpe de estado comenzó y un grupo de Argüellistas encabezado por el Teniente Valle ocuparon la Defensa Nacional, y se apoderaron de las armas.

Cuando el Teniente Arnoldo García llegó enviado por Somoza García para que se hiciera cargo de la Defensa Nacional, fue capturado por los argüellistas. 

Lo mismo le pasó al Teniente Somarriba que de casualidad pasaba por el Cuartel haciendo una revisión rutinaria en un camión.

Al saber Somoza García que la Defensa Nacional estaba en manos de un grupo de argüellistas, llamó por teléfono al Dr. Argüello y lo intimidó, pero éste no hizo caso.

Inmediatamente Somoza ordenó que dos tanques lanzallamas y un pelotón de infantería se tomara la Defensa Nacional. 

La tropa fue al mando del Coronel Tellería.

Al llegar los tanques a la Defensa, hubo una serie de disparos, obligando a salir a uno de los que se encontraban dentro, con una bandera blanca.

El hombre de la bandera blanca entabló pláticas para que dejaran salir a los civiles que se encontraban en el cuartel, pero al amparo de esto también salieron los Aguirre y se refugiaron en la Legación de Guatemala.

La sorpresa que causó que los hermanos Aguirre Baca se encontraran en contra de los Somoza fue muy grande. 

Era del dominio público que el Capitán Francisco Aguirre Baca había sido elevado al rango que ostentaba apenas hacía unos días antes de que Somoza entregara el poder al Dr. Argüello. 

Se sabía además de la gran confianza que les tenía Somoza y fueron durante el período anterior al Dr. Argüello los brazos derechos de Somoza.

Durante los acontecimientos del golpe de estado contra el Dr. Argüello los Aguirre aparecieron como los oficiales más perseguidos por Somoza y se temía por sus vidas si hubieran caído en su poder.

Se dijo también que los hermanos Aguirre Baca fueron vistos como a las once de la noche de ese día entre los pocos oficiales que quedaban a la par del Dr. Argüello en la Presidencial y que bajaron junto con Argüello para refugiarse en la Legación de Panamá. 

Esto naturalmente que no fue confirmado.

 El lunes 26 fue registrada por la Guardia Nacional la casa de habitación del Capitán Francisco Aguirre y se encontraron ocho ametralladoras y miles de tiros.

Esta situación se dio en esa época que no era anormal, porque siendo un militar con un alto puesto, lo lógico era que guardara en su casa suficientes armas.

Los Aguirre nunca han historiado sobre el particular y la afirmación del general Somoza Debayle ha sido fuera de lugar, desde luego que ellos han tenido después excelentes relaciones con los hermanos Somoza.

Evidentemente, el empeño de Somoza Debayle de aludir a los Aguirre como conspirando para dar muerte a su padre, más tarde, después del golpe de esta a Argüello, fue bastante festinado.

Ellos nunca han comentado públicamente sobre su actuación al lado de los Somoza ni después del golpe. Actualmente, el Dr. Horacio Aguirre dirige el “Diario de las Américas” en Miami, Florida, diario preferido de la colonia latina de la ciudad.

Se afirma que el capitán Francisco Aguirre, que llegó a tener ese grado, era tal que los propios hijos del general Somoza García le obedecían. 

El doctor Francisco Aguirre Sacasa, hijo de Francisco Aguirre Baca. Regresó a Nicaragua después de vivir 50 años en los Estados Unidos. Es militante del Partido Liberal Constitucionalista que encabeza el exPresidente Arnoldo Alemán. Sobre estos episodios históricos que hemos colocado a la orilla de la "ventana", no habló el padre, y quizás, el hijo conozca algo o bastante, sobre aquellos sucesos...

Francisco Aguirre Baca es hombre de alta diplomacia en Washington y realiza trabajos de alto nivel para diversos gobiernos latinoamericanos. 

Se supone que es hombre ampliamente conectado con las personas que determinan la política latinoamericana en Washington y está al tanto por adelantado, de las decisiones que Estados Unidos toma sobre América Latina.

Fuente...https://eduardoperezvalle.blogspot.com/


Aguirre Ferré muestra aquí en la foto con su padre, Horacio Aguirre.


Su Hermano Alejandro Aguirre, ex-Presidente de la SIP

Al escoger al director del Diario Las Américas, Alejandro Aguirre, para asumir la presidencia de su consejo de dirección, los dueños de medios de comunicaciones que conforman la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), identifican como nunca su organización a los intereses de la extrema derecha norteamericana, a los sectores más recios de las oligarquías de la información del continente y a nada menos que… la CIA.


