EL PREMIO NÓBEL DE LA PAZ EN 1980, ADOLFO PÉREZ-ESQUIVEL
"Nunca puede ser justo que se privilegie el capital financiero por sobre la vida de los pueblos", postuló el referente del Servicio de Paz y Justicia (SERPAJ) en una misiva que fue entregada ayer en el despacho del juez neoyorquino que falló en favor de los fondos buitre.
Así lo consignó hoy el espacio Diálogo 2000 en su blog, en el que reprodujo el texto de la carta de Pérez Esquivel, en la que puso el acento en "las consecuencias sociales, económicas y políticas que tiene el pago de esta deuda inmoral e injusta para las personas y comunidades más necesitadas".
"Más que dirigirme a usted como juez que interviene en una causa que desde hace tiempo tiene en vilo a nuestro pueblo, quiero hacerlo como persona", comenzó la carta.
En el texto Pérez Esquivel subrayó que esos bonos "forman parte de una deuda contraída a espaldas del pueblos y que nunca llegó a sus manos", con lo cual reafirma que se trata de una deuda "ilegítima, inmoral e injusta".
"Detrás de los números existen rostros que nos cuestionan e interpelan, de niños, jóvenes, hombres y mujeres víctimas de la injusticia social y estructural, el empobrecimiento, la miseria y exclusión social que afectan a millones de seres humanos en nuestro país como también en América Latina y el mundo", continuó.
En este punto, afirmó que "más que una deuda externa" se trata una de una "deuda eterna" que "matemáticamente" resulta "impagable" por más que se intenta hacerlo "con un alto costo en vidas humanas y sacrificando el desarrollo del país".
El Premio Nobel de la Paz planteó que si bien no quiere poner en duda "su acción como juez" sí siente preocupación por "la justicia ciega" porque "usted bien sabe que no toda ley es justa y que, muchas veces, se confunde lo legal con lo justo, o no se tiene en cuenta la situación de los pueblos".
"Esta deuda es una herencia no querida y pesada que arrastra una carga grande de dolor y sacrificios. Se ha transformado en un mecanismo que lleva en si la dominación y el sometimiento de todo un pueblo", agregó el titular del SERPAJ.
Insistió con que "el país quiere y debe cumplir con sus responsabilidades y obligaciones", y planteó que, "por eso, es necesario aplicar la ley, pero siempre sobre la base de distinguir entre lo legal y lo legítimo, la ley y la Justicia".
"Estoy seguro, Sr. Griesa, que Ud. comprende lo valioso de la oportunidad que tiene para velar por la justicia, y no sólo las leyes que algunos tienen más poder que otros para imponer. Es necesario cambiar las leyes en EE.UU., en nuestro país y en muchos otros, para evitar situaciones de esta naturaleza", señaló.
"Esperamos igual que prime la Justicia y que los derechos de quienes no han sido escuchados todavía en los tribunales, tengan la prioridad que merecen", finalizó la carta.