Los
oficiales de la policía israelí encargados de la prisión donde Yusuf,
el padre de Abir Eskafi, cumple su sentencia, no quisieron permitir que
la niña pudiera acceder a la sala donde los visitantes pueden reunirse
con los presos tras manifestar la niña su deseo de abrazar a su padre.
Abir Eskafi se quedó conmocionada por esa negativa tanto que, tras
regresar a casa, se negó a comer. Enmudeció.
Poco después empezó a quedarse paralizada entrando en un coma profundo que incluso llegó a afectar a sus funciones respiratorias.
Poco después empezó a quedarse paralizada entrando en un coma profundo que incluso llegó a afectar a sus funciones respiratorias.
Tuvieron que trasladarla a un
hospital de Hebrón para poder mantenerla en vida con medios
artificiales.
Los doctores del Hospital declararon que la situación de
Abir se deterioraba muy rápidamente.
Por ello, no podían trasladarla al
extranjero para aplicarle un tratamiento avanzado que el servicio de
salud palestino no estaba en condiciones de proporcionarle.
Los médicos
advirtieron que su vida correría grave peligro si se la movía de la
cama, si se interrumpía la conexión con el aparato de respiración
artificial.
Un tribunal israelí sentenció al padre de Abir a cuatro sentencias a cadena perpetua sin ninguna posibilidad de libertad condicional.
El abuelo de Abir, Abdul Rahim Mohsin Eskafi, comentó que la salud de la niña empezó a agravarse tras el último intento de visitar a su padre en la prisión.
Un tribunal israelí sentenció al padre de Abir a cuatro sentencias a cadena perpetua sin ninguna posibilidad de libertad condicional.
El abuelo de Abir, Abdul Rahim Mohsin Eskafi, comentó que la salud de la niña empezó a agravarse tras el último intento de visitar a su padre en la prisión.
Eskafi dijo que en otras
ocasiones se había permitido a Abir abrazar a su padre y pasar un par de
minutos con él.
En su última visita se le negó el permiso: había
superado el límite de edad permitida hacía pocos días.
La niña no pudo
asimilarlo.
Eskafi recordó que Abir se derrumbó cuando el oficial
israelí le impidió acercarse a su padre.
La niña siguió dando golpes en
la barrera de cristal mientras Yusuf respondía también de la misma forma
al otro lado.
Ni siquiera esta desgarradora escena consiguió ablandar
al oficial.
Cuando regresó a su hogar, empezó a golpear histéricamente
los muebles de la casa todo el tiempo hasta que perdió toda la fuerza de
su mano derecha.
Se negó a comer; seguía llamando a su padre.
Todos los doctores que visitaron a Abir diagnosticaron que la causa de su situación tenía raíces psicológicas.
Todos los doctores que visitaron a Abir diagnosticaron que la causa de su situación tenía raíces psicológicas.
Su salud se fue deteriorando hasta
quedar completamente paralizada.
Fue hospitalizada cuando entró en coma.
A Yusuf, el padre de Abir, han tenido que realizarle una operación de urgencia.
A Yusuf, el padre de Abir, han tenido que realizarle una operación de urgencia.
Sufrió un ataque al corazón al saber de la
situación de Abir.
Ahmad, el hermano mayor, murió de un disparo israelí en 2007; tenía 15 años.
También Abir falleció. Dejó de existir durante la noche del jueves 20 de abril de 2011.
Fuente: Salvador Lopez Arnal (fragmento)