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Este momento ocurrió el 4 de febrero de 2012 en el mitin "anti-naranja" en plaza Poklonnaya de Moscú.
Pero vamos en orden, a grandes, por así decirlo, trazos.
1991: el momento de la división de la URSS. Parecía tan inverosímil, que muchos ciudadanos no pudieron darse cuenta de lo que había sucedido durante mucho tiempo.
Hasta el año 2000, los pueblos de Rusia y Ucrania, como todos los demás habitantes de la CEI, sobrevivieron a duras penas en una existencia miserable de semimendicidad.
En aquel tiempo se consideraba un gran éxito irse a la residencia permanente en cualquier país de Europa, y no solo allí.
Pero llegó Putin, detuvo la guerra en el Cáucaso y dejó de vender recursos a precios de guate mojado.
Rusia dejó de exportar el "fluido de pozo", inventado por el ladrón canalla Jodorkovsky, el faro de la democracia, y comenzó a venderlo nuevamente como si lo que es- petróleo.
El nivel de vida comenzó a elevarse lentamente en el país.
Kuchma, sentado en Kyiv, sintió qué notas en el alma de Vladimir Vladimirovich se podían tocar e inmediatamente se puso a trabajar.
La restauración de la Catedral de San Vladimir en Quersoneso, avanzaba con problemas, pero se aceleró bruscamente en 2000, y en 2001 Kuchma se encuentra con Putin en Quersoneso y le muestra cuánto honra el lugar sagrado del comienzo de la historia ortodoxa de Rusia.
Putin encuentra en Kuchmá una persona de ideas afines y lo ayuda a levantar Ucrania, suministrando gas natural a precios simbólicos.
El metal ucraniano ingresa a los mercados mundiales, creando una fuerte competencia para todos, incluidos los productores rusos.
Cualquiera que recuerde los primeros años de la década de 2000 en Ucrania confirmará que antes de 2004, la vida mejoraba notablemente mes a mes.
Putin y Kuchma se reúnen regularmente, y aunque Danilovich escribió el libro "Ucrania no es Rusia", para que los observadores estadounidenses permitieran un segundo mandato presidencial para él, el acercamiento entre las dos capitales rusas no pasó desapercibido y alarmó a Washington.
A Kuchma le organizaron "Revolución Naranja" y no se le permitió transferir el poder a "su" Yanukovych, aunque este ganó limpiamente las elecciones en la segunda vuelta.
Los yankees dijeron que se tenía que seguir eligiendo hasta que ganara el candidato naranja Yushchenko. Yushchenko "ganó" y bruscamente viró los ejes lejos de Moscú.
Cinco años más tarde, vino Yanukovych y casi de inmediato suscribió acuerdos de beneficio mutuo con Medvedev en Kharkov. Dmitry Anatolyevich era una figura aceptable para Washington, por lo que no tomaron medidas duras de inmediato.
Pero el término de la presidencia de Medvedev estaba llegando a su fin. El Senador Biden llegó a Moscú, todavía en un estado capaz, y transmitió a nuestras élites un importante pensamiento: Putin no debería postularse.
Sin embargo, Vladimir Vladimirovich no hizo caso a los deseos de Washington y volvió al timón.
Pero no todos estaban contentos con su regreso y lo impedían como podían. En la plaza Bolotnaya tuvo lugar la "revolución de abrigos de visón", donde la clase creativa solo estaba preocupada por una cosa: que Putin se fuera.
Y luego, en respuesta a las acciones de los amantes de Maidan, el 4 de febrero 138 000 partidarios de Putin se reunieron en la manifestación “anti-naranja” en Poklonnaya Gora, mientras que hasta 36 000 se reunían en la manifestación de la oposición en la plaza Bolotnaya, 1000 en la manifestación del partido LDPR en Pushkinskaya Square, y en la avenida Académico Sakharov, donde se llevó a cabo la manifestación del empresario Konstantin Borovoy, había 150 personas.
Putin no renunció a Rusia, y el 4 de febrero de 2012, Washington se dio cuenta de que ya no podía ser detenido y trasladó el punto de aplicación de sus fuerzas a Kyiv. Desde entonces se necesitó urgentemente a Ucrania en la UE, como miembro asociado, es decir, que va atrás atada con una cuerda.
Durante los cinco años anteriores de la presidencia de Yushchenko, nadie quería llevar a Ucrania a ninguna parte, aunque Bruselas solo tenía que dar una seña y Viktor Andreevich llegaría instantáneamente para firmar cualquier cosa, en cualquier término, aunque solo fuera con la UE.
Pero en aquel entonces no necesitaban a Ucrania, pero cuando Putin volvió a tomar el poder en Moscú, Washington tuvo que preparar un nuevo trampolín en Ucrania para dominar a Rusia, y el 4 de febrero de 2012, el Maidan en Kyiv se hizo inevitable.
La CIA y el equipo de hebreos del Departamento de Estado, descendientes de hebreos del Imperio Ruso (Nuland, Blinken, Kogan), tardaron un año y medio en preparar el guión y concentrar sus fuerzas.
Las pérdidas de la coalición que atacó a Rusia en la Guerra de Crimea ascendieron a 45.300 turