“Seguridad humana no es una preocupación por las armas”
“En definitiva, la seguridad humana se expresa en un niño que no muere, una enfermedad que no se propaga, un empleo que no se elimina, una tensión étnica que no explota en violencia, seguridad humana no es una preocupación por las armas: es una preocupación por la vida y la dignidad humanas”. /1
El panorama inconfundible de cualquier favela se compone de viviendas inseguras entrelazadas, construidas en forma caótica, marañas de cables que llevan electricidad o TV cable a los pobladores, improvisadas conexiones clandestinas de caños que abastecen de agua dudosa, basuras amontonadas en las callejuelas y ríos de aguas contaminadas sin canalización, que favorecen la proliferación de enfermedades como hepatitis, tuberculosis y dengue.
A comienzo de este decenio Río de Janeiro tenía 513 favelas y era superada solo por Sao Paulo con 612. Otras 8 ciudades (Guarulho, Curitiba, Campinas, Belo Horizonte, Osasco, Salvador y Belem) sumaban otras 926 favelas. /2 En la actualidad se afirma que ya existen 1000 favelas en Río,
Los favelados suman aproximadamente unos 2 millones, es decir un tercio de la población de la ciudad (más de 6 millones) y más de un sexto de los pobladores de la región metropolitana (11,9 millones) según estadísticas de 2005.
El último fin de semana de noviembre todas las cadenas de TV de Brasil realizaron una cobertura “espectacular” de la invasión a algunas favelas de Río por centenares de policías militares (PM) de elite -el varias veces acusado de corrupción, BOPE - Batallón de Operaciones Especiales y 800 infantes de marina -integrantes de las Fuerzas Armadas con experiencia de represión a civiles en Haití- apoyados por helicópteros y vehículos blindados.
La operación comenzó el jueves 25 de noviembre en la Vila Cruzeiro y continuó el domingo 28 sobre el Complexo do Alemão que reúne 13 favelas donde viven unas 150 mil personas. No hay cifras oficiales sobre la cantidad de muertos que dejó como saldo la acción represiva. Ni imágenes de TV sobre ellos. Pero se deben contar como mínimo por decenas.
La Record News combinó escenas anodinas del operativo policial-militar con llamamientos a los favelados para que aplaudieran la intervención de los uniformados y publicidades de la “Faja abdominal “abdomil” que le garantiza la pérdida instantánea de 8 centímetros de cintura” O el “Champú acondicionador y oscurecedor Francisco Alves que elimina las canas y devuelve a su cabello el color natural: si era rubio vuelve a ser rubio, si era castaño vuelve a ser castaño, si era pelirrojo vuelve a su color original ”
Y aclaran no es “mágica” “no es tintura” es un “tratamiento”. No podía acusarse de incoherencia a la Record News: su publicidad era tan honesta y confiable como su cobertura de la invasión a las favelas de Río.
El embuste de la “guerra contra la droga”
Los gobiernos latinoamericanos y los grandes medios han aceptado entrar en esa demente e hipócrita “guerra contra la droga” desatada por EEUU, acatando esa visión sesgada del Imperio que protege y defiende sus corporaciones de las drogas “legales” (alcohol, tabaco, psicofármacos y todo tipo de medicamentos que transforman las enfermedades en crónicas y producen adicción) mientras presiona al mundo para “combatir” las drogas “ilegales” que le justifican en su propio país el racismo, la penalización de la pobreza y el despliegue de un estado policíaco-penal para dominar los desórdenes engendrados por la desocupación masiva, la imposición del trabajo asalariado precario y el achicamiento de la protección social.
Los principales países productores de drogas del mundo están bajo su dominio, mientras Estados Unidos es el principal consumidor mundial de drogas. Más de 7 millones de adictos a la cocaína que la consumen en su territorio, constituyen el mayor mercado del orbe. Sus Fuerzas Armadas son el mayor consumidor militar de drogas del planeta.
Las mafias que operan en su territorio dominan 90 por ciento del lucro. Y el 70 por ciento del dinero se lava en sus bancos globales.
En Afganistán la producción de opio desapareció entre 1996-2001 porque el Talibán consideró a la droga como enemiga del Islam. Hoy, con la invasión y ocupación de Estados Unidos, las transacciones ilícitas florecen y su gobierno títere administra la producción y tráfico.
El cultivo de la amapola adormidera, creció en forma exponencial durante la última década. De acuerdo a un informe de la Oficina de las Naciones Unidas sobre el control de Drogas (ONUDD) (Septiembre de 2009) /4 entre 2001 y 2002 el aumento del cultivo fue espectacular: de 8 mil hectáreas subió a 74 mil.
En 2003 siguió en aumento y llegó a 80 mil. En 2004 se produjo otro incremento formidable y se alcanzaron las 131 mil hectáreas cultivadas. En 2005 bajó un poco, llegando a 104 mil, pero en 2006 se registró otro repunte significativo y se llegó a las 165 mil hectáreas. El récord se alcanzó en 2007, con 193 mil hectáreas cultivadas.
En los últimos tres años la producción bajó, pero Afganistán sigue siendo el principal productor de opio y heroína, y se calcula que un 75 por ciento del opio mundial proviene de allí.
Afganistán es también el mayor productor de hachís del mundo. Según la Oficina de las Naciones Unidas sobre el control de Drogas: "Mientras otros países tienen cultivos incluso mayores de cannabis, el asombroso rendimiento de la cosecha de cannabis afgana hace de Afganistán el mayor productor de hachís", recoge el documento elaborado a base de datos sobre 1634 pueblos de 20 provincias afganas. Mientras Marruecos produce 40 kilos por hectárea, esta cifra se eleva en el caso de Afganistán hasta 145 kilos.
Se estima que los fructíferos campos afganos producen entre 1.500 a 3.500 toneladas de hachís cada año. Las ganancias de la cosecha son mayores que los que deja el cultivo del opio.
Una hectárea de cannabis arroja ingresos netos de 3.341 dólares frente a los 2.005 del opio.
En Latinoamérica el gran productor de cocaína sigue siendo Colombia, con un plantío de 68.000 hectáreas de coca en 2009, bajo la vigilancia estricta de los soldados estadounidenses que poseen seis bases militares en el país y cuentan con absoluta impunidad y libertad de movimientos en sus actividades.
Perú, el otro estrecho aliado privilegiado de EEUU en Sudamérica participa con entusiasmo en el plantío de la coca. Perú aumentó este plantío un 55% en la última década.
Mientras que el área para el cultivo de coca en Colombia sigue siendo superior que en Perú, los medios de comunicación locales e internacionales y funcionarios de la ONU han informado que el Perú ha superado en 2010 a Colombia como el principal productor de hoja de coca del mundo.
Sin embargo la DEA ha querido focalizar la guerra contra la droga en Bolivia, para hacer campaña contra el gobierno de Evo Morales.
En noviembre de 2008 la DEA fue expulsada de Bolivia.
En nuestra región la industria armamentista de Estados Unidos es beneficiaria de doble vía de esta supuesta guerra: Estados Unidos es el principal abastecedor de armas a los cárteles que operan en el continente y a los ejércitos y las policías que los combaten duplicando así exportaciones y beneficios.
En realidad EEUU es la principal narcopotencia del planeta.
La criminalización mundial del consumo favorece e impulsa el negocio de la producción y el tráfico de drogas.
Nuestra América debería legalizar y descriminalizar el consumo de drogas y enfocar el relacionamiento del estado con los adictos como un problema social y de salud para terminar con esa variante criminal del capitalismo y abandonar el embuste estadounidense de la guerra contra las drogas.
El proceso de pérdida de soberanía de Colombia y Perú frente a EEUU demuestra que esa supuesta guerra no es más que una armadilla para aumentar la injerencia imperial en nuestros países.
¿Y las milicias?
Las milicias existen en Rio desde la década del 70 y fueron en su origen formadas por comerciantes que pagaban policías para protegerlos de los traficantes de drogas e incluso para actuar como grupos de exterminio contra rateros, mendigos, pobladores desabrigados (moradores de rua) e incluso niños abandonados.
Hasta mediados de esta primera década del siglo fueron considerados una alternativa positiva al control del narcotráfico por políticos y comentaristas de los grandes medios.
El alcalde (prefeito) de Río de Janeiro César Maia (1993-1996, 2000-2003 y 2005-2008) apoyó a los grupos de milicias y llegó a llamarlas “autodefensas comunitarias” y un “mal menor que el tráfico”.
