Christopher, nieto del expresidente, junto a su madre Denise y su abuela María Thereza Goulart. |
ANSA- La Comisión de la Verdad sobre la dictadura de Brasil (1964-1985), creada por la presidenta Dilma Rousseff, “sigue con atención” las investigaciones sobre la muerte del escritor chileno Pablo Neruda, que pudo haber sido envenenado por un ex agente de la CIA, según denunció el ex chofer de la víctima.
En Brasil no se descarta que existan eventuales similitudes entre el fallecimiento de Neruda y la muerte del ex presidente Joao Goulart, cuyo cadáver será exhumado con aval de Rousseff.
En Brasil no se descarta que existan eventuales similitudes entre el fallecimiento de Neruda y la muerte del ex presidente Joao Goulart, cuyo cadáver será exhumado con aval de Rousseff.
“Para la Comisión de la Verdad es importante lo que se averigüe en Chile sobre la muerte de Pablo Neruda, porque existe la sospecha de que fue envenado y ahora se conocen más declaraciones de su ex chofer”, afirmó hoy Nadine Borges, asesora del organismo en entrevista con ANSA.
Manuel Araya, quien fue chofer del premio Nobel de literatura Pablo Neruda, declaró ayer a ANSA en Chile, que éste posiblemente fue envenenado por Michael Townley, el ex agente de la CIA estadounidense y la DINA chilena.
En los años 70 el domicilio de Townley fue utilizado como laboratorio para realizar experimentos con gas Sarín destinado a eliminar opositores a la dictadura de Augusto Pinochet, la cual asesinó a varios disidentes que habían buscado refugio en otros países, a través de la red Cóndor, en complicidad con dictaduras de la región.
El cadáver de Pablo Neruda fue exhumado el 8 de abril pasado por orden de la Justicia chilena, que hizo lugar a una solicitud del Partido Comunista local según el cual el escritor pudo haber sido víctima de una intoxicación intencional cuando se encontraba hospitalizado en Santiago de Chile.
Su ex chofer Anaya, que fue prisionero político en el Estadio Nacional de Santiago, sostuvo que hay sospechas de que Townley se habría hecho pasar por un médico para inocular una sustancia letal en el cuerpo del escritor muerto 12 días después del golpe que derrocó a su amigo el ex presidente Salvador Allende.
“Estoy tomando conocimiento a través suyo de las declaraciones del señor que trabajaba como chofer de Pablo Neruda, no puedo vertir opinión definitiva sobre esto ahora, lo que sí digo es que vamos a incorporar esta información como elemento para nuestras investigaciones sobre el caso Goulart”, afirmó hoy Nadine Borges.
Ella es colaboradora de Rosa Cardoso, la coordinadora de la Comisión de la Verdad brasileña, y antes de ello Borges se desempeñó como subsecretaria de Derechos Humanos de la Presidencia de la Nación.
La Justicia chilena ordenó averiguar el paradero de un supuesto “Doctor Price”, quien habría firmado el certificado de defunción de Neruda y, de acuerdo con la declaración del ex chofer seria Michael Townley, quien reside en Estados Unidos con identidad falsa y amparado por la ley que protege a delincuentes arrepentidos.
“Townley estuvo comprometido en casos muy conocidos del Cóndor, si esta denuncia se confirma sería otra señal de que los miembros de esa coordinación realmente utilizaron el veneno como arma, y nos aportaría otro elemento para esclarecer que pasó con Goulart” cuando era exiliado en Argentina.
El ex presidente Joao Goulart falleció en circunstancias no esclarecidas el 6 de diciembre de 1976 en su finca de Corrientes, estado del noreste argentino, y un día después su cuerpo fue sepultado en Sao Borja, localidad del estado de Rio Grande do Sul, donde se encuentra hasta hoy.
Manuel Araya, quien fue chofer del premio Nobel de literatura Pablo Neruda, declaró ayer a ANSA en Chile, que éste posiblemente fue envenenado por Michael Townley, el ex agente de la CIA estadounidense y la DINA chilena.
