El Premio Nobel de Literatura en 1971, “fue presumiblemente envenenado con una sobredosis de dipirona para evitar que encabezara la oposición a la dictadura militar de Augusto Pinochet”, sostuvo el abogado Eduardo Contreras, querellante del caso que investiga la muerte del poeta chileno.
“Neruda era sin duda un objetivo para Pinochet. Junto al presidente Salvador Allende y al cantante Víctor Jara eran símbolos del recién derrocado gobierno socialista”, opinó Contreras, ex diputado chileno, según informó DPA.
Contreras, quien procesó a cientos de represores en Chile, aseveró que los militares “no podían permitirse que Pablo Neruda (1904-1973) liderara la resistencia democrática desde México, donde pensaba exiliarse”.
“Hay un conjunto de indicios y sospechas que hacen razonablemente presumir una probable intervención de terceros en su muerte”, ahondó el jurista, quien pidió la exhumación del cadáver del escritor, la cual tendrá lugar en abril próximo.
Entre las contradicciones del caso, Contreras citó la desaparición de la ficha médica del poeta y la ausencia de un listado completo de los trabajadores de la Clínica Santa María.
En ese centro médico falleció, además, en 1982, el ex presidente demócrata cristiano Eduardo Frei, en principio envenenado con gas mostaza y toxina botulínica, como revelan investigaciones judiciales.
En el caso de Neruda, el abogado enfatizó que el diagnóstico de caquexia, un estado casi vegetal asociado al cáncer, es contradictorio con la actividad del poeta en ese tiempo.
“Hay varios testigos importantes, entre ellos el entonces embajador de México en Chile, Gonzalo Martínez Corbalá, que estuvieron con Neruda hasta muy poco antes de su muerte y que señalan que estaba vital”, insistió Contreras.
Respecto a la exhumación prevista para abril, dijo que “se espera que con la actual tecnología sea posible detectar, pese al tiempo trascurrido y la proximidad al mar, la existencia de tóxicos en los restos de Neruda”.
“Para eso actuará un excelente equipo de expertos, nacionales y extranjeros, y se enviará muestras a los laboratorios de mayor calidad en el exterior, sin perjuicio de lo que se haga en Chile”, detalló.
Telam
“Neruda era sin duda un objetivo para Pinochet. Junto al presidente Salvador Allende y al cantante Víctor Jara eran símbolos del recién derrocado gobierno socialista”, opinó Contreras, ex diputado chileno, según informó DPA.
Contreras, quien procesó a cientos de represores en Chile, aseveró que los militares “no podían permitirse que Pablo Neruda (1904-1973) liderara la resistencia democrática desde México, donde pensaba exiliarse”.
“Hay un conjunto de indicios y sospechas que hacen razonablemente presumir una probable intervención de terceros en su muerte”, ahondó el jurista, quien pidió la exhumación del cadáver del escritor, la cual tendrá lugar en abril próximo.
Entre las contradicciones del caso, Contreras citó la desaparición de la ficha médica del poeta y la ausencia de un listado completo de los trabajadores de la Clínica Santa María.
En ese centro médico falleció, además, en 1982, el ex presidente demócrata cristiano Eduardo Frei, en principio envenenado con gas mostaza y toxina botulínica, como revelan investigaciones judiciales.
En el caso de Neruda, el abogado enfatizó que el diagnóstico de caquexia, un estado casi vegetal asociado al cáncer, es contradictorio con la actividad del poeta en ese tiempo.
“Hay varios testigos importantes, entre ellos el entonces embajador de México en Chile, Gonzalo Martínez Corbalá, que estuvieron con Neruda hasta muy poco antes de su muerte y que señalan que estaba vital”, insistió Contreras.
Respecto a la exhumación prevista para abril, dijo que “se espera que con la actual tecnología sea posible detectar, pese al tiempo trascurrido y la proximidad al mar, la existencia de tóxicos en los restos de Neruda”.
“Para eso actuará un excelente equipo de expertos, nacionales y extranjeros, y se enviará muestras a los laboratorios de mayor calidad en el exterior, sin perjuicio de lo que se haga en Chile”, detalló.
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