Pablo Gonzalez

'En 10 años, Nicaragua será inmensamente rico’

Pastora en el puerto lacustre ‘Salvador Allende’, una nueva infraestructura de 10 kilómetros de hoteles, marina y turismo en el lago Xolotlán, de Managua. | FOTO: EYLEEN VARGAS

Viernes 31 de julio de 1981: el abrazo de un amor le impidió abordar el DHC-6 en el aeropuerto de Penonomé, Panamá.
 
 “No recuerdo su nombre, pero quisiera mandarle a hacer un monumento ¡porque me salvó la vida!”. 
 
En ese vuelo, murió su amigo panameño Omar Torrijos, quien le había dado asilo a principios de mes cuando él renunció a su puesto como viceministro sandinista, acusando a los comandantes de traicionar la Revolución.

No fue la primera ni sería la última vez que Edén Pastora se salvaría de morir, pero nunca más por la intercesión de Cupido. La anécdota refuerza la imagen cliché del guerrillero latinoamericano, especie selvática barbada que exudaba testosterona y quemaba tanta adrenalina como ron.

“No he sido mujeriego; preñador eso sí, tiro seguro”. Once hijos biológicos con cinco mujeres resellan el estereotipo y diez hijos adoptivos lo hacen con el corazón de Yolanda Torres. Ella lo conoció con 20 años y un título de enfermera.

Cinco años y dos hijos después, la dejó sola por primera vez, cuando él huyó al exilio. Luego llegaron otros dos hijos y muchas separaciones más pero ya llevan 48 años juntos.

“Me casé chavalito, a los 21, y busqué en dos mujeres la felicidad, pero la primera me dijo: ‘O tu Revolución o yo’, y a un revolucionario nunca se le ponen esos parangones. La segunda me dijo que se sentía fracasada porque ella pensó ser la esposa de un hombre normal y me dijo: ‘Vos no sos normal, vos estás loco, porque no podés vivir si no estás huyendo de la Guardia, del Ejército o de la Policía’. Ha de haber sido muy lúcida, pero se quedó sin Edén porque le dije: ‘Buscate un cuerdo’. Entonces encontré a Yolanda, una mujer divina, sumamente inteligente y espiritual, que me ha entendido muy bien”.

"Cuando me salí, el Frente (Sandinista) me acusó de incoherente, errático, ambicioso, hijueputa, agente de la CIA, ególatra. (...) El Frente es una secta".

Yolanda se enteró de los hijos por fuera como en un periódico viejo. “La Biblia dice ‘en el escándalo está el pecado’; si no se saben las cosas, no hay pecado”.

Machismo recalcitrante y traición descarnada se vienen a la mente y a los labios, pero el comandante se aferra a su propia historia: “Machismo sería si no me importara que mi mujer sufriera. Traición es que la deje de querer. Yo le juré amor eterno y mientras la quiera, estoy cumpliendo. La infidelidad no es penetración; es falta de amor, respeto, solidaridad y ternura, y eso le explicó su guía espiritual”.

El 22 de agosto de 1978, Pastora lideró la toma del Palacio Nacional de Somoza y marcó el principio de la victoria sandinista, contra la cual se rebeló desde Costa Rica como protagonista en el Iran-Gate y en historias de espías, asesinatos y el impune atentado en La Penca.

Ha salido de deudas empeñando varias veces un Rolex de Somoza y una vez vendió un cachorro de león que tenía como mascota.

Hace año y medio, hizo las paces con Daniel Ortega y volvió a la selva del río San Juan con armas más pesadas: las dragas con las que limpia el río y torea, reta y enerva al gobierno costarricense. Esta es su historia.

“Soy nacido en Ciudad Darío, hijo de campesino y costurera. A mi padre me lo mata el jefe del Estado mayor de la guardia somocista, cuando tengo 8. El llanto, el dolor, el grito de espanto de mi madre y de mis hermanos, los vi en otros hogares y así me fui identificando con el pueblo. No soy el “ángel de la guerra”, soy un político de principios y por ellos tuve que empeñar un arma. No me quedó otro que el camino espantoso de la guerra.

”Me eduqué con los jesuitas del Colegio Centroamérica; me bachilleré en Ciencias y Letras, me fui a estudiar Medicina pero me salí para meterme en la guerrilla”.

– ¿A los Ortega (Humberto y Daniel) cómo los conoció?

– Estaba en Barra del Colorado cuando me llamaron. Me entregaban los compañeros para entrenar en unas 3.000 hectáreas de mis hermanos. Si no me hubiera metido a la lucha, 50 años después sería un gran ganadero”.

