Pablo Gonzalez

El primer juicio a la Iglesia por crímenes sexuales (informe)


El Comité de los Derechos del Niño evalúa el trabajo de la Santa Sede en la materia, lo que incluye un reporte de personas y organizaciones civiles mexicanas que acusan la existencia de una red de pederastia en la Iglesia.

La respuesta de El Vaticano sobre qué hace la Iglesia católica cuando un miembro del clero es acusado de abusos sexuales dista completamente del viacrucis que víctimas de pederastia narran en un reporte entregado en diciembre pasado al Comité de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas, que este jueves evaluará por primera vez la actuación de la Santa Sede.

En julio pasado, la ONU cuestionó a la Iglesia católica sobre las medidas aplicadas para que ningún miembro del clero acusado de abusos sexuales continúe en contacto con niños y la forma en la que suelen cooperar con autoridades en la investigación.

El Vaticano respondió en noviembre pasado que “la Santa Sede está profundamente entristecida por el flagelo del abuso sexual que afecta a millones de niños en todo el mundo” y que por ello se “ha exhortado a los miembros de la Iglesia a vivir una vida santa”.

Esta respuesta motivó a ciudadanos y organizaciones civiles mexicanas a entregar un reporte en el que señalan que se han cometido “crímenes de Estado, pues las conductas pederastas fueron auspiciadas, toleradas, protegidas y encubiertas desde la cúpula (de la Iglesia)”.


El reporte “Pederastia clerical de mexicanos en México y en otros países. 1944-2013” fue entregado al Comité de la ONU en diciembre pasado y está firmado por 169 ciudadanos y organizaciones civiles que califican como “falsas” las respuestas que el Vaticano entregó sobre su actuación ante demandas de abusos sexuales.

Según el documento presentado por civiles mexicanos, la Santa Sede ha actuado “de manera diligente para favorecer que los miembros de la Iglesia Católica responsable de actos de abuso sexual en México respondan ante las autoridades civiles”.

“Su finalidad es proteger la imagen de la Institución y sus ministros y evitar el escándalo público. No busca la protección de las víctimas ni evitar y/o denunciar la comisión de los delitos. (…) la Santa Sede ha expresado en espacios públicos su rechazo a los abusos sexuales y a la pederastia y su compromiso de colaborar con las autoridades civiles cuando se encuentren casos de clérigos pederastas (pero) no se conoce de ningún caso de obispos o cardenales que se hayan encontrado responsables de abusar de niños o de encubrir sacerdotes pederastas”, cita el reporte de los mexicanos.


En las 30 cuartillas que entregaron civiles sobresalen dos casos emblemáticos: el del fundador de los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel, y el de Nicolás Aguilar, acusado por abusar de entre 90 y 112 menores tanto en México como en Estados Unidos.



La presentación de casos y testimonios obedece a la necesidad de dar “una perspectiva distinta” de los reportes entregados por el Vaticano, —que pese a estar obligado a presentar uno cada cinco años desde que ratificó la Convención en 1990, sólo lo hizo en 1995 y 2011— en los que destaca que la investigación sobre los abusos corresponde a las autoridades de cada país y no menciona el papel de la Iglesia.

Los mexicanos expresaron ante el Comité de los Derechos del Niño que un señalamiento de parte de la ONU de que en el Vaticano se comete “un auténtico crimen de Estado” permitirá la reivindicación de las víctimas, de su dignidad y de sus derechos fundamentales; sin embargo, el organismo sólo realiza evaluaciones y emite recomendaciones para mejorar el respeto hacia los derechos de los menores.

Testimonios de abuso e impunidad

Organizaciones civiles y víctimas de abuso presentaron a la ONU al menos cuatro casos —con diversas víctimas cada uno— en contra del padre Nicolás Aguilar, recuerdan la vida y obra de Marcial Maciel y cómo el mismo Vaticano reconoció que fue “un verdadero delincuente que cometió delitos graves”; y alertan por la denuncia contra el padre Carlos López, quien sigue oficiando misa “amparado por la Iglesia que conoce su conducta”.

A Maciel lo mencionan como un “caso emblemático de protección y encubrimiento sistemático por parte de las máximas autoridades de la Santa Sede”, pues argumentan que los casos de abuso fueron conocidos por los papas Juan Pablo II y por Benedicto XVI, además de por autoridades mexicanas como el cardenal Norberto Rivera.

A principios de enero, la congregación Legionarios de Cristo informó que pedirían perdón a las víctimas de Maciel, cuatro años después de que reconocieran que su fundador abusó sexualmente de seminaristas y tuvo hijos con diversas mujeres.



El comportamiento de Maciel también fue condenado por el entonces papa Benedicto XVI en 2010, quien calificó sus actos como “gravísimos e inmorales” que lo llevaron a tener una vida “sin verdadero sentimiento religioso”.

La Iglesia ordenó en 2006 que Maciel viviera una “vida en retiro” como una forma de sanción, pero a su muerte dos años después, no había sido juzgado por las autoridades por las acusaciones de abuso que se acumularon en su contra.

“En el camino, como íbamos en el coche únicamente él y yo, empezó a acariciar mi pierna izquierda, le dije “ora qué, padre”, me arrimé hacia la puerta… él me dijo que le gustaban mucho los niños, después llegamos a la capilla de la colonia Viveros”. Esto es parte del testimonio de Felipe presentado en el reporte contra el padre Nicolás Aguilar, quien tampoco ha sido enjuiciado por las denuncias en su contra.

Como él —que tenía 14 años cuando fue víctima de abuso— se enlistan otros de los entre 90 y 112 niños que acusan a Aguilar en Tehuacán, Puebla y en Los Ángeles, Estados Unidos.

En este caso, las víctimas y las organizaciones civiles también acusan protección de la iglesia, incluido la del cardenal Norberto Rivera y del obispo de Los Ángeles, Roger Mahony.

El sacerdote Carlos López Valdés, por su parte, es acusado de abusar de los niños que fueron acólitos de la parroquia de San Agustín en la Ciudad de México. Ante la ONU se presentó la denuncia de Jesús Romero Colín, víctima a los 11 años.

“Aunque se presentaron denuncias ante las autoridades civiles, ninguno de los denunciados ha sido detenido y procesado, lo que ha provocado la indefensión de las víctimas y fortalecido la impunidad de los victimarios”.

Otros casos

El Comité de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas también recibió un reporte de la organización Survivors Voice Europe que incluye documentación de abusos de parte de integrantes del clero en países como Holanda, Italia, España, Alemania, Polonia e Inglaterra.

La información que enviaron organizaciones civiles también incluye algunas denuncias surgidas en Colombia, Australia, Hawai, Malta y Rusia; así como seis casos que involucran a siete representantes de la Iglesia Católica en República Dominicana.

La evaluación del Vaticano sobre su papel para respetar los derechos de los niños se realiza con base en el derecho internacional que lo reconoce como un Estado soberano, con relaciones diplomáticas con más de 100 países que además ratificó en 1990 la Convención sobre los Derechos del Niño.


Ésta es la primera vez que un organismo multilateral hace una evaluación sobre las denuncias de abuso sexual de parte de integrantes del clero y el papel que ha tenido la Iglesia para investigarlas, evitarlas y sancionarlas.

Ve aquí el reporte entregado al Comité de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas:



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