Pregunta: – ¿Podría decir usted que las “enfermedades infantiles” son una expresión del romanticismo revolucionario?
Lenin: – Sí, esto es absolutamente cierto. Pero nosotros, desde luego, de ninguna manera podemos prescindir del romanticismo.
Es preferible su exceso que su carencia. Siempre hemos simpatizado con los románticos revolucionarios incluso estando en desacuerdo con ellos.
Así, por ejemplo, siempre nos hemos abstenido de recurrir al terror individual. Sin embargo invariablemente hemos expresado nuestra admiración ante el coraje personal de los terroristas, ante su disposición al sacrificio.
He aquí nuestro criterio: hacer primero un riguroso análisis de las relaciones económicas y sólo después de ello demostrar con el ejemplo personal las convicciones de uno…
Pregunta: ¿…?
Lenin: – Es necesario aprovechar la vía legal hasta donde sea posible. Por otra parte, considero que el “partido comunista” que se limita única y exclusivamente a la actividad legal, se priva del derecho de llevar el nombre que se ha puesto.
Qué es lo que hay que hacer en cada caso concreto es una cuestión práctica…
Entrevista a Lenin por el archivario J. Friis, dirigente del Partido Comunista de Noruega en la época de la Comintern. Publicada en Berlín, en Die Rote Fahne, número 96, el 5 de julio de 1920.
Su traducción del alemán al ruso se hizo para la publicación en la revista moscovita Kommunist, número 5, 1970.