***La propuesta del mandatario surge como un contrapeso de la criptodivisa, que si bien ha tenido un ascenso meteórico, representa una piedra de tranca para solicitar un desembolso del FMI.
El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, abrió una nueva puerta, hasta ahora clausurada, que le dota de un nuevo andamiaje y da una ‘vuelta de tuerca’ al escenario económico que se avizora para el futuro de su segundo mandato, que recién comenzó en junio.
Esta inesperada ‘tercera vía’ surge en el contexto de la crecida meteórica del bitcóin, que es la moneda de curso legal en el país desde 2021 y las peticiones del Fondo Monetario Internacional (FMI), que apuntan a cortar su vuelo para poder desembolsar un millonario préstamo a cambio.
En días pasados, Bukele se refirió al proyecto que enviará a la Asamblea Legislativa. Allí, cuenta con los escaños necesarios para derogar la Ley de Prohibición de la Minería, aprobada en 2017, como normativa para mitigar el impacto negativo de esa actividad en el medio ambiente y la salud.
Esta propuesta abre la posibilidad de retomar la minería y de aprovechar sus ganancias para atender e impulsar la economía del país centroamericano, a través de la generación de nuevos empleos y de inversión en sectores como infraestructura.
Las voces de los «ecologistas fanáticos»
El mandatario tachó de «ecologistas fanáticos» a quienes se oponen al retorno de la minería, ante el preocupante porcentaje de contaminación hídrica en El Salvador.
Bukele considera fuera de lugar ese cuestionamiento y argumenta que «ningún país en el mundo» prohíbe la minería. Según su punto de vista, la solución pasaría por recuperar el porcentaje de ríos contaminados y no salvar el 5 % restante.
Paradójicamente, la única manera que propone para sanear esas aguas contaminadas, a través de inyecciones de millonarios recursos, es con dinero de la propia minería.
¿De dónde saldrán los recursos?
Para sustentar su propuesta, se refirió a los 3 millones de millones de dólares que han sido calculados como riqueza potencial en oro en la nación centroamericana, y que «superan más de 8.000 veces el PIB«.
El mandatario indicó que también se han encontrado recursos esenciales para la cuarta y quinta revolución industrial, como litio, cobalto y níquel; platino, paladio e iridio; tantalio y titanio; galio y germanio; renio y hafnio, entre otros.
Sobre cómo desarrollar las actividades mineras, habló de una «explotación responsable» para «poder invertir en recuperar» los «ríos, lagos, bosques y reforestar», al tiempo que pidió «confianza» para «manejar» los recursos naturales.
Las celebraciones
«¿Dónde están los que te llamaron loco por comprar bitcóin?«, fueron las palabras de un internauta en medio de las celebraciones de Bukele en las redes cuando se disparó el valor del bitcóin, que hace una semana dejó atrás la barrera de los 100.000 dólares por primera vez, lo que representó un nuevo récord histórico.
El mandatario centroamericano aseveró en las redes que las reservas de la moneda digital de su país valen ahora 127,30 % más de lo que pagaron por ellas, «lo que significa un incremento de más de 344 millones de dólares».
A esa misma interacción, agregó una captura de pantalla donde se observa que las tenencias de bitcoin de su país aumentaron en 117,74 %, lo que implica 603 millones de dólares. Concretamente, el Gobierno invirtió inicialmente unos 269,7 millones de dólares, lo que resultó en una ganancia potencial de más de 333,5 millones de dólares. El valor neto solo se podrá conocer cuando se vendan esas monedas digitales.
En medio de su festejo, Bukele envió un duro mensaje a quienes se opusieron desde el principio a sus políticas económicas. Dijo que se equivocaron «de manera estrepitosa» y los culpó de «infundir miedo en la población», lo que, en su opinión, «afectó a muchos» debido a que «perdieron esas ganancias».
Sin embargo, no solo la oposición en su país ha mostrado sus reservas. El FMI ha advertido sobre «potenciales riesgos» de la criptomoneda, lo que ha sido una piedra de tranca en el camino de una negociación.
La entrada en escena del FMI
Para la organización financiera, aunque no se han hecho patentes los riesgos relacionados con el uso de las cripto, hay consenso sobre «la necesidad de redoblar los esfuerzos para mejorar la transparencia y mitigar los potenciales riesgos fiscales y de estabilidad financiera del proyecto bitcóin».
El Salvador y el FMI se encuentran en un proceso de negociaciones con miras a un préstamo de 1.300 millones de dólares. En medio de esas conversaciones, el país centroamericano tendría que hacer modificaciones en su Ley Bitcoin, como la eliminación del requisito legal que obliga a las empresas locales a aceptar la criptomoneda como medio de pago, lo que abriría la puerta a que su uso sea voluntario.
Al respecto, la directora de comunicaciones del FMI, Julie Kozack, aseveró en octubre pasado que un «elemento clave» de las discusiones es el «compromiso de abordar los riesgos derivados de bitcóin«, que pasan por la recomendación de «reducir el alcance de la ley», fortalecer el marco regulatorio y la supervisión del ecosistema de la criptomoneda y limitar su exposición en el sector público, recoge Cripto 247.
