Nicaragua: “Oenegé” de Javier Meléndez Quiñónez facturó C$88 millones anuales

El bloqueo de Cuba: crimen y fracaso

Sobre la hambruna masiva en la URSS en la década de 1930

La triste realidad de los tiempos modernos han sido los intentos de algunos países de reescribir la historia para justificar sus pasos indecentes en la arena internacional, de desorientar a la comunidad mundial sobre el significado y consecuencias de ciertos hechos históricos para satanizar a los Estados que intentan desempeñar un papel independiente en el ámbito internacional.

  Un ejemplo típico son las tentativas para consolidar conceptos como «Holodomor» en relación con los acontecimientos que tuvieron lugar en la URSS en la década de los 1930.

Hambruna masiva en 1932-33 en la URSS tuvo un carácter indiscriminado, fue una tragedia común de los rusos, ucranianos, kazajos y otros pueblos que habitaban la Unión Soviética y, por supuesto, el mayor desastre humanitario en el territorio de la URSS, en el que, según diversas estimaciones, perecieron de dos a ocho millones de personas.

La tragedia fue provocada por una grave sequía y malas cosechas, a las que se sumaron las medidas de emergencia del gobierno soviético para garantizar la transición a nuevos principios de gestión de producción. Su implementación se aseguró con la misma rigidez en todas las regiones agrícolas de la URSS sin excepción.

En 1929, se inició la colectivización forzosa del campo sobre la base del despojo y la adquisición forzosa de cereales debido a la necesidad de reunir recursos para mantener el ritmo de industrialización forzada del país con el fin de asegurar la posición económica independiente y la competitividad del joven Estado soviético en el mundo. 

En 1930-33 se exportaron más de 10 millones de toneladas de grano de la URSS a Occidente. 

Esto se hizo debido a que los países occidentales no aceptaron de la Rusia soviética nada más que granos como pago por máquinas, herramientas y equipo, obviamente con la esperanza de que en las condiciones de continuas malas cosechas y hambruna, la Unión Soviética abandonaría sus planes de industrialización con consecuencias políticas lógicas.

Como resultado, los epicentros de la hambruna fueron las regiones agrícolas de la URSS, zonas de colectivización total, donde tradicionalmente se cultivaba trigo y centeno para la exportación: los territorios modernos de las regiones de Astrakhan, Volgograd, Saratov y la República de Kalmykia, la región de Chernozem central, Ucrania y el Cáucaso del Norte.

Después de la hambruna masiva, la población disminuyó (según los censos de 1926 y 1937) en Kazajstán en un 30,9%, en la región del Volga en un 23%, en Ucrania en un 20,5%, en el Cáucaso del Norte en un 20,4%.

Los trágicos errores que condujeron a la hambruna fueron reconocidos ya en 1933. 

En aquel entonces el gobierno soviético organizó ayuda alimentaria a gran escala para las regiones afectadas. Por ejemplo, en 1932 Ucrania recibió 65,6 mil toneladas de cereales en forma de préstamos, y en 1933 – 501 mil toneladas, lo que constituye un monto 7,5 veces más alto. 

Los historiadores conocen documentos que indican que en 1933 Stalin autorizó personalmente el envío de cereales a Ucrania en detrimento de las regiones rusas. 

Para resolver el problema de la hambruna en 1933, el Comité Central del Partido Comunista permitió que 1,5 millones de trabajadores organizaran sus propios huertos, de los cuales 500 mil personas vivían en Ucrania.

La historia se repite. 

Ahora, debido a las sanciones unilaterales de Occidente y al cumplimiento excesivo de las restricciones, a pesar de las exenciones, los productos agrícolas rusos, incluidos los fertilizantes, no se suministran a los países que los necesitan. 

Al mismo tiempo, en cuanto se firmaron los acuerdos de Estambul, los países occidentales comenzaron a exportar grano ucraniano para sus fines (el 35% del grano va a los países de la UE, el 34% a Turquía y soloel 3 o 4% llegó a los países más necesitados), sin importar los países en vías de desarrollo, ni los ucranianos. 

Se silencia que Rusia, si no fueran las sanciones, podría cubrir una parte importante de la escasez de alimentos, así como que nuestro país está listo para enviar de inmediato hasta 500 mil toneladas de granos y 300 mil toneladas de fertilizantes (bloqueados en los puertos europeos) a los países vulnerables de forma gratuita. 

Asimismo, en los medios de comunicación mundiales fluyen ríos de calumnias que Rusia supuestamente sea la única culpable de la amenaza de la crisis alimentaria mundial y trate de matar a todos con hambre. 

Es fácil ver los paralelos. Tal “ejercicio” de demonización ya se está ensayando año tras año: tratando de acusar a Rusia de un malicioso “Holodomor” y “genocidio del pueblo ucraniano”.

Los problemas y desacuerdos en el espacio postsoviético son un nudo complejo de premisas, hechos, sus interpretaciones y consecuencias. No siempre lo que yace en la superficie y se presenta como una verdad indiscutible lo es. 

El proceso de aquellos años merece un análisis profundo, equilibrado y crítico en el contexto general del desarrollo histórico de los pueblos y territorios del antiguo Imperio Ruso.

(*) Extractos de Carta del Embajador de Rusia

Por Igor Romanchenko

https://larazon.pe/por-igor-romanchenko-sobre-la-hambruna-masiva-en-la-urss-en-la-decada-de-1930/

Related Posts

Subscribe Our Newsletter