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Wikileaks desata un terremoto con la mayor filtración de la historia: los secretos del Imperio al descubierto


Wikileaks acaba de desatar el mayor terremoto diplomático del que se tiene recuerdo en mucho tiempo. Las filtraciones, hechas públicas en la tarde de hoy a través de diversos medios de comunicación internacionales, amenazan con desatar una escalada de reacciones internacionales que ponen la estabilidad diplomática mundial al borde del precipicio. 

Se trata de más de 250.000 mensajes del Departamento de Estado de los EEUU, dirigidos a su personal diplomático y de inteligencia en todo el mundo, especialmente en aquellos rincones del planeta considerados de especial interés por la política imperial de los EEUU. 

Aunque era algo ya sobradamente sabido y, en otras ocasiones, han salido a la luz documentos, filtrados o desclasificados, que lo han demostrado sobradamente, el carácter imperial, injerecista, autoritario, antidemocrático y cuasifascista de este país para con la política internacional, queda ahora al descubierto en toda su magnitud. 

El escándalo mundial no ha hecho más que comenzar. 

Putin, autoritario y machista. Las fiestas salvajes de Berlusconi. Estrecho seguimiento de Sarkozy. Los movimientos para bloquear a Irán. El juego en torno a China. Los esfuerzos para aislar y derrocar a Chávez. La injerencia de EEUU en toda América Latina. La influencia en el golpe de estado en Honduras. Erdogan seguido de cerca por sus políticas "islamistas". 

La presión de algunos países árabaes para actuar contra Irán. Espiados el secretario general de la NNUU, y los principales funcionarios de la organización. Todo esto y mucho más, es lo que ha revelado esta tarde Wikileaks. 

Y, por lo que parece, la "fiesta", como decimos, no ha hecho más que empezar. Ya veremos como se van desarrollando los acontecimientos, pero, sin duda, vienen tiempos revueltos en la diplomacia internacional, unos tiempos de los que EEUU y sus aliados no parecen que vayan a salir muy bien parados...

Kaos. Internacional 


LA FILTRACIÓN MÁS IMPORTANTE DE LA HISTORIA
 
Wikileaks descubre la política exterior de EEUU

NUEVA YORK, 28 Nov. (EUROPA PRESS) - 

    Wikileaks ha vuelto a sacudir a la comunidad internacional con una nueva y masiva filtración de más de un cuarto de millón de documentos de la diplomacia estadounidense que describen en términos francos a los principales líderes internacionales y revelan graves irregularidades cometidas por el Departamento de Estado norteamericano, que habría ordenado espiar a los principales responsables de Naciones Unidas, entre otras informaciones reveladas por la organización dirigida por Julian Assange. 

    El Pentágono y el Departamento de Estado han reaccionado airadamente ante la publicación de los cables, y ha calificado de "irresponsable" la filtración, por "poner vidas en peligro". Wikileaks ha desatendido las advertencias formuladas en este sentido por los abogados de la cartera dirigida por Hillary Clinton y ha garantizado a lo largo de este domingo la divulgación de los documentos, a pesar de haber sufrido un ataque cibernético que ha dejado su web (www.wikileaks.org) inutilizada durante horas. 

    Como sucedió en anteriores filtraciones, los documentos han sido divulgados simultáneamente a través de diversos medios internacionales; en este caso 'Der Spiegel' (Alemania), junto con 'El País' (España), 'Le Monde' (Francia), 'The Guardian' (Reino Unido) y 'New York Times' (Estados Unidos).
ESPIONAJE EN LA o­nU
    Los documentos revelan una serie de "directivas humanas de inteligencia", bien ordenadas por Clinton o por su predecesora, Condoleezza Rice, por los que se ordena a los diplomáticos estadounidenses que obtengan información de "instalaciones militares, vehículos empleados por líderes políticos, e incluso muestras de ADN huellas dactilares", cita 'The Guardian'.

    Particularmente una de estas directivas tiene como objetivo "a la cúpula de Naciones Unidas". Los diplomáticos estadounidenses debían, en virtud de esa orden, obtener especificaciones técnicas de los sistemas de telecomunicaciones empleados por los principales responsables de la o­nU, así como sus redes privadas --contraseñas incluidas-- para el intercambio de información personal. 