En los años 70 el domicilio de Townley fue utilizado como laboratorio para realizar experimentos con gas Sarín destinado a eliminar opositores a la dictadura de Augusto Pinochet, la cual asesinó a varios disidentes que habían buscado refugio en otros países, a través de la red Cóndor, en complicidad con dictaduras de la región.
El cadáver de Pablo Neruda fue exhumado el 8 de abril pasado por orden de la Justicia chilena, que hizo lugar a una solicitud del Partido Comunista local según el cual el escritor pudo haber sido víctima de una intoxicación intencional cuando se encontraba hospitalizado en Santiago de Chile.
Su ex chofer Anaya, que fue prisionero político en el Estadio Nacional de Santiago, sostuvo que hay sospechas de que Townley se habría hecho pasar por un médico para inocular una sustancia letal en el cuerpo del escritor muerto 12 días después del golpe que derrocó a su amigo el ex presidente Salvador Allende.
“Estoy tomando conocimiento a través suyo de las declaraciones del señor que trabajaba como chofer de Pablo Neruda, no puedo vertir opinión definitiva sobre esto ahora, lo que sí digo es que vamos a incorporar esta información como elemento para nuestras investigaciones sobre el caso Goulart”, afirmó hoy Nadine Borges.
Ella es colaboradora de Rosa Cardoso, la coordinadora de la Comisión de la Verdad brasileña, y antes de ello Borges se desempeñó como subsecretaria de Derechos Humanos de la Presidencia de la Nación.
La Justicia chilena ordenó averiguar el paradero de un supuesto “Doctor Price”, quien habría firmado el certificado de defunción de Neruda y, de acuerdo con la declaración del ex chofer seria Michael Townley, quien reside en Estados Unidos con identidad falsa y amparado por la ley que protege a delincuentes arrepentidos.
“Townley estuvo comprometido en casos muy conocidos del Cóndor, si esta denuncia se confirma sería otra señal de que los miembros de esa coordinación realmente utilizaron el veneno como arma, y nos aportaría otro elemento para esclarecer que pasó con Goulart” cuando era exiliado en Argentina.
El ex presidente Joao Goulart falleció en circunstancias no esclarecidas el 6 de diciembre de 1976 en su finca de Corrientes, estado del noreste argentino, y un día después su cuerpo fue sepultado en Sao Borja, localidad del estado de Rio Grande do Sul, donde se encuentra hasta hoy.
La dictadura brasileña, por entonces bajo el mando del general Ernesto Geisel, prohibió que se realice una autopsia, lo cual es mencionado por sus familiares para fundamentar, junto a otros indicios, que el ex mandatario fue envenenado.
“Todo lo que está relacionado con el Cóndor es parte de un plan que seguía directrices más o menos parecidas, por muchos años se consideró que la sospecha de envenenamiento de Goulart era algo descabellado, ahora se la considera una posibilidad y por esto se decidió exhumarlo”, sostiene Borges.
“Nosotros queremos que todo se haga con la mayor seriedad, no vamos a hacer una concatenación apresurada de hechos entre Neruda y Goular, e incluso el presidente (chileno) Eduardo Frei también una posible víctima de envenenamiento”, aclara la colaboradora de la Comisión de la Verdad.
“Por el momento vamos a aguardar más noticias de Chile para tener un panorama más consistente y buscar, si es que existen, las similitudes con lo que pasó con Goulart”, resumió.
“Todo lo que está relacionado con el Cóndor es parte de un plan que seguía directrices más o menos parecidas, por muchos años se consideró que la sospecha de envenenamiento de Goulart era algo descabellado, ahora se la considera una posibilidad y por esto se decidió exhumarlo”, sostiene Borges.
“Nosotros queremos que todo se haga con la mayor seriedad, no vamos a hacer una concatenación apresurada de hechos entre Neruda y Goular, e incluso el presidente (chileno) Eduardo Frei también una posible víctima de envenenamiento”, aclara la colaboradora de la Comisión de la Verdad.
“Por el momento vamos a aguardar más noticias de Chile para tener un panorama más consistente y buscar, si es que existen, las similitudes con lo que pasó con Goulart”, resumió.