– ¿Tuvo tierras en Costa Rica?

– A Onofre le compré las “Lomas del Coronel”, que ahora llaman las “Lomas de Pastora”, eran unas 300 hectáreas. Quería poner una crianza de búfalos, pero se las dejé a Beto, a Gorrita, a Chulín y a los que trabajaban conmigo y lo dejaron todo: casa, motores, pangas, cuartos fríos y plantas eléctricas. Eso lo tomó Japdeva. Tengo título de propiedad, pero inválido. En Barra del Colorado viví los días más felices de mi vida.

– Si Ortega reclama Guanacaste, ¿va a reclamar las “Lomas de Pastora”?

– Nosotros reconocemos que Guanacaste, isla Calero e isla Portillos son costarricenses al mil por mil, porque respetamos el tratado Cañas Jerez y los laudos.

– ¿Por qué descubrió su rostro en la toma del Palacio Nacional si la consigna de sus compañeros era no hacerlo? ¿Ego?

– La misma pregunta me hizo Tomás Borge. La verdad es que nunca me quité el pañuelo porque no lo llevaba. Es hasta que el bus llega al pie del avión y la prensa invade el bus, que los compañeros se suben el pañuelo. Yo no lo hice porque, en el Congreso, un diputado me lo pidió y se lo di y él me dio el botón de diputado que puse en mi gorra.

”Cuando me salí, el Frente me acusó de incoherente, errático, ambicioso, vanidoso, egocentrista, impredecible, inmanejable, hijueputa, agente de la CIA, ególatra y dice que me quité el pañuelo por arrogancia y vanidad”.

– Suena a caldero del diablo.

– El Frente es una secta.

– ¿Quién mandó a matar a Carlos Fonseca Amador?

– Lo mató una política del Frente. Tomás Borge, Henry Ruiz y otros compañeros mandaron a Fonseca –un hombre cebado, miope, que había que tenerlo fuera de peligro– a la montaña y lo abandonaron hasta que la guardia lo mató. Celos de poder, miseria humana, una crueldad y una barbaridad. Era el ideólogo, el de la autoridad moral y política.

– ¿Quiénes fueron sus grandes contactos y amigos ticos?

– Don Pepe, José María y Mariano Figueres; Fernando Berrocal, Rolando Araya, Alberto Fait, el doctor Corrales de Cartago, Pepe García que era el dueño del Regio, Bernardo Quevedo, muchísimos.

– ¿La gente de izquierda?

– Esa la manejaban Humberto y Daniel.

– ¿No lo querían?

– Tal vez me veían como socialdemócrata. Ahora me muero de la risa porque todos ellos dicen que son socialdemócratas.

– ¿La izquierda tica? ¿Rosaditos?

– Se pusieron rosado “chicha” y “peptobismol”, como aquí.

– ¿Será una moda entre la izquierda?

– No. ¡Es que no hay tico tonto!

– ¿Y a usted quién lo entrenó?

– Había participado en tres guerrillas. Mi deporte era la cacería y quien caza un venado o un tigre, caza a un hombre, y la guerrilla es andar cazando adversarios que llegan a matarte. Esto me lo entenderán los costarricenses del 48.

– Honestamente, ¿ha sabido de estrategia?

– Nunca he ido a escuela militar. Soy el único comandante que llegó a ese cargo sin haber sido ungido guerrillero en Cuba.

– ¿Por qué usted?

– Por destino, o tal vez porque no había estudiado a Marx.

– A usted no le gustaba mucho eso de Marx.

– Por lógica, ¡qué me va a gustar lo que aplica un pelón a 20.000 kilómetros de Nicaragua, donde hay bastante nieve y acá no hay! La geopolítica es distinta.

– Los rusos tampoco lo querían.

– Le voy a decir: por mi posición, he tenido muchos adversarios…

– Los cubanos tampoco lo querían.

– Tampoco, porque me veían socialdemócrata. Me veían como mediatizador, aliado de la burguesía, reformista, la peor lacra. Yo era sandinista y las luchas sociales las divide el sandinismo en un tercio izquierda, un tercio derecha y un tercio en medio.

"¿Cuándo se irá Daniel Ortega?", le pregunto. Y Pastora, muy seguro, replica: "Mirá, si Daniel hace el canal (interoceánico), se queda Daniel forever"

– ¿Por qué funcionaron las reformas sociales en Costa Rica y en Nicaragua no?