 Los archivos revelan como Horacio Aguirre Baca, el fundador de este periódico mafioso de Miami -su hijo le sucedió- fue uno de los más activos colaboradores del Coronel Jules Dubois, en la operación realizada por la agencia norteamericana para secuestrar a la SIP, entre 1948 y 1950.

 Nacido en la Nueva Orleans, USA, Aguirre se crió en Nicaragua donde su familia mantenía relaciones con el dictador Anastasio Somoza García, asesino del líder revolucionario Augusto César Sandino. 

Discrepancias con el dictador lo forzó a exilarse a Panamá en los años 40, con su hermano Francisco. Ambos pasaron luego a Estados Unidos donde se vincularon a los círculos derechistas de Miami. 

Ahí fundaron un diario que se benefició en los años 60, con la llegada de los cubanos asociados a la dictadura de Fulgencio Batista y otros contrarrevolucionarios de la Isla.

 Hombre de confianza del aparato yanqui de control de la prensa, Horacio Aguirre Baca trabajó con Jules Dubois, “Coronel de las Orejas Peludas”, en la recuperación de la SIP, y fue asignado a la junta directiva de la organización a partir de 1964 hasta hoy.

 Fue presidente de esta asociación y sigue presidente de su Comisión de Asuntos Internacionales. 

En múltiples circunstancias, hizo parte de operaciones de la CIA en organizaciones internacionales. Cuenta en notas publicadas por la SIP, como en 1978 se pasó “cerca de un mes en el Hilton de Paris, trabajando de las 8 AM a las 11 PM” para atacar la Unión Soviética y sus aliados, entre los cuales Cuba, ante la UNESCO. Un autentico guión de película de espionaje.

 “El hecho es que a mí me cupo el honor providencial de haber sido en esta hermosa batalla, un instrumento operativo esencial”, confesó Aguirre en un discurso ante la SIP. 

Una tropa de «colaboradores» Por lo menos media docena de los colaboradores del Diario Las Américas han trabajado directamente o indirectamente con los servicios de inteligencia norteamericanos en algunas oportunidades o han ejecutado trabajo remunerado por cuenta de Radio y TV Marti, sucursales de los servicios de propaganda del Departamento de Estado. Pablo Alfonso, ilustre columnista de El Nuevo Herald, cobró casi 175.000 dólares entre el 2001 y el 2006 para sus escritos contra Cuba. Desde entonces escogió refugiarse en la cueva de los Aguirre. 

Helen Aguirre Ferré, “jefa de opinión” del diario familiar, confesó que 100 dólares por intervención hasta haber embolsado 4.325 dólares. Ariel Remos no tiene la ética tan cosquillosa. 

El columnista y reportero es un miembro activo del grupo anexionista Unidad Cubana Unidad Cubana, de Armando Pérez Roura y Antonio Calatayud que reúne a numerosas organizaciones que defienden el uso del terror contra Cuba. 

El caso más raro de la colusión del periódico con la CIA es la colaboración “histórica” del terrorista Antonio Tang Báez, radicado en Canadá.

 En 1985, el Journal de Montreal denunció su pertenencia al grupo terrorista miamense Alpha 66 y sus actividades criminales contra el turismo canadiense. 

“El Chino” Tang fue protagonista de un plan de atentado contra Fidel Castro organizado por la misma organización criminal fundada por la CIA en los años 60.

 Recibió entrenamiento militar en los Everglades con este propósito. Orientado por Andrés Nazario Sargén, el difunto jefe de Alpha 66, se asoció a un complot contrarrevolucionario para amenazar a diplomáticos radicados en La Habana. 

Un cómplice, Elizardo Sampedro Marín, fue detenido en relación con estas acciones el 17 de febrero de 2001 y sancionado a 4 años de privación de libertad. 

Noticias de ayer con fecha de mañana Según los cables de agencias, Alejandro Aguirre ya inauguró su presidencia con lo habitual retórica norteamericana sobre un “plan internacional para coartar la libertad de expresión”, al asumir el cargo al final de la 65a. asamblea general de esa organización. 

Para su performance bianual, la SIP había escogido molestar a Buenos Aires para mejor difamar al gobierno “de los Kirchner”. 

“Se está luchando en contra de un movimiento internacional para coartar la libertad de expresión y no es la primera vez”, dijo Aguirre hijo retomando la vieja teoría de la “conspiración” que impulsaba el senador republicano estadounidense Joseph MacCarthy.

 “Nuestros adversarios trabajan día y noche para controlar el flujo de información’, insistió Aguirre frente a una audiencia donde se encontraban representantes de la prensa golpista hondureña que lo aplaudieron con entusiasmo. 

