Haciendo caso omiso a las demandas internacionales para unirse al Tratado de No Proliferación (TNP), el régimen de Israel se considera a sí mismo el gendarme del mundo.
La más reciente serie de comedias de los diplomáticos del régimen de Israel estuvo protagonizada por el presidente del parlamento israelí, Yuli Edelstein, durante una reunión con el presidente del Senado italiano, Pietro Grasso, celebrada el martes en la capital del país europeo, Roma.
Las declaraciones de Edelstein se producen a continuación del impasse político e internacional del primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu, y otros funcionarios de este régimen, que intentan distorsionar la imagen de la República Islámica de Irán respecto a su programa de energía nuclear.
Para escapar a las miles de preguntas que tiene el mundo sobre las armas de destrucción masiva del régimen de Israel, Yuli Edelstein alegó que ellos y otros en posesión de armas nucleares cumplen función de policías del mundo.
En reacción al programa nuclear pacífico del país persa, dijo que esto es como “un criminal que dice que quiere una arma porque un oficial de policía tiene una. Si el mundo deja a Irán tener armas nucleares, se producirá una intensa carrera armamentística en Oriente Medio. Sería una pesadilla”.
Por su parte, la República Islámica de Irán ha enfatizado en numerosas ocasiones que no busca construir armas atómicas. Asimismo, las afirmaciones de Edelstein sobre su desempeño como gendarmes del mundo contradicen actos anteriores del régimen de Israel, que impuso varias guerras contra El Líbano y la Franja de Gaza.
La “policía del mundo” no quiere destruir sus arsenales nucleares y de armas de destrucción masiva, ni acepta las leyes y reglas internacionales de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), incluso rechaza firmar el TNP; acuerdo rubricado anteriormente por Irán, que como signatario comprometido de este y miembro de la AIEA, le otorga el derecho a utilizar tecnología nuclear con fines pacíficos.
zss/ybm/hnb
La más reciente serie de comedias de los diplomáticos del régimen de Israel estuvo protagonizada por el presidente del parlamento israelí, Yuli Edelstein, durante una reunión con el presidente del Senado italiano, Pietro Grasso, celebrada el martes en la capital del país europeo, Roma.
Las declaraciones de Edelstein se producen a continuación del impasse político e internacional del primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu, y otros funcionarios de este régimen, que intentan distorsionar la imagen de la República Islámica de Irán respecto a su programa de energía nuclear.
Para escapar a las miles de preguntas que tiene el mundo sobre las armas de destrucción masiva del régimen de Israel, Yuli Edelstein alegó que ellos y otros en posesión de armas nucleares cumplen función de policías del mundo.
En reacción al programa nuclear pacífico del país persa, dijo que esto es como “un criminal que dice que quiere una arma porque un oficial de policía tiene una. Si el mundo deja a Irán tener armas nucleares, se producirá una intensa carrera armamentística en Oriente Medio. Sería una pesadilla”.
Por su parte, la República Islámica de Irán ha enfatizado en numerosas ocasiones que no busca construir armas atómicas. Asimismo, las afirmaciones de Edelstein sobre su desempeño como gendarmes del mundo contradicen actos anteriores del régimen de Israel, que impuso varias guerras contra El Líbano y la Franja de Gaza.
La “policía del mundo” no quiere destruir sus arsenales nucleares y de armas de destrucción masiva, ni acepta las leyes y reglas internacionales de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), incluso rechaza firmar el TNP; acuerdo rubricado anteriormente por Irán, que como signatario comprometido de este y miembro de la AIEA, le otorga el derecho a utilizar tecnología nuclear con fines pacíficos.
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