– En Costa Rica funcionó porque, cuando la derecha llegó donde don Pepe a preguntarle si terminaba con las reformas de Calderón Guardia, don Pepe dijo: ‘Vamos a profundizarlas’. Aquí, dos tendencias de la dirección nacional se impusieron a la tercerista, que era la que más se parecía a la de don Pepe, la que está aplicando hoy Daniel Ortega.

– ¿Reconoce Ortega que se equivocó?

– Y Tomás Borge lo dijo: ‘Fuimos soberbios, arrogantes, prepotentes y nos enfermamos de poder’, las características de un oligarca.

–Y de un dictador.

– De un oligarca en el poder que se queda forever en el poder.

– ¿Tuvo usted la razón y los Ortega no?

– Ahora le echan la culpa a Ortega, que era el vocero.

– ¿Solo el vocero?

– No más el vocero. El hombre de ‘honra, vida y hacienda’ era Tomás (Borge); el de la guerra era Humberto; el de la planificación económica, Henry Ruiz. Daniel no participaba más que en decir lo que acordaban. Iba de pueblo en pueblo, defendiendo la Revolución.

–A usted le asignaron las milicias populares, pero era decorativo.

– Entonces quise ir a ayudar a los revolucionarios guatemaltecos, pero no me dejaron porque la dirigencia había pactado con el gobierno para que Guatemala no ayudara a la Contra a cambio de que Nicaragua no ayudara a la guerrilla.

– ¿Es esa dirigencia la que lo manda a “hacer que hace” la contrarrevolución desde el sur?

– Cuando salgo de Guatemala, me voy a vivir a Costa Rica y llegan a mi casa Alberto Fait, Rolando Araya y Fernando Berrocal y se me presentan como la izquierda de Liberación Nacional, y me dicen que la derecha le va a abrir la frontera a la Contra, que ya está negociado con la Embajada. ¿Qué puedo hacer?, y me dijeron: ‘Metete, vos estás resentido con el Frente’. Entonces hablo con Humberto Ortega y él me dice: ‘Hacé lo que creás más conveniente, pero si te metés, te voy a atacar duro’. Entonces, me entendí con la CIA porque era la única forma de que me dejaran operar en Costa Rica para detener a la Contra y presentar una alternativa de centro.
 
 Cuando no acepto los dictados de la CIA, dicen que soy el décimo miembro de la dirección nacional. El más grande piropo me lo dio Tomás (Borge): ‘Gracias a Dios, se te ocurrió la locura genial de hacer ARDE, si no, se mete la Contra por el sur’.

– Usted le sirvió de tapón militar al Frente.

– Sin que ellos quisieran ni lo decidieran. La dirección me mandó a matar cuatro veces. Cuando vengo donde Humberto, lo primero que le reclamo es que no le dijo a la dirección nacional y me dice: ‘Edén, un secreto es entre dos porque la dirigencia está infiltrada; si les cuento, lo sabe la CIA y te matan’.

– Militarmente, usted le cuidó el sur al Frente.

– Eso sí, yo le cuidé el sur. Si a mí me dicen: ‘¿Por qué pedirías una medalla?’ Yo diría que por haber hecho ARDE, porque nos estaríamos matando todavía. Eso vale más que 100 tomas de 100 palacios nacionales.

– Dijo que Ortega lo había mandado a matar y usted a él.

– Últimamente, llegué a la conclusión de que en La Penca, los dos se pusieron de acuerdo (la CIA y la Inteligencia del FSLN) para eliminar a Pastora, porque yo era una piedra en la bota izquierda y en la derecha. El que llevó la bomba era un doble agente.

– Amenazó con demandar a Peter Torbiörnsson por el documental sobre La Penca. ¿Lo hizo?

– Ahora viene a decir que él no sabía nada. Un hombre que monta un operativo de esa naturaleza y que lleva al tipo. El sueco había pasado conmigo 15 días. Yo dormía en mi hamaca, rodeado de mis escoltas; el plan era que me pusieran una bomba bajo la hamaca, pero no pudieron. Después hicieron la barbaridad.

– El libro ‘ US Policy in Costa Rica’ dice que ustedes eran la “única organización guerrillera en el mundo con un sistema de contabilidad corporativa”.

– La CIA le dio a ARDE $6 millones, mientras que a la Contra en el norte, $600 millones. Alfonso Robelo me daba para lo militar y él administraba lo político y administrativo en San José, que eran dos tercios de la ayuda. Él manejaba un gobierno paralelo con casas de $2.000, sueldos de $4.000, mientras que las ayudas familiares de los combatientes eran de $150.

