El presidente de Afganistán, Hamid Karzai, ha reiterado su sospecha de que la Casa Blanca ha estado socavando al Gobierno de Kabul por medio de la realización de ataques al estilo de insurgentes, de acuerdo con un informe publicado este martes por PressTV.
Karzai ha elaborado un listado de varios asaltos, en el que aparece la involucración de Washington en los mismos, incluyendo el reciente ataque sangriento registrado en un restaurante libanés en Kabul, que se saldó con la vida de más de 20 personas, entre ellos 13 extranjeros, según el periódico estadounidense Washington Post, que citó a un funcionario afgano de alto rango del palacio presidencial.
Pese a que el ataque del 17 de enero contra el restaurante fue atribuido al grupo Talibán, el mandatario afgano destacó que esto se considera uno de los muchos asaltos que pudo haber sido orquestado por Estados Unidos con el fin de socavar la capacidad del Gobierno afgano en busca de mantener sus militares en el país asiático más allá de 2014.
El funcionario afgano, que pidió quedarse en el anonimato, ha afirmado que la suposición de que el país norteamericano podría estar detrás de los ataques surgió de las investigaciones y el patrón de ataques, hecho que evidencia “las incursiones de estilo de insurgentes” que se produjeron poco después de ataques aéreos estadounidenses, que provocaron la muerte de muchos civiles en otras zonas.
El Gobierno de Kabul ha sido objeto de presiones de Washington para que firme el Acuerdo Bilateral de Seguridad (BSA, por sus siglas en inglés) con Estados Unidos.
El pacto permite al país norteamericano mantener a miles de sus tropas en Afganistán después del 2014, fecha prevista para la retirada de las fuerzas extranjeras.
Los activistas afganos dicen que el tratado de seguridad entre Washington y Kabul allanará el camino para una prolongada presencia militar de EE. UU. en su país, que, según figuras políticas afganas, ha sido origen de crímenes imperdonables contra las mujeres y niños afganos desde la invasión al país asiático en 2001.