La muerte esta semana del joven Darrien Hunt en Utah (Estados Unidos) se trata de la segunda vez en dos meses que policías norteamericanos acaban con la vida de un ciudadano de raza negra.
La policía dijo que los oficiales estaban respondiendo a un informe de una persona sospechosa caminando por las calles con una espada “de tipo samurai” cuando enfrentaron a Hunt.
Según las declaraciones de los oficiales, el joven que iba disfrazado de un personaje de una serie animada japonesa agitó la espada y se abalanzó contra los agentes, momento en el que abrieron fuego contra él.
La familia de Hunt y su abogado están refutando tales alegaciones, diciendo que los testigos vieron a los funcionarios a la caza, ya que dispararon contra él seis veces por la espalda.
Según esta versión, Hunt cayó y murió unos 100 metros de donde la policía hizo inicialmente contacto con él .
El abogado encargado de defender el caso, Randall Edwards, dijo que una autopsia independiente llevada a cabo a instancias de la familia muestra que el disparo mortal golpeó a Hunt en el centro de la espalda.
Otros cinco disparos lo golpearon por detrás, dijo, incluyendo disparos en las piernas, hombro, codo y mano.
“Estoy en Saratoga Springs, porque es una pequeña comunidad segura y lo mataron. Mataron a mi hijo porque es negro “, dijo la madre de Hunt durante una entrevista .
“Ningún chico blanco con una espada sería disparado mientras está huyendo”, agregó.
El caso de la muerte de Hunt y las circunstancias que la rodean, suceden a mas de un mes del asesinato a tiros del adolescente afroamericano desarmado Michael Brown en Ferguson, Missouri.
Los testigos en el caso de Brown dicen que el joven también estaba huyendo de un oficial cuando este abrió fuego.
El asesinato de Brown provocó indignación local y nacional con semanas de protestas, algunas de las cuales se tornaron violentas.
(Con información de Telesur)