– En el juicio de Noriega, en Miami, presentaron tres recibos por un total de $2,2 millones, producto de la venta de armas que ustedes le habían vendido. ¿Dónde están los millones que le dio la CIA a Edén Pastora, en Suiza, en Costa Rica?

– A mí la CIA nunca me dio un centavo; nunca tuvimos las suficientes armas para luchar, menos para vender; jamás he vendido un arma y si yo tuviera dinero guardado, sería masoquista. ¿Vivir en esta casa, frente a esta calle con esos ruidales y con $2 millones en un banco suizo? Eso lo hacen dictadores y politiqueros, yo soy honorable, un hombre que ha estado dispuesto a dar su vida. Nunca he tenido dinero.

– ¿El ideal del poder colectivo es un fracaso?

– Un fracaso. La historia me absolvió. El socialismo ortodoxo fracasó. En el 90 se vinieron las elecciones, negociadas con Estados Unidos. Dicen que Óscar Arias fue el hombre de la paz; no es cierto. La paz se acordó en Manzanillo, México, entre Estados Unidos y Nicaragua. Luego se vinieron donde Óscar Arias y le pidieron que implementara. Para que tuviera fuerza política, ‘le vamos a dar el premio Nobel de la Paz’. Es el único Nobel sin haberse firmado una paz.

– Tal como lo pone…

– Se lo consiguieron. Decía José Martí que, en política, lo real es lo que no se ve. Y lo que no se ve son estas cosas que estoy diciendo. La guerra que se había montado en el 81, 82, 83 y 84, se desmontó en el 85, 86, 87, hasta el 90. Las guerras no se montan ni desmontan por decreto.

– ¿Me está diciendo que Óscar Arias no pasó de gerente de desmantelamiento?

– Que me perdone si lo resiento, pero no pasó de eso.

– ¿Se habría podido derrocar a Somoza sin ayuda de Rodrigo Carazo?

– Sin la ayuda de él, de Figueres y de los ticos, habría sido muy difícil la tumbada de Somoza.

– ¿Habrá existido la Contra sin la ayuda de Luis Alberto Monge?

– Siempre hubiera existido porque toda revolución tiene su contrarrevolución.

– ¿Usó la base de “El murciélago”?

– No, porque yo tenía territorios liberados, yo usaba Costa Rica de tránsito. La Contra tuvo campamentos dirigidos por John Hull.

– ¿Cuántos ticos pelearon con usted?

– Varios. Lástima que no recuerdo el nombre, pero recuerdo un cipote de 16 años al que Rodrigo Carazo me ordenó que lo trajera de la primera línea.

– ¿Cuántos murieron?

– Unos 10 y eso es bastante porque no era su guerra.

– ¿Cómo le explica a esas familias que usted hace poco decidió que Ortega era el bueno y se vino a trabajar con él? ¿No es traición a su memoria?

– No. Primero, porque no lucharon por mí, sino por el pueblo de Nicaragua. Segundo, porque este gobierno está haciendo lo que esos ticos le decían que se hiciera; pelearon contra el Frente pidiendo que la Revolución fuera en libertad y democracia. Y si lo está haciendo, sería incoherente y errático no apoyarlo. Al año y medio de este gobierno, le dije: ‘Yo, con setenta y pico de años, vos con tus salarios austeros, y yo voy a llegar a 80 arrastrando los pies para venir a pedirte medicinas’. Entonces le dije que quería limpiar el río, que conozco muy bien.

"Mis amigos en Costa Rica eran don Pepe, José María y Mariano Figueres; Fernando Berrocal, Rolando Araya, Alberto Fait, el doctor Corrales de Cartago (...) Muchísimos".

– ¿Es cinismo u oportunismo de Pastora hacer genuflexión a Ortega?

– Tengo reumatismo en la columna, no me puedo doblar. Y ni ante los poderes más grandes de la tierra, Estados Unidos y Rusia, he hecho genuflexión; menos ahora ante Daniel. Lo que sí creo es que tengo que apoyar a un hombre que está haciendo lo que yo le decía que hiciera.

– ¿No es por ego que viene Pastora a buscar que lo recuerden, a tener sus últimos años de fama?

– ¿Por qué crees que dejé la universidad y me vine a la guerrilla? ¿Por ego? ¿Por qué crees que me metí al Palacio? ¿Por ego? ¿Por qué crees que he expuesto mi vida? ¿Por ego? Estoy viejito, de 76 años, ¿y voy a venir a claudicar la actitud ante la vida que he tenido siempre?

– ¿Lo ha hecho por las 20 manzanas que le dieron en Teonoste?

