La politización de la 'influencia rusa' a nivel mundial ha creado varias percepciones erróneas en lo que respecta a la posible amenaza de los intereses nacionales de Washington por parte de Moscú, según escribió el experto Nicholas Borroz en un artículo para la revista The National Interest.
Esta 'obsesión' norteamericana puede llevar a consecuencias graves, como el desvío de la atención del Pentágono de amenazas más serias, la limitación de la maniobrabilidad geoestratégica e, incluso, un futuro conflicto ruso-estadounidense.
Raíces de la obsesión
De acuerdo con las portadas de los medios estadounidenses, el supuesto hackeo de los correos de la Convención Nacional Demócrata por parte de piratas informáticos rusos ha sido una 'prueba de que el Kremlin constituye una amenaza nacional para EEUU'.
Además, se menciona la posible interferencia del país eslavo en los comicios presidenciales y el apoyo de Moscú al entonces candidato republicano, Donald Trump.
Sin embargo, es obvio que la 'amenaza rusa' ha sido sobredimensionada por la política local, opina el autor del artículo.
Así, a mediados de 2016, ya se estaba haciendo cada vez más evidente que Donald Trump podría ganar las elecciones.
El candidato republicano acusó a la aspirante demócrata, Hillary Clinton, y a la Administración Obama de crear a Daesh —proscrito en Rusia y otros países—, así como de dejar que China se aprovechara de EEUU y permitir a los inmigrantes perjudicar la economía nacional.
De este modo, los norteamericanos percibieron a Trump como un líder adecuado para proteger al país en un mundo cada vez más peligroso.
Además, en aquel tiempo, las autoridades rusas también mencionaron su preferencia por el candidato republicano frente a su rival demócrata, opina el autor.
Al enterarse de que 'el miedo de Rusia' podría ser vendido a los electores estadounidenses, la demócrata Hillary Clinton declaró durante los debates electorales: "Ahora no hay duda de que Rusia ha utilizado los ciberataques contra todas las organizaciones de nuestro país, y estoy profundamente preocupada por esto".
En esencia, con este juego electoral, la política no solo presentó al país eslavo como una 'amenaza', sino que también atrajo la atención de la sociedad norteamericana —"y, como consecuencia, a los servicios de inteligencia, que son también parte de la sociedad"—.
Y esta atención especial en Rusia no necesariamente representa un análisis razonable, advierte el autor.
¿Por qué es una posición alarmante?
En total, el experto destaca tres consecuencias peligrosas de la fijación con Rusia por parte de los medios y las organizaciones estadounidenses.
En primer lugar, puede llevar a la distracción, o sea, la reasignación de los recursos hacia una amenaza inventada, mientras que existen problemas más peligrosos para la seguridad de EEUU.
Segundo, la hostilidad antirrusa de Washington no le permite aplicar un enfoque flexible hacia Moscú. En otras palabras, se hace muy difícil cooperar con el Kremlin —incluso cuando es realmente necesario— mientras sea considerado como una 'amenaza'.
Por ejemplo, sería mejor considerar a Moscú como un socio potencial para enfrentar algunos de los desafíos de la actualidad.
Tal retórica puede incluso llevar a una guerra, a pesar de que parece imposible.
Los medios estadounidenses ven a los líderes de los países 'amenazantes' como monstruos peligrosos, olvidando que allí también viven seres humanos, opina el experto, haciendo referencia al caso de Sadam Husein y la invasión de Irak.
No obstante, es poco probable —pero todavía posible— un conflicto a gran escala entre Washington y Moscú en un futuro próximo, gracias al optimismo cauteloso de Trump y Putin en lo que respecta a las relaciones bilaterales entre ambos países, afirma el autor.
Pero, ¿por qué pone el foco Washington en la amenaza rusa o china, pese a que existen también Irán, Corea del Norte, así como grupos armados en su vecina región de América Central?, se pregunta el experto.
Y se responde a sí mismo que la opinión pública es muy volátil y reactiva.
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Paralelamente, de acuerdo con Nicholas Borroz, el público norteamericano "tiene pleno derecho a tener miedo a Rusia y a definirla como una amenaza para su seguridad nacional.
Pero hace falta pensarlo bien antes de hacerlo".
https://mundo.sputniknews.com/america_del_norte/201702031066682814-rusia-eeuu-medios-hostilidad/