El presidente, Donald Trump, cree que Cuba, “con todo lo que se le ha regalado”, no ha hecho ninguna “concesión” dentro del proceso de normalización de las relaciones bilaterales, según dijo hoy su asesora Helen Aguirre Ferré en una entrevista exclusiva con Efe.
“El presidente (Trump) ha sido muy claro sobre que se van a evaluar todos los acuerdos de la previa Administración (del expresidente Barack Obama) con Cuba”, afirmó Aguirre Ferré, de ascendencia nicaragüense.
La asesora especial del mandatario y directora de asuntos de prensa comentó durante una entrevista con Efe en la Casa Blanca que, a juicio de Trump, “Cuba no ofreció ninguna concesión, con todo lo que se le ha regalado en lo que ha sido la normalización y el restablecimiento de acuerdos y el trato diplomático”.
Cuba mantiene a “fugitivos de la Justicia estadounidense, tiene que entregar a esas personas y hablar también sobre la importancia de elecciones libres, y liberar a los presos políticos”, sostuvo Aguirre Ferré.
La asesora de Trump eludió comentar si ya se ha producido algún contacto entre el Gobierno de Trump, que asumió la Presidencia el pasado 20 de enero, y el de Cuba, y dijo que esa es “una pregunta para el Departamento de Estado”.
Ya como presidente electo, el 28 de noviembre, Trump dijo que daría marcha atrás a las medidas tomadas por Obama, su predecesor en la Casa Blanca, hacia Cuba si el Gobierno de la isla no se presta a negociar con él “un acuerdo mejor”.
Una respuesta cubana
El inefable Donald Trump empezó a revisar las conversaciones entre Cuba y el país que le ha tocado en suerte dirigir.
La revisión lo llevó a descubrir lo que cualquiera podía haberle contado: los cubanos no hemos hecho “ninguna concesión” – dice el millonario naranja – “a pesar de todo lo que se nos ha regalado”.
Se asegura que Trump no lee libros y que únicamente ve la televisión de su país. Acaso de ahí provenga su enciclopédica ignorancia política.
Cuba no rompió relaciones con los Estados Unidos, ni bloqueó económicamente al gran país del norte, ni organizó y armó una invasión para derrocar al gobierno de Estados Unidos, ni les prohíbe a sus ciudadanos que visiten a su septentrional vecino.
Lo que hizo el gobierno norteamericano que precedió al del multimillonario – por otra parte, mayoritariamente electo por su pueblo – fue rescatar a los Estados Unidos del aislamiento mundial al que lo sometía una política fracasada hacia Cuba por más de cincuenta años.
¿Pretende Mr. Trump devolvernos a los días de Richard Nixon o de Ronald Reagan?
En Estados Unidos se dice: “Be my guest”, porque Cuba no hará una sola concesión que dañe su independencia y su soberanía.
Parafraseando a José Martí, le digo al presidente Trump: “No se dirige una potencia mundial como se manda una inmobiliaria”.
Tomado de Segunda Cita
por Guillermo Rodríguez Rivera
http://cartasdesdecuba.com/las-presiones-de-la-asesora-de-trump-y-la-respuesta-de-un-cubano/