RETRATOS DE LIDERAZGO

    Las informaciones clasificadas destacan el acercamiento entre el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y Asia en detrimento de la Unión Europea, a la que considera un actor "en segundo plano" del escenario internacional, según recoge el número de mañana del magacín alemán 'Der Spiegel', filtrado esta tarde en internet y recogido por un buen número de medios internacionales. 

    Estos documentos equiparan al presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, con el dictador nazi Adolf Hitler, consideran que la canciller alemana Angela Merkel tiene carácter de "teflón" y describen al presidente afgano, Hamid Karzai, como un "completo paranoico".

    Además, otras citas de los documentos mencionan que Obama prefiere estrechar las relaciones con Asia. El presidente estadounidense "no demuestra ningún tipo de conexión emocional con Europa" y concibe el mundo como "enfrentamiento entre dos superpotencias" en el que "la Unión Europea ostenta un segundo plano". El presidente galo, Nicolas Sarkozy, es calificado por ejemplo, como "el emperador desnudo". 

    En lo que a Italia se refiere, los documentos describen las "salvajes" fiestas del primer ministro Silvio Berlusconi, cuyas relaciones con el líder libio Muamar El Gadafi y con el primer ministro ruso Vladimir Putin (al que describen como "un macho alfa") provocan malestar en Washington.

    En el contexto de las relaciones internacionales, los documentos revelan que Estados Unidos empleo a los prisioneros de Guantánamo como "moneda de cambio" en las conversaciones diplomáticas o que Washington ha sido objeto de ataques cibernéticos procedentes de China desde hace ocho años --y que Pekín ordenó la contratación de 'hackers' nacionales para emprender un asalto pirata sobre la compañía Google--.  
 
TERRORISMO Y TENSIÓN EN ASIA

    En lo que a la lucha contra el terrorismo se refiere, destacan que la principal fuente de financiación de la red terrorista Al Qaeda siguen siendo mecenas de Arabia Saudí y de Qatar, un país que se ha acobardado a la hora de contener el terrorismo por miedo a parecer alineado con Estados Unidos. 

    En Yemen, el Gobierno ha asumido la responsabilidad de ataques secretos estadounidenses contra la rama local de Al Qaeda, según una conversación secreta entre el presidente Ali Abdulá Salé y el entonces comandante estadounidense en Oriente Próximo, el general David Petraeus, quien recibió garantías de que el Parlamento de Yemen no conocerá la verdadera naturaleza de los bombardeos. "Les diremos (a los diputados) que las bombas son nuestras y no vuestras", aseguró el dirigente yemení. 

    Además, los documentos también examinan la situación en Corea del Norte y Afganistán. En caso de Pyongyang, revelan conversaciones secretas entre diplomáticos estadounidenses y surcoreanos sobre la posibilidad de que el régimen comunista colapse "por problemas económicos" y "una crisis de sucesión" en el momento en el que el líder del país, Kim Jong Il, ceda el poder. 

    Sobre Afganistán, al margen de la "paranoia" exhibida por Karzai, se revela que el vicepresidente afgano, Ahmed Zia Masud, sacó de Afganistán 52 millones de dólares sin declarar, en un sólo viaje a Emiratos Árabes. 

    En el caso de Irán, en última instancia, los cables destacan los esfuerzos estadounidenses para convencer a Arabia Saudí de que una ofensiva militar contra Irán sólo retrasaría unos pocos años los esfuerzos de la República Islámica para obtener un arma nuclear.    

CONDENA DE WASHINGTON

    El portavoz del Departamento de Estado, P.J. Crowley, ha rechazado categóricamente que los diplomáticos estadounidenses sean empleados como espías. "Los diplomáticos son sólo eso: diplomáticos", aseguró Crowley a 'The Guardian'. "No se involucran en actividades de inteligencia. Representan a nuestro país en todo el mundo y mantienen un contacto transparente con otros gobiernos, y lo trasladan a casa. Es lo que han hecho durante cientos de años", aseguró.

