Pablo Gonzalez

Palestina: matanza de Duma



Varios palestinos sentados junto a las tumbas de Riham, Saed y Alí Dauabcha después del funeral por Riham, la última víctima del atentado terrorista. (Foto: Naser Naser / AP)

Miles de personas se concentraron en la aldea cisjordana de Duma para asistir al tercer funeral celebrado en las cinco últimas semanas, esta vez el de Riham Dauabcha, que murió el domingo, cuando cumplió 27 años, por las heridas sufridas en el ataque incendiario de unos colonos contra su casa el 31 de julio del 2015. 

Su hijo Alí, de 18 meses, murió en el atentado debido a las quemaduras. Su marido, Saed, de 32 años, murió una semana más tarde, en el aniversario de bodas, también por las quemaduras sufridas en el ataque. Aunque los atacantes dejaron escrito en hebreo en las paredes que se trataba de una acción de venganza, hasta la fecha Israel no ha acusado a nadie de los asesinatos.

El único superviviente de la familia Dauabcha es Ahmed, de cuatro años, que está hospitalizado en Israel con quemaduras de segundo grado que le afectan al 60 por ciento de su cuerpo. Al parecer, nadie le ha dicho a Ahmed que sus padres están muertos.

Al día siguiente del ataque, el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu declaró que se trataba de un delito de terrorismo. Y prometió medidas enérgicas contra los colonos radicales que utilizaran la violencia. “Las fuerzas de seguridad están haciendo todo lo posible para detener a los agresores y llevarlos ante la justicia”, ha dicho hoy su oficina a través de un comunicado. 

Pero los residentes de Duma dudan de que Netanyahu y las autoridades israelíes estén investigando el caso y tratando de frenar la violencia de los colonos.

Para Haitham, las palabras de Netanyahu son “solo un truco, son solo para los medios, ¿cuál es la verdad?”.

En los primeros días después del ataque, doce israelíes fueron detenidos, entre ellos un cabecilla de los colonos radicales que atacan a los palestinos, Meir Ettinger, del que se sabe que pintarrajea su nombre en los lugares donde comete sus tropelías. Pero la mayoría de estos detenidos fueron puestos en libertad al cabo de unos días. Los palestinos consideran que su liberación es una prueba más de que Israel no está interesado en condenar a los colonos violentos.

“El ambiente es negativo, ya sabes. Somos gente normal que vivimos en nuestras casas y los terroristas vienen hasta nosotros”, dice Haitham, residente de Duma de 25 años, que pidió no ser identificado con su apellido. Haitham ha visitado a diario a los familiares de los Dauabcha para conocer la evolución de Riham y Ahmed. Duma tiene una página en Facebook donde los hermanos de Riham y Saed publican informaciones sobre el estado de salud de estos. El domingo, un familiar que había visitado a Riham notificó al grupo: una infección que había comenzado en la piel que se le había injertado se extendió por todo el cuerpo de Riham. Sus órganos vitales estaban fallando. Un portavoz del hospital Tel Hashomer confirmó que la joven madre necesitaba varios trasplantes para restaurar la piel quemada, ya que sufría quemaduras de tercer grado en el 90 por ciento de su cuerpo.

“No sé cómo evolucionará, pero lo que acabamos de ver es muy negativo”, dijo Haitham, sentándose en una silla de plástico frente a una de las pocas tiendas abiertas en Duma. Mencionó a un colono que prendió fuego a una tienda beduina en las afueras de Duma hace unas semanas y subrayó que los asesinos siguen en libertad. Desde el ataque terrorista, la mayoría de las tiendas de la aldea cierra antes de que anochezca. “Pero es bueno mostrar a la gente joven cuál es la situación, así podrán hacer algo por su país”, añadió.

Haitham es uno de los jóvenes que pasan las noches vigilando las calles de Duma, en previsión de posibles ataques de los colonos. Aunque estos no han vuelto desde el atentado de finales de julio, hay mucha tensión, tal como ha quedado reflejado en el funeral, con gritos que pedían venganza. Entre los asistentes estaban varias estudiantes de la escuela de chichas cercana donde Riham enseñaba matemáticas.

Mujeres palestinas lloran en el transcurso del funeral de Riham Dauabcha, el 7 de septiembre de 2015. (Foto: Thomas Coex / AFP)


La violencia se ha intensificado en los últimos años. En 2013 y 2014, el gobierno palestino registró más de 1.000 actos de violencia contra las personas y las propiedades por parte de los colonos israelíes. Casi el 90 por ciento de las investigaciones abiertas sobre esos casos se cerraron sin acusaciones formales, según datos de la ONG israelí de derechos humanos Yesh Din.

El bajo índice de condenas de colonos y el bajo número de arrestos entre los mismos han llevado a los habitantes de Duma a creer que Israel no procesará a los asesinos de la familia Dauabcha. Así que los vecinos están dispuestos a tomar el asunto en sus propias manos.

“Espero que [los colonos] vengan otra vez a mi casa”, dice Fadi, de 25 años y uno de los miembros de las patrullas de vigilancia. Fadi también nos pidió que no publicáramos su apellido. Él y Haitham, amigos de la infancia y ahora vigilantes en las patrullas nocturnas, aseguran que no se detendrán si los colonos irrumpen de nuevo en su pueblo (la casa de los Dauabcha está en la zona central de Duma, a varios kilómetros de la carretera principal). “Nadie tiene miedo”, añadió Haitham, mostrando su navaja automática escondida en sus pantalones.

Las autoridades palestinas tampoco creen que Israel esté investigando realmente los asesinatos de Duma. A comienzos de agosto, el gobierno palestino presentó una denuncia contra Israel ante la Corte Penal Internacional, que solo tiene jurisdicción si Israel no aborda a fondo el caso a través de su ordenamiento legal. “Queremos una justicia verdadera, pero dudo de que Israel vaya a ofrecer eso”, dijo el presidente palestino Mahmud Abás a los periodistas cuando el ministro palestino de asuntos exteriores presentó la moción.

“Hay una cultura de odio que se ha venido desarrollando en Israel gracias al apoyo a los asentamientos y alapartheid“, dijo el secretario general de la OLP Saeb Erekat, un firme defensor de llevar a Israel ante la Corte Penal Internacional. “Los asesinatos de la familia Dauabcha reflejan la clara relación que existe entre el discurso del odio, la expansión de los asentamientos y la impunidad concedida a Israel por la comunidad internacional”.

Allison Deger es editora adjunta de Mondoweiss.net. Síguela en Twitter: @allissoncd.


Traducción: Javier Villate (@bouleusis)

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