Las encuestas muestran que dos tercios de los estadounidenses
apoyan el levantamiento del embargo contra Cuba.
No obstante,
Washington mantiene la postura contraria.
La razón, según los analistas,
es que a pesar de su presencia minoritaria, los grupos anticastristas
tienen una fuerte influencia en decisiones políticas gracias a su apoyo
financiero a los legisladores.
Casi cinco décadas después del triunfo de la Revolución Cubana y de
que EE. UU. impusiera el famoso embargo contra la nación caribeña,
muchos se preguntan: ¿quién está detrás del mantenimiento de este
controversial bloqueo económico?
Y, ¿por qué continúa vigente la
legislación estadounidense que lo avala?
Para algunos analistas estas interrogantes revelan aspectos preocupantes de la relación financiera que mantienen algunas fuerzas políticas del país norteamericano con el embargo.
Decenas de millones de dólares destinados a desestabilizar al Gobierno cubano
“Las agrupaciones anticastristas dan mucho dinero a las campañas
políticas durante las elecciones; han aprendido las reglas del juego
político.
Por ejemplo, los cubanos que llegan hasta las playas de
Florida pueden obtener pronto la ciudadanía estadounidense, mientras que
los haitianos que aparecen en Miami son detenidos y deportados”,
asegura Frank Sharry, fundador de ‘Una Voz para América’.
Las organizaciones que investigan los fondos federales revelan que
los grupos anticastristas han contribuido con cientos de miles de
dólares a las campañas de varios aspirantes a la Cámara de
Representantes y el Senado.
“El Congreso se apropia de decenas de millones de dólares con el
propósito de desestabilizar al Gobierno de Cuba.
Se supone que buena
parte de estos fondos tiene que ser destinada a los disidentes en Cuba”,
opina Luis Rumbaud, miembro de la Alianza Cubano-Americana.
Y es que las posturas sobre Cuba varían en proporción directa a los
intereses políticos.
Por ejemplo, años atrás, como senador demócrata por
el estado de Illinois, Barack Obama se oponía públicamente al embargo.
No obstante, no lo deroga ahora que ocupa la Presidencia.
La lucha contra el enemigo comunista, ¿una injusticia que nadie desea?
Paralelamente, la imagen del embargo ante la opinión pública ha ido
cambiando con el tiempo.
En primera instancia fue presentado como un
instrumento de lucha contra el enemigo comunista, pero paulatinamente
esta medida ha pasado a ser considerada como una injusticia.
Las encuestas señalan que la mayoría de los ciudadanos
estadounidenses está a favor de terminar con el embargo.
Asimismo,
varias organizaciones y algunos miembros del Congreso estadounidense han
manifestado posturas similares.
No obstante, la decisión final es hasta
la fecha incierta y, por tanto, el bloqueo continúa siendo uno de los
mayores obstáculos para el desarrollo de la isla caribeña.