    La Casa Blanca ha condenado igualmente la filtración de unos cables que "podrían afectar negativamente las discusiones privadas con los Gobiernos extranjeros y líderes de oposición". "Cuando estas conversaciones aparecen impresas, atentan profundamente no sólo contra nuestros intereses políticos internacionales, sino con los de nuestros aliados y amigos de todo el mundo", declaró el portavoz de Obama, Robert Gibbs.

    En última instancia, el Pentágono ha advertido de que, para evitar que se repita este "lamentable incidente", se han puesto en marcha una serie de medidas para evitar la descarga de estos documentos clasificados a memorias USB, entre otros formatos portátiles, hizo saber el portavoz Brian Whitman.


Especial filtración en el diario El País:
 

La mayor filtración de la historia deja al descubierto los secretos de la política exterior de EE UU
EL PAÍS desvela los documentos de Wikileaks.- Putin, autoritario y machista.- Las fiestas salvajes de Berlusconi.- Estrecho seguimiento de Sarkozy.- Los movimientos para bloquear a Irán.- El juego en torno a China.- Los esfuerzos para aislar a Chávez 
VICENTE JIMÉNEZ / ANTONIO CAÑO - Madrid - 28/11/2010 

EL PAÍS, en colaboración con otros diarios de Europa y Estados Unidos, revela a partir de hoy el contenido de la mayor filtración de documentos secretos a la que jamás se haya tenido acceso en toda la historia. Se trata de una colección de más de 250.000 mensajes del Departamento de Estado de Estados Unidos, obtenidos por la página digital Wikileaks, en los que se descubren episodios inéditos ocurridos en los puntos más conflictivos del mundo, así como otros muchos sucesos y datos de gran relevancia que desnudan por completo la política exterior norteamericana, sacan a la luz sus mecanismos y sus fuentes, dejan en evidencia sus debilidades y obsesiones, y en conjunto facilitan la comprensión por parte de los ciudadanos de las circunstancias en las que se desarrolla el lado oscuro de las relaciones internacionales.

Estos documentos recogen comentarios e informes elaborados por funcionarios estadounidenses, con un lenguaje muy franco, sobre personalidades de todo mundo, desvelan los contenidos de entrevistas del más alto nivel, descubren desconocidas actividades de espionaje y exponen con detalle las opiniones vertidas y datos aportados por diferentes fuentes en conversaciones con embajadores norteamericanos o personal diplomático de esa nación en numerosos países, incluido España.

Queda en evidencia, por ejemplo, la sospecha norteamericana de que la política rusa está en manos de Vladimir Putin, a quien se juzga como un político de corte autoritario cuyo estilo personal machista le permite conectar perfectamente con Silvio Berlusconi. Del primer ministro italiano se detallan sus "fiestas salvajes" y se expone la desconfianza profunda que despierta en Washington. Tampoco muestra la diplomacia estadounidense un gran aprecio por el presidente francés, Nicolas Sarkozy, a quien se sigue con gran meticulosidad acerca de cualquier movimiento para obstaculizar la política exterior de Estados Unidos.

Los cables prueban la intensa actividad de ese país para bloquear a Irán, el enorme juego que se desarrolla en torno a China, cuyo predominio en Asia se da casi por aceptado, o los esfuerzos por cortejar a países de América Latina para aislar al venezolano Hugo Chávez.

En ocasiones, las expresiones usadas en estos documentos son de tal naturaleza que pueden dinamitar las relaciones de Estados Unidos con algunos de sus principales aliados; en otras, pueden ponerse en riesgo algunos proyectos importantes de su política exterior, como el acercamiento a Rusia o el apoyo de ciertos Gobiernos árabes.

El alcance de estas revelaciones es de tal calibre que, seguramente, se podrá hablar de un antes y un después en lo que respecta a los hábitos diplomáticos. Esta filtración puede acabar con una era de la política exterior: los métodos tradicionales de comunicación y las prácticas empleadas para la consecución de información quedan en entredicho a partir de ahora.

Todos los servicios diplomáticos del mundo, y especialmente de Estados Unidos, donde esta filtración se suma a otras anteriores de menor trascendencia con papeles relativos a Irak y Afganistán, tendrán que replantearse desde este momento su modo de operar y, probablemente, modificar profundamente sus prácticas.

Intensas gestiones

Tratando de anticiparse a ese perjuicio, la Administración de Estados Unidos lleva varios días, desde que supo la existencia de esta fuga de documentos, realizando intensas gestiones ante el Congreso norteamericano y los Gobiernos de gran parte de las naciones ante los que tiene representación diplomática para informarles sobre el previsible contenido de las filtraciones y sus posibles consecuencias. El Departamento de Estado envió a principio de esta semana un informe a los principales comités de la Cámara de Representantes y del Senado previniéndoles sobre la situación.

La propia secretaria de Estado, Hillary Clinton, ha telefoneado en las últimas horas a los Gobiernos de los países más importante afectados por esta fuga de información, entre otros los de China, Alemania, Francia y Arabia Saudí, para alertarles de lo sucedido y ofrecer algunas justificaciones

En Reino Unido, Israel, Italia, Australia y Canadá, entre otros socios de Estados Unidos, portavoces de sus respectivos ministerios de Relaciones Exteriores confirmaron que habían recibido información de parte de los embajadores norteamericanos, aunque no revelaron detalles sobre los datos precisos que habían sido puestos en su conocimiento. No ha habido, sin embargo, comunicación directa entre la Embajada en Madrid y el Gobierno español acerca de este asunto.

El portavoz del Departamento de Estado, P. J. Crowley, ha reconocido que no conoce con exactitud las informaciones que aparecerán en los papeles filtrados, aunque ha adelantado que "estas revelaciones son dañinas para los intereses de Estados Unidos". "Van a crear tensiones entre nuestros diplomáticos y nuestros amigos alrededor del mundo", declaró este fin de semana.

El Departamento de Estado, que ha negociado con uno de los periódicos que hoy publican los cables algunos contenidos particularmente lesivos para sus intereses o peligrosos para ciertas personas, está especialmente preocupado por el daño que esto puede causar en la guerra contra Al Qaeda en algunas regiones en la que la libran de forma encubierta, como Yemen o Pakistán, así como los efectos que puede tener para las difíciles relaciones con otras potencias, como Rusia y China.

Los dos últimos años

Los documentos -251.287 mensajes que cubren un periodo hasta febrero de 2010 y, en su mayor parte, afectan a los dos últimos años- fueron facilitados por WikiLeaks hace varias semanas, además de a EL PAÍS, a los diarios The Guardian, de Reino Unido; The New York Times, de Estados Unidos; Le Monde, de Francia, y al semanario Der Spiegel, de Alemania. Estos medios han trabajado por separado en la valoración y selección del material, y pondrán a disposición de sus lectores aquellas historias que cada uno considere de mayor interés; en algunos casos serán coincidentes, en otros no.

Ese proceso se ha llevado a cabo bajo una exigente condición de no poner en peligro en ningún momento fuentes protegidas de antemano o personas cuya vida podría verse amenazada al desvelarse su identidad. Al mismo tiempo, todos los medios han hecho un esfuerzo supremo por evitar la revelación de episodios que pudieran suponer un riesgo para la seguridad de cualquier país, particularmente de Estados Unidos, el más expuesto por estas revelaciones. Por esa razón, algunos de los documentos que serán puestos a disposición de nuestros lectores a partir de hoy aparecerán parcialmente mutilados.

EL PAÍS no ha estado en el origen de la filtración y, por tanto, desconoce los criterios con los que se ha llevado a cabo la selección del paquete que finalmente ha llegado a manos del diario. Resulta evidente que los papeles analizados no son todos los emitidos en el mundo por el Departamento de Estado en el periodo de tiempo comprendido, pero ignoramos si esos son todos a los que ha tenido acceso WikiLeaks.

Pese a eso, el lector comprobará el valor que en sí mismo encierra el conjunto de documentos facilitados, al margen de que puedan existir otros muchos que aún se desconocen. Se trata de un material que aporta novedades relevantes sobre el manejo de asuntos de gran repercusión mundial, como el programa nuclear de Irán, las tensiones en Oriente Próximo, las guerras de Irak y Afganistán y otros conflictos en Asia y África.