La gobernadora del estado Rosinha Matheus (2003-2006) no reconocía la existencia de las cuadrillas parapoliciales.
Pero en diciembre de 2006 los traficantes lanzaron una serie de ataques contra policías civiles y el propio gobierno, en represalia al avance de las milicias en las favelas. Incendiaron ómnibus, arrojaron bombas contra edificios públicos y mataron diez civiles y dos policías. La policía fluminense reaccionó asesinando a más de 100 supuestos “sospechosos” de los ataques.
El gobernador Sergio Cabral Filho (2007-2010 y reelecto este año por la coalición que lidera Lula) anunció al inicio de su gobierno que reprimiría las milicias. Pero luego, tanto la policía como el Ministerio Público declararon que la “integración a una milicia no constituye un delito criminal” y la expansión de los parapoliciales se siguió extendiendo.
Las milicias son grupos criminales formados por policías de los cuerpos de élite, bomberos, guardias municipales y agentes penitenciarios fuera de servicio o en actividad. Verdaderos grupos parapoliciales respaldados por políticos y líderes comunitarios corruptos. Más de 200 favelas de Río estarían bajo el control de las milicias.
Extorsionan pagos a cambio de protección a los moradores y comerciantes marcando símbolos (trébol de cuatro hojas, pinos o el emblema de Batman, entre otros) en las casas de los “protegidos” para identificarlas.
Aparte del cobro de tributos controlan el abastecimiento de los servicios de electricidad, la venta de las bombonas de gas y de agua potable, el transporte interno en las comunidades por medio de vans y moto-boys y las conexiones clandestinas de TV Cable –gatonet en la jerga carioca-.
También administran las maquinitas caza-niquel (prohibidas en todo el país) y tienen sus propios puestos de venta de drogas –bocas de fumo en el lenguaje popular- o los alquilan o venden a una facción del narcotráfico.
La favela Vila Joaniza, en la Isla del Gobernador, en la zona norte, es un ejemplo de convivencia pacífica entre milicia y narcotráfico. La comunidad es controlada por la facción del traficante Luiz Fernando da Costa –conocido como Fernandinho Beira-Mar- a la vez que una milicia explota la venta ilegal de gas y la distribución de señal de TV a cable.
En Campo Grande, en la zona oeste, la milicia ligada al ex policía militar Batman, actualmente preso, arrendó espacios en las comunidades Barbante y Carobinha para que los traficantes vendieran drogas. Carobinha fue alquilada a la facción que controla la favela Rocinha y Barbante fue entregada a los traficantes que responden a Fernandinho Beira-Mar.
Un líder comunitario que no quiso ser identificado afirmó que los milicianos poseen allí sus propias “bocas de fumo”. Otro sitio donde existe connivencia entre milicia y tráfico es el barrio Honorio Gurgel, en la zona norte donde está localizada la favela Palmeirinha controlada por una de las mayores milicias de Río.
Los milicianos también han vendido favelas a los traficantes. Ese es el caso de la comunidad Kelsons, en Penha adquirida por la facción de Beira-Mar /3
En 2008, fue instalada en la Asamblea Legislativa fluminense la Comisión Parlamentaria de Investigaciones (CPI) de las milicias, Diversos políticos fueron acusados como relacionados con ellas.
Los casos más notorios son los ediles (vereadores) Nadinho de la favela Río das Pedras y Jerominho y el hermano de este último, Natalino, diputado estadual identificados como miembros la facción Liga da Justiça que utiliza el emblema de Batman. También fueron identificados como representantes de milicias, la diputada Marina Maggessi y el diputado y ex secretario de seguridad Marcelo Itagiba.
La hija de Jerominho, Carmina Jerominho elegida edil, alcanzó a ser internada en una prisión de máxima seguridad pero terminó siendo liberada por la justicia y asumiendo su cargo en el consejo municipal. Ninguno de los notorios políticos-milicianos ha sido todavía juzgado y condenado.
El de las milicias fue un tema vedado para los grandes medios durante el operativo. No se menciona por qué pone en evidencia la corrupción policial y política. La consigna es demonizar al miserable que realiza la distribución y venta de la droga y que habita en casuchas tan sórdidas como sus vecinos.