Aguirre recibió la presidencia de la SIP de manos de Enrique Santos Calderón, del diario El Tiempo, de Bogotá, magnate colombiano de los negocios estrechamente vinculado al actual gobierno colombiano. 

No es cierto que la organización ganará prestigio alguno al pegarse al Diario Las Américas, El Duende, comentarista de Radio Miami, dijo al conocer el nombramiento de Alejandro Aguirre que su diario, de poca tirada, “ha ganado notoriedad en el periodismo por ser el único periódico del mundo que publica las noticias viejas de ayer con fecha de mañana”.

Por Jean-Guy Allard. CubaDebate. | 14 noviembre de 2009


http://www.radiolaprimerisima.com/noticias/64701/presidente-de-la-sip-hijo-de-un-viejo-socio-de-la-cia



Su Padre Horacio Aguirre, veterano combatiente de la guerra sucia contra América Latina.

El fundador del Diario Las Américas, Horacio Aguirre Baca, fue uno de los más activos colaboradores del coronel Jules Dubois, en la operación realizada por la CIA para secuestrar a la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), entre 1948 y 1950.

 Su hijo Alejandro garantizaba hasta ahora la permanencia de la colaboración con el Departamento de Estado y sus ramificaciones ocultas.

VETERANO COLABORADOR DE LA CIA

Nacido en la Nueva Orleans, USA, Aguirre se crió en Nicaragua donde su familia mantenía relaciones con el dictador Anastasio Somoza García, asesino del líder revolucionario Augusto César Sandino

Discrepancias con el dictador lo forzó a exilarse a Panamá, con su hermano Francisco.

Ambos pasaron luego a Estados Unidos donde se vincularon a los circuitos derechistas de Miami, entonces ocupada por la CIA y su gigantesca estación JM/WAVE que llevaba su guerra terrorista contra la Cuba revolucionaria

Ahí fundaron el diario que creció entre los cubanos asociados a la dictadura de Fulgencio.

Hombre de confianza del aparato yanqui de control de la prensa, Horacio Aguirre Baca trabajó con Jules Dubois, “Coronel de las Orejas Peludas” en la recuperación de la SIP, y fue asignado a la junta directiva de la organización a partir de 1964 hasta hoy.

 Fue presidente de esta asociación y actualmente preside la Comisión de Asuntos Internacionales. 

Su hijo Alejandro también ocupó la presidencia de este cartel mafioso de la prensa.

En múltiples circunstancias, Horacio Aguirre fue parte de las operaciones de la CIA en organizaciones internacionales. 

Cuenta en notas publicadas por la SIP, como en 1978 se pasó “cerca de un mes en el Hilton de Paris, trabajando de las 8 am a las 11 pm” para atacar a la Unión Soviética y sus aliados, en especial contra Cuba, ante la UNESCO.

“El hecho es que a mí me tocó el honor providencial de haber sido en esta hermosa batalla, un instrumento operativo esencial”, confesó Aguirre en un discurso ante la SIP.

UNA TROPA DE “COLABORADORES”

Muchos de los colaboradores pasados y presentes del Diario Las Américas han colaborado directamente o indirectamente con los servicios de inteligencia estadounidense en algunas oportunidades o han ejecutado trabajo remunerado por cuenta de Radio y TV Martí, sucursales de los servicios de propaganda del Departamento de Estado de EEUU.

Pablo Alfonso, “ilustre” columnista de El Nuevo Herald, cobró casi 175.000 dólares entre 2001 y 2006 para sus escritos contra Cuba. 

Una vez conocido su militancia remunerada, escogió refugiarse en la cueva de los Aguirre.

El columnista y reportero Ariel Remos está identificado al grupo anexionista Unidad Cubana Unidad, de Armando Pérez Roura, y el connotado terrorista Antonio Calatayud que reúne a numerosas organizaciones que defienden el uso del terror contra Cuba.

El caso más raro de la colusión del periódico con la CIA es la colaboración “histórica” del terrorista Antonio Tang Báez, radicado en Canadá, que confiesa su pertenencia al grupo terrorista miamense Alpha 66, una criatura de la CIA responsable de un sinnúmero de acciones criminales, que sigue manteniendo oficinas en el “downtown” Miami.

Horacio Aguirre, veterano combatiente de la guerra sucia contra América Latina.

En el acto de condecoración al doctor Horacio Aguirre Baca
Con la orden Rubén Darío en el grado de gran comendador
Miami, Florida 10 de Julio de 2003

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