Terrorismo y radicalismo islámico

También se recogen los movimientos entre Estados Unidos y sus aliados para hacer frente al terrorismo y al radicalismo islámico, así como detalles reveladores sobre episodios de tanta trascendencia como el boicot de China a la empresa Google o los negocios conjuntos de Putin y Berlusconi en el sector del petróleo. De especial interés son las pruebas que se aportan sobre el alcance de la corrupción a escala planetaria y las permanentes presiones que se ejercen sobre los diferentes Gobiernos, desde Brasil a Turquía, para favorecer los intereses comerciales o militares de Estados Unidos.

Entre los primeros documentos que hoy se hacen públicos, se descubre el pánico que los planes armamentísticos de Irán, incluido su programa nuclear, despiertan entre los países árabes, hasta el punto de que alguno de sus gobernantes llega a sugerir que es preferible una guerra convencional hoy que un Irán nuclear mañana. Se aprecia la enorme preocupación con la que Estados Unidos observa la evolución de los acontecimientos en Turquía y la estrecha vigilancia a la que se mantiene al primer ministro, Erdogan.

Y, sobre todo, esta primera entrega revela las instrucciones que el Departamento de Estado ha cursado a sus diplomáticos en Naciones Unidas y en algunos países para desarrollar una verdadera labor de espionaje sobre el secretario general de la o­nU, sus principales oficinas y sus más delicadas misiones.

Los lectores descubrirán al acceder a las sucesivas crónicas detalles insospechados sobre la personalidad de algunos destacados dirigentes y comprobarán el papel que desempeñan las más íntimas facetas humanas en las relaciones políticas. Eso resulta particularmente evidente en América Latina, donde se dan a conocer juicios de diplomáticos norteamericanos y de muchos de sus interlocutores sobre el carácter, las aficiones y los pecados de las figuras más controvertidas.

Mañana EL PAÍS ofrecerá detalles, por ejemplo, sobre las sospechas que la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, despierta en Washington, hasta el punto de que la Secretaría de Estado llega a solicitar información sobre su estado de salud mental. El mismo día se darán a conocer algunas de las gestiones que la diplomacia norteamericana ha realizado para repatriar a los presos de Guantánamo, así como la intensa actividad en Asia para frenar el peligro que representa Corea del Norte.

Cables controvertidos

Entre los cables con los que ha trabajado este periódico se encuentran informes extraordinariamente controvertidos, como los mensajes del embajador norteamericano en Trípoli en los que cuenta que el líder libio, Muamar el Gadafi, usa botox y es un verdadero hipocondríaco que hace filmar todos sus exámenes médicos para analizarlos posteriormente con sus doctores, y relatos con meticulosas descripciones del paisaje local, como el que hace un diplomático estadounidense invitado a una boda en Daguestán que sirve para ilustrar el grado de corrupción en la zona.

Hay cables de gran valor histórico, como el que revela la apuesta de la diplomacia norteamericana por el derrocamiento del general panameño Manuel Antonio Noriega o el que detalla ciertos movimientos de Estados Unidos durante el golpe de Estado que destituyó a Manuel Zelaya en Honduras, y cables de enorme interés sobre acontecimientos actuales, como el que precisa la presión ejercida sobre el presidente de Afganistán, Hamid Karzai, para que contenga los abusos de sus allegados y facilite la gobernabilidad del país.
En lo que respecta a España, estos documentos registran el enorme acceso de la Embajada de Estados Unidos a personalidades destacadas del ámbito político y judicial, y su influencia en algunos acontecimientos que han marcado la actualidad de los últimos años. 

También se descubre el punto de vista que funcionarios estadounidenses tienen de la clase política española, así como el que algunos políticos expresan sobre sus compañeros y adversarios.

En determinados casos, estas revelaciones tienen el estrictamente el valor que tiene la opinión de una persona de posición influyente. En otros casos, se trata de relatos que aportan pistas sobre acontecimientos importantes pero que son narrados por una sola fuente: el servicio diplomático de Estados Unidos. 

