El diario estadounidense The New York Times ha publicado cinco editoriales sobre Cuba en cinco semanas consecutivas, todos en sus ediciones de fin de semana, todos en inglés y en español.
En ellos, los editorialistas piden que Estados Unidos le ponga fin al embargo que mantiene desde 1960, retire a la isla de su lista de países patrocinadores del terrorismo, deje los “esfuerzos ocultos para derrocar el gobierno” en La Habana y restaure las relaciones diplomáticas de más alto nivel, ausentes desde 1961.
El periódico también defiende la idea de un intercambio de presos que permita la liberación del subcontratista gubernamental estadounidense Alan Gross, detenido en Cuba desde hace casi cinco años, a cambio de tres agentes de inteligencia cubanos que fueron condenados en Estados Unidos por espionaje.
“Un canje podría abrir el camino para reanudar lazos diplomáticos, lo cual permitiría que Estados Unidos tuviera mayores oportunidades de fomentar cambios positivos en la isla mediante la expansión de comercio, turismo y mayor contacto entre cubanos y norteamericanos”, dice el editorial sobre ese tema, del 2 de noviembre.
“De lo contrario, se perpetuará la enemistad que ha reinado durante más de 50 años, continuando así un ciclo de desconfianza y actos de sabotaje por ambos lados”.
¿Por qué cinco editoriales ahora?
El editor de las páginas editoriales de The New York Times, Andrew Rosenthal, le dijo a BBC Mundo que los cinco artículos del último mes corresponden con la postura histórica que ha tenido el diario sobre Cuba y el embargo.
Pero no deja de llamar la atención, más allá de que concuerde con una opinión de vieja data, que el periódico esté publicando tantos editoriales sobre el mismo país y con intervalos claramente definidos.
La razón para hacerlo ahora es que el diario considera que “por primera vez en más de 50 años”, la situación política de ambos países está dada para que se puedan reanudar las relaciones.
El periódico destaca cómo Cuba se está preparando para una “era post-embargo” con las reformas que ha implementado, mientras hay un creciente número de voces en Estados Unidos que abogan por una mayor cercanía con ese país.
Además, en Washington se está discutiendo cómo el presidente Barack Obama tiene una oportunidad importante de señalar cambios políticos sobre Cuba en los próximos meses, antes de la Cumbre de las Américas en abril, donde puede coincidir con el mandatario cubano Raúl Castro, quien fue invitado por el país anfitrión, Panamá.
Según Rosenthal, lo que en últimas busca el diario es “influenciar a los legisladores estadounidenses a medida que continúan contemplando las políticas sobre Cuba” y “fomentar reformas en la isla para empoderar a los cubanos comunes y corrientes y aumentar las libertades personales”.
Esta apuesta coincide con la llegada a las páginas editoriales de Ernesto Londoño, un periodista colombiano quien trabajó en The Washington Post.
Desde su contratación en septiembre, el periódico no sólo empezó a publicar algunos de sus editoriales en español, sino que aumentó su énfasis en América Latina con editoriales sobre Colombia, Bolivia y Venezuela.
Los cinco editoriales bilingües sobre Cuba
Tiempo de acabar el embargo de Cuba – 11 de octubre de 2014
La impresionante contribución de Cuba en la lucha contra el ébola – 19 de octubre de 2014
Los cambios electorales respecto a Cuba -25 de octubre de 2014
Un canje de presos con Cuba – 2 de noviembre de 2014
En Cuba, desventuras al intentar derrocar un régimen – 9 de noviembre de 2014
¿Qué tan influyentes son los editoriales?
The New York Times es considerado por muchos el diario más influyente de Estados Unidos. Sus editoriales tienden a discutirse en los cí
Rosenthal opina que está satisfecho de haber “fortalecido el debate acá, en Cuba y alrededor de América Latina” con los cinco textos.
Éstos se han mencionado tanto en Estados Unidos como en la isla e incluso este lunes, el diario oficial cubano Granma reseñó en su artículo principal en internet cómo el Times reconocía “la política injerencista de EE.UU. contra Cuba”.
Fidel Castro también citó, en una de sus columnas en medios estatales, casi todo el editorial del periódico neoyorquino que pide el fin del embargo.
Los artículos, además, llamaron la atención en Miami, donde organizaciones del exilio cubano criticaron, por ejemplo, la propuesta del canje entre Gross y los tres agentes de inteligencia.
Pero algunos comentaristas son un poco escépticos sobre el efecto que puedan tener los editoriales.
“No asumiría demasiado de (los artículos) de The New York Times, aunque sí son un pilar más de apoyo para que actúe la Casa Blanca”, le dijo a BBC Mundo Ted Piccone, analista de temas latinoamericanos en el centro de estudios Brookings, en Washington.
Piccone agregó que The New York Times “a veces tiene una sensación inflada de poder e influencia” y opinó que por sí mismos no cree que los editoriales sean muy influyentes.
Pero más allá de ese impacto percibido, el editor Andrew Rosenthal se siente satisfecho y concluye, en sus respuestas a BBC Mundo, que el diario seguirá buscando ángulos “que alimenten el debate” sobre Cuba.