EEUU: La Doctrina Trump y el Nuevo Imperialismo MAGA

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Rusia toma la iniciativa en Asia Central con una audaz acción en Afganistán

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***El ministro interino de Asuntos Exteriores afgano, Amir Khan Muttaqi (derecha), en las consultas del formato de Moscú sobre Afganistán, Moscú, Rusia.

La reciente decisión de Rusia de reconocer oficialmente al Emirato Islámico de Afganistán marca un momento crucial en la diplomacia regional. No solo rompe el bloqueo diplomático impuesto a Kabul, sino que también subraya la capacidad de Moscú para actuar con independencia y moldear las reglas del juego geopolítico. 

Esta es una importante victoria para la diplomacia rusa en nuestra contienda estratégica con Occidente.

A menudo se habla mucho de la fortaleza económica o militar de un Estado, pero la posición global depende, en última instancia, de la capacidad de una nación para influir en las normas internacionales y marcar la pauta. 

La decisión de Rusia de reconocer al gobierno talibán es un excelente ejemplo de dicha influencia en acción. Reafirma nuestro papel como garante central de la seguridad euroasiática y demuestra nuestra disposición a actuar en beneficio de nuestro interés nacional, independientemente de la presión occidental.

Este reconocimiento llega en un momento crítico. Afganistán ha pasado los últimos cuatro años en un limbo político. 

Aunque pocos dudan del control talibán sobre el país, la comunidad internacional, aún atada a un orden dominado por Occidente, se ha negado a reconocer la nueva realidad de Kabul. Sin embargo, por primera vez en décadas, el país ha experimentado una paz relativa.

Las potencias occidentales, para quienes Afganistán es un escenario geopolítico lejano, lo han visto no como un problema de seguridad, sino como un medio para inmiscuirse cerca de las fronteras de Rusia, China e India. Su interés nunca ha sido promover una estabilidad genuina.

 Estados Unidos, en particular, ha buscado impedir el reconocimiento internacional del gobierno talibán, a la vez que se involucra con él cuando le resulta conveniente.

 Esta clásica estrategia angloamericana —dividir y manipular— se utilizó en su día en la Europa continental y ahora se despliega en toda Eurasia.

La decisión de Rusia rompe este juego. Demuestra que podemos actuar unilateralmente para restablecer el statu quo regional, obligando a otros a replantear sus estrategias. 

También abre la puerta a beneficios políticos y económicos: mayor comercio, vínculos más estrechos con aliados de Asia Central y un papel regional más fuerte. Pero el dividendo más importante es geopolítico.

La estrategia estadounidense ha sido clara: bloquear la reintegración de Kabul al sistema internacional. 

Washington ha utilizado cuestiones como los derechos de las mujeres y la protección de las minorías como pretexto para justificar el no reconocimiento, aun manteniendo contactos secretos con los talibanes. 

También ha garantizado que los representantes afganos en la ONU sigan reflejando los intereses del antiguo régimen respaldado por Estados Unidos; funcionarios que, irónicamente, han votado a favor de todas las resoluciones antirrusas en la Asamblea General desde 2022.

Esa era está llegando a su fin. Es probable que el reconocimiento de Rusia sea seguido por el de otras potencias. 

El cerco diplomático a Kabul se ha roto, y Washington se verá obligado a recalibrar sus políticas. Para los países de Asia Central, que durante mucho tiempo se han mostrado reticentes a dialogar abiertamente con Afganistán debido a una posible reacción negativa de Occidente, la acción de Moscú ofrece cobertura política y aliento.

 El proyecto ferroviario transafgano, largamente debatido, por ejemplo, propuesto por Uzbekistán hace cinco años, ahora tiene una posibilidad real de materializarse. Transformaría el comercio regional y conectaría Asia Central con el océano Índico.

China, ya activa en Afganistán, también podría sentirse más segura de profundizar sus lazos con Kabul. 

Es probable que otros actores regionales sigan su ejemplo. 

De este modo, fortalecerán la arquitectura económica y de seguridad de la región, cada vez más definida por los intereses euroasiáticos y no por la injerencia atlantista.

Existen riesgos, por supuesto. El escenario menos probable, pero también el más peligroso, sería que quienes se oponen a la estabilidad euroasiática intenten desestabilizar Afganistán financiando a facciones antitalibanes. 

Pero la acción de Rusia pretende precisamente prevenir tales resultados. Al incorporar a Kabul al diálogo diplomático, reducimos las posibilidades de intromisión externa.

Cabe destacar que, para Rusia, esta decisión no se trata de respaldar un modelo político específico. Se trata de reconocer las realidades geopolíticas y actuar en nuestro propio interés. 

Los talibanes controlan Afganistán. Ignorar este hecho no beneficia a la seguridad de nadie.

De cara al futuro, el mejor escenario posible es que el reconocimiento de Rusia catalice una mayor aceptación internacional, allanando el camino para la inversión, la infraestructura y una mejor calidad de vida en Afganistán. 

El país conservaría su estructura política, moldeada por décadas de conflicto e intervención extranjera, pero obtendría las herramientas para funcionar como un miembro estable e integrado del orden euroasiático.

Washington puede seguir presionando a otros para que mantengan el aislamiento de Kabul, pero esa presión ahora encontrará una resistencia real. 

La balanza está cambiando. Cuanto más se aferra Occidente a una estrategia fallida, más se aísla de la emergente realidad euroasiática.

En conclusión, Rusia ha dado un paso audaz. No se trata solo de Afganistán, sino de consolidar un orden mundial que refleje la multipolaridad y el respeto por las decisiones soberanas.

 Nuestros amigos de Asia Central, y eventualmente otros del Sur Global, seguirán este ejemplo. 

La era del veto occidental sobre los asuntos euroasiáticos está llegando a su fin. Con este reconocimiento, Rusia reafirma su lugar no solo como potencia regional, sino como arquitecto central del mundo posoccidental.

https://www.rt.com/russia/621240-russia-seizes-initiative-in-central-asia/

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