EL PAÍS no ha podido corroborar todos esos relatos y ha prescindido de algunos que ha considerado de dudosa credibilidad. Pero sí ha certificado otros y ha operado de forma responsable con el país objeto de la filtración con la intención de causar el menor daño posible. Entre otras precauciones, se ha decidido aceptar los compromisos a los que The New York Times llegue con el Departamento de Estado para evitar la difusión de determinados documentos.

No todos los papeles obtenidos por Wikileaks han sido utilizados para la elaboración de nuestras informaciones, y solo una parte de ellos serán expuestos públicamente, independientemente de lo que la propia WikiLeaks o los demás medios que han recibido el material decidan hacer. Se han seleccionado tan solo aquellos que consideramos imprescindibles para respaldar la información ofrecida.

Las informaciones han sido preparadas y escritas únicamente por redactores de nuestro periódico atendiendo a nuestras particulares exigencias de rigor y calidad. A lo largo de varios días se irán ofreciendo las crónicas que recogen la sustancia de esos documentos, añadiéndoles el contexto y la valoración requeridos, así como sus posibles reacciones y consecuencias.

Algunas de esas reacciones estarán, seguramente, dirigidas a examinar las causas por las que puede haberse producido una fuga de semejante magnitud. El origen de este problema puede remontarse a los días posteriores al ataque terrorista del 11 de septiembre de 2001, cuando se detectaron unos fallos de coordinación entre los servicios de inteligencia que recomendaron la necesidad de un modelo de comunicación que permitiera a los diferentes responsables de la seguridad compartir datos extraídos por el Departamento de Estado.

Un sistema de Internet del Ejército
Se extendió, por tanto, a partir de esa fecha el uso de un sistema de Internet del Ejército norteamericano denominado SIPRNET, un acrónimo de Secret Internet Protocol Router Network. Todos los cables que se incluyen en esta filtración fueron enviados por ese medio, como se comprueba por la etiqueta que cada uno de ellos lleva en su cabecera, la palabra SIPDIS, que son las siglas para Secret Internet Protocol Distribution.

Al menos 180 embajadas norteamericanas alrededor del mundo utilizan actualmente ese sistema de comunicación, según informes elaborados por el Congreso norteamericano. 

Aunque se exigen fuertes medidas de seguridad para el uso de ese sistema, como la de mantenerlo abierto únicamente cuando el usuario está frente a la pantalla, la exigencia de cambiar la clave cada cinco meses o la prohibición de utilizar cualquier clase de CD u otro método de copia de contenidos, el número de personas que ahora acceden a la información ha crecido considerablemente.

A ese crecimiento ha ayudado también la necesidad de ampliar el número de personas trabajando en cuestiones de seguridad y, como consecuencia, la del número de personas a la que se da acceso a documentos clasificados. 

El Departamento de Estado clasifica sus informes en una escala que va del Top Secret al Confidential. En los documentos facilitados a EL PAÍS no hay ninguno clasificado como Top Secret, aunque sí más de 15.000 situados en la escala inferior, Secret.

Según se puede deducir de datos elaborados por la Oficina de Control del Gobierno, perteneciente al Congreso norteamericano, y otros expuestos recientemente por medios de comunicación de ese país, más de tres millones de estadounidenses están autorizados al acceso a ese material Secret. 

Eso incluye decenas de miles de empleados del Departamento de Estado, funcionarios de la CIA, del FBI, de la DEA, de los servicios de inteligencia de las fuerzas armadas y de otros departamentos implicados en la búsqueda de información. En Estados Unidos funcionan 16 agencias con responsabilidades de espionaje.

Será muy costoso, por tanto, para ese país reparar el daño causado por esta filtración, y llevará años poner en pie un nuevo sistema de comunicación con plenas garantías. Lo más importante, sin embargo, es el valor informativo que esos documentos tienen actualmente. 

Estamos ante una serie de relatos, sin precedentes en el periodismo español, que servirán para una mejor comprensión de algunos conflictos y de personalidades que afectan determinantemente a nuestra vida y que pueden abrir a nuestros lectores a una nueva interpretación de la realidad que les rodea.

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