La mayoría de los supuestos peligrosos delincuentes abatidos en “enfrentamientos” en las favelas de Río de Janeiro, no son más que ejecuciones sumarias de jóvenes desocupados seducidos por su única posibilidad de sobrevivencia: el menudeo de la droga. Los verdaderos jefes son empresarios “intachables” que viven en los barrios “nobles” de Río de Janeiro.
Las fortuitas incautaciones de decenas o centenas de kilos de marihuana ocultan que la droga entra al país por toneladas, en contenedores, por los grandes puertos, bajo la cobertura de insospechables empresas. Solo el 5% de los contenedores que ingresan al país son inspeccionados.
Rio: prototipo de desigualdad e injusticia
El primer mundo y el último conviven en los 1.182 kilómetros cuadrados del estado de Río de Janeiro. Los barrios “nobles” poseen un Índice de Desarrollo Humano (IDH) entre los diez primeros mayores IDH del mundo. Gávea tiene el mismo IDH que Australia (0.970) que está en segundo lugar en el listado mundial.
Leblon tiene un IDH (0.967) mayor que Canadá (0.966) que ostenta el cuarto lugar en el mundo. Jardim Guanabara iguala en IDH a Suecia (0.963) que se ubica séptimo e Ipanema con 0.962 supera a Francia (0.961) octavo en el ranking, Lagoa iguala a Finlandia (0.959) décimo en el mundo.
En el extremo opuesto tenemos el barrio de Manguinhos con un IDH (0.726) menor que el de Mongolia (0.727) que se ubica en el lugar 115 en el mundo; el Complexo do Alemão con un IDH (0.711) menor que Guinea Ecuatorial (0.719); la favela de Rocinha con un IDH (0.735) menor que los Territorios Palestinos y Jacarecinho con un IDH (0.731) menor que el de Honduras (0.732).
El Complexo do Alemão que escenificó el operativo policíaco-militar, posee poco más que el 7% de la población de las favelas y no mucho más del 1 o 2% de la superficie favelada de la ciudad.
Pero la acción fue presentada como una batalla definitiva contra el narcotráfico de Río. Comencemos por decir que en los últimos tres años, la policía y los servicios del Estado no ingresaron para nada en el Complexo.
Después de tres años sin aparecer, el lunes 29 de noviembre se realizó allí una recolección de residuos y de basurales para las cámaras de TV. Escuelas, guarderías y policlínicas o no existen o son insuficientes.
En una modesta guardería para niños de 2 a 5 años estos ya aprendieron que, al sentir los primeros disparos de una balacera, deben concurrir a un pequeño salón resguardado y cobijarse bajo una mesa. “Para que no nos maten” explica con convicción un niño de 3 años.
Durante la operación en la Vila Cruzeiro y el Complexo do Alemão el BOPE derrumbó puertas y allanó viviendas y destruyó o sustrajo pertenencias de los pobladores sin ninguna clase de autorización o fiscalización judicial. Ni la Orden de Abogados de Brasil (OAB) ni su filial de Río de Janeiro reclamaron por este obvio abuso del truculento Batallón de Operaciones Especiales.
Tampoco la Justicia ha hecho declaraciones al respecto. Se considera axiomático que los favelados no tienen los mismos derechos que los demás ciudadanos.
Sospechas…
Significativamente, desde mayo de 2010 existe una filial del banco español Santander en el Complexo do Alemão. De esta forma Santander se adelantó a Banco Azteca de Grupo Elektra, que busca también instalar su modelo de microcréditos en Brasil. Para eso Santander flexibilizó sus requisitos.
Mientras que el ingreso promedio exigido para abrir una cuenta en el banco es de unos 570 dólares (aprox. R$ 980) al mes, en la agencia instalada en Complexo do Alemão los clientes sólo deben acreditar un salario mínimo de 286 dólares (algo menos de R$ 500). Santander no es el único que ve negocio en las favelas.
El estatal Banco do Brasil anunció a fines de septiembre que abrirá agencias en Cidade de Deus y Rocinha, donde Bradesco ya tiene una sucursal.
¿Qué relación hay entre este reciente interés bancario por el microcrédito en las favelas y la espectacular operación policíaco-militar?
Existen también sospechas que hay fuertes intenciones inmobiliarias de revalorizar terrenos hoy depreciados por el dominio de la delincuencia en las favelas. Más aún con la perspectiva de un Campeonato Mundial de Fútbol en Brasil 2014 y una Olimpíada en Rio de Janeiro 2016. La especulación inmobiliaria no aceptaría los límites que las favelas están imponiendo en la actualidad a las perspectivas de enormes beneficios en zonas con visual marítima privilegiada.