– No sé qué es primero, si el huevo o la gallina. Mi actitud ante la vida o las 20 manzanas. Nunca me tentó el dinero ni me va a tentar viejito.

– El Frente le está pagando con 20 manzanas en el proyecto más ambicioso del Pacífico por año y medio de trabajo.

– A un hombre se le juzga por la actitud de toda su vida, no por el último minuto.

– ¿Entonces cree que merece ese regalo?

– Me han ofrecido haciendas, jets, mansiones... La CIA me ofreció cuentas, me puso un maletín con $2 millones y no acepté. Ahora, si usted me da los buenos días, se los agarro, siempre que no vaya a comprometer mis principios. El Procurador me dijo que había llegado donde Daniel y le dijo: ‘Acá están estas tierras del Estado, las quiere Arnoldo Alemán, las quiere Payo Solís, las quiere Lenín Serna, ¿a quién se las doy?’ Y él dijo: ‘Dáselas a Edén, que nunca ha agarrado nada’.

– Si durante tantos años se cuidó de que no lo llamaran piñatero, ¿va a terminar siéndolo?

– Eso no es piñata, es una asignación del Estado por mis años de lucha.

– ¿Qué hará con ellas? ¿Las venderá?

– Hasta el momento, no ha llegado nadie en serio.

– Y anda usted con Yolanda como Ortega con Rosario: repartiendo consignas y escapularios. ¿Cómo define ese estilo de mezclar a Dios con el César? ¿Inspiración chavista?

– Daniel y Chayo siempre han sido una buena pareja, a tal extremo que la mantuvo cargada como escopeta de hacienda. En esos diez años que ella no tenía participación política, porque las otras tendencias le tenían la bota en el cuello, el complemento político de Daniel era Sergio Ramírez.

– ¿Por qué la bota en el cuello, qué era el miedo?

– Una víctima más y la redujeron a ama de casa. A esta Chayo que, una vez arrancada, no la parás; es un ciclón. Fue la secretaria de Pedro Joaquín Chamorro, no debe haber sido ninguna tonta. Le tenían miedo y entonces la bloqueaban pero, ahora sin bloqueo, se pierde de vista; es intelectual, poetisa, súper preparada, pelea por su género.

– Tiene unas actitudes religiosas contra el aborto y otros temas.

– Ella siempre ha sido muy católica. Sus amigas reconocen que desde niña celebraba la Purísima Concepción de María. No es de ahora por politiquería. La Chayo siempre ha sido poetisa; los poetas se elevan y ella como poetisa y religiosa.

– Tampoco Sor Juana Inés.

– Es que el hábito no hace al monje. Para conocer cómo actúa, hay que conocer la idiosincrasia del nica.

– Es ahí donde se ve populista. ¿Metieron en la licuadora religión y revolución y sale la pareja presidencial en afiches rosado peptobismol?

– El pueblo nica es muy mariano, y esta señora es mariana desde los 10 años.

– ¿Cuándo se irá Daniel Ortega?

– Mirá, si Daniel hace el canal, se queda Daniel forever . Eso es a lo que tienen miedo los antidanielistas.

– La idea de un presidente casi que vitalicio por reelección, nos suena a los ticos a dictadura camuflada.

– Dictador es el que atropella la ley, y Daniel no está atropellándola.

–Usted ha hablado de imperialismo, pero recorriendo la zona rosa, veo una Managua llena de rótulos (franquicias) del imperialismo ¿Es eso el desarrollo?

– El desarrollo son los programas sociales. Antes de que el Frente volviera al poder, estaban privatizando la salud y las escuelas; se estaba quitando la galleta vitaminada y el vasito de leche; no había medicinas ni camas.

– ¿Cuál es el plan de esta “segunda fase” de la Revolución para recuperar al casi millón de nicaragüenses que viven en Costa Rica? Nicaragua recibe $185 millones en remesas.

– Esperame que estemos trabajando el canal (interoceánico) y el canal seco, la refinería, que terminemos la comunicación satelital, que lleguen los 75 aviones porque vamos a tener línea aérea (“La Nica”). 
 
Tenemos diez megaproyectos y ese es el despegue de nosotros y ahí se va a venir una porción de nicas que están en Costa Rica y se van a venir técnicos ticos a trabajar aquí.

”Ese es el proyecto económico nuestro y, dentro de 10 años, Nicaragua va a ser inmensamente rico y Managua va a ser la capital más bonita de Centroamérica”.

http://www.nacion.com/ocio/revista-dominical/anos-Nicaragua-inmensamente-rico_0_1362063800.html

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