Cantos de sirena y los grandilocuentes logros del que nunca cumple en El Salvador

***El de esta jugada ocupa un cargo público.

Construye su imagen con un discurso bonito, ofreciendo cositas bonitas, rodeándose de seguidores bonitos, los que, por alguna razón, siempre aplauden. El demagogo sabe venderse, generar expectativas, echar la casa por la ventana, para luego y una vez en el puesto, mamar a dos, a cuatro tetas.

Ya sabes, estableciendo su discurso, con afirmaciones como, “…el dinero alcanza cuando no se roba…”, “…haremos cuatro escuelas diarias, digo, dos…”, “…dios me ha elegido…”, y toda suerte de promesas.

El manual del perfecto idiota latinoamericano, de don Marito Vargas Llosa señala como estos son politiqueros de vieja usanza latinoamericana, demagogos, mitómano compulsivos, y por supuesto, cleptómanos.

Lo por supuesto sabía, pues siempre estuvo junto a ellos. Son además y por extensión mitómanos consuetudinarios, y para colmo, lo demás, por lo que eso de buscar cargos públicos es para servirse con la cuchara más grande.

Consideremos a manera de ejercicio ilustrativo al individuo de peinado sospechoso que ocupa la presidencia ilegalmente en ese país chiquito, pero no el más chiquito, del caribe.

Si, es un demagogo, compulsamente mentiroso, algo que hace cada vez que abre la boca, con jugaditas como la de desfinanciar educación, despedir maestros, cerrar escuelas, casas de cultura, el zoológico, el coro nacional, negarle los fondos que adeuda a la única universidad pública del país, etcétera, mientras asegura que “…construirá 2 escuelas diarias…”.

O lo de establecer en órbita baja un satélite que circunnavegue al planeta; o aquello de lograr que cada ciudadano sea solvente usando el bitcoin, en el primer cripto estado, sin la necesaria solvencia financiera para hacerlo, pero además agravándolo despojando de sus tierras a campesinos humildes para construir “bitcoin city”, sin construirla, pero además olvidando casualmente reintegrar esas tierras.

También olvidando por alguna otra razón dar cuentas de sus cuentas, como impone la ley, como también hacen sus seguidores en la asamblea de ese país chiquito, – porque entienden que, para quedar bien, deben hacer lo que aquel hace -, impulsando proyectos sobrevalorados e inviables técnicamente como el de la vía que lleva al occidente de ese paisito.

Don Marito advierte que estos son caudillos en toda regla, que exhiben con el tiempo su verdadera personalidad, descarnadamente despótica, proyectado sus inseguridades con arrebatos de histrionismo puro, imponiendo a su círculo delirios extremos, los que, para conservar el huesito, satisfacen sin más.

Para aliviar la frágil personalidad del demagogo, para que mantenga la inspiración, de la que dependen, haciendo lo que sea.

Porque esos incondicionales tienen como único activo ser oportunistas y nada más. Así, entre toditos mantiene el cuento de logros imaginarios, pues, de todos modos, según ese manual, el pueblo siempre creerá una mentira antes que la verdad.

Así que, esas no son aguas que beberemos, y, cualquier símil es pura casualidad, porque, para nuestra suerte, el nuestro es un país que vive en la fiesta sin fin, regalo del meritito líder.

El mero escogido de diosito.

Luis Colato