Libertad para vivir sin temor, ni necesidad
“Teóricamente el modelo de las UPPs (Unidades de Policía Pacificadora adoptadas por el Gobernador Sergio Cabral con apoyo del gobierno Lula y la recién electa presidenta Dilma Rousseff) parecen lo ideal: la policía cerca del morador.
En la práctica, las denuncias de abuso contra los habitantes de las favelas y los morros, que no cuentan con los derechos comunes del conjunto de la población son frecuentes. “/5
Los UPPs realizan pinzas en las entradas de las favelas para pedir documentos y batidas en los morros para prender fumadores de maconha. Mientras no piden documentos en el Shopping de la Barra ni se persigue a los fumadores de maconha en la playa de Ipanema.
“¿Quién será mejor para dar las órdenes en la favela, el tráfico o la policía?” Se pregunta el Jornal Visao da favela Brasil y responde “Podemos vivir en armonía sin la presencia de las armas de ambas partes”/6
El Informe IDH de 1994 introdujo y definió el concepto de seguridad humana como “libertad para vivir sin temor y libertad para vivir sin necesidad” así como protección contra alteraciones súbitas y dolorosas de la vida cotidiana, ya sea en el hogar, en el empleo o en la comunidad”.
Este concepto de seguridad humana constituyó un cambio radical con respecto a las reflexiones tradicionales sobre paz y prevención de conflictos.
El estado brasileño no adhirió a esta concepción. Continúa priorizando la utilización de la intervención armada violenta de la policía militar y los militares en las favelas.
Tal como se explicaba entonces, el desarrollo humano y la seguridad humana son conceptos diferentes: el primero se vincula con ampliar las libertades de la gente y el segundo, con protegerla de amenazas a esas libertades.
La seguridad humana exige prestar atención a todos los riesgos que enfrenta el desarrollo humano, no sólo a situaciones de conflicto, post conflicto y ausencia del estado y sus beneficios sobre la población. Incluye la seguridad frente a amenazas crónicas como el hambre, las enfermedades y -en especial- frente a la represión. /7
Es a esta percepción sobre desarrollo y seguridad humana que adherimos. Poner a las personas en el centro del desarrollo es más que una mera declaración; significa lograr que el progreso sea equitativo y amplio para que la gente intervenga activa y democráticamente en todo tipo de decisiones, garantizando que los avances obtenidos no hipotequen el bienestar de las futuras generaciones.
La situación socioeconómica de las personas y los derechos y libertades tienen una sólida correlación.
Pero centrar todo en el aumento sistemático de la producción y el consumo no significa desarrollo humano. La crisis actual del “primer mundo” demuestra que el modelo de desarrollo capitalista, centrado en el aumento de la producción y consumo es insostenible.
Y contradictorio con un verdadero y democrático desarrollo de la humanidad.
La población de las favelas puede encaminarse en un auténtico desarrollo comunitario si se organiza y toma sus decisiones con democracia, sin tutelas u ocupaciones policiales o militares de su comunidad.
Ejerciendo el derecho de las personas a vivir una vida prolongada, sana y creativa; mientras persiguen objetivos que ellas mismas consideren necesarios; y participan activamente en el cuidado equilibrado del espacio que comparten.
Notas:
1) Informe sobre Desarrollo Humano 1994 (IDH) Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)
2) Fuente Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) 2000.
3) Mario Hugo Monken, de R7.com Rio de Janeiro, 10 05 2010. En la página inicial de R7.com puede consultarse un Mapa do crime nas favelas do Rio de Janeiro, con ubicación de las favelas y que facción del narcotráfico o milicia las controla.
4) Datos de la Oficina de las Naciones Unidas sobre el control de Drogas (ONUDD),).
5) Luiz Bicalho Guerra no RJ: Origem e Desenvolvimento Río de Janeiro, 28 de Novembro de 2010.
6) “VOCÊ TABÉM É COMPLEXO DO ALEMÃO” A verdade contada por quem vive lá Jornal Visao da favela Brasil 30 11 2010
7) Informe sobre Desarrollo Humano 2010 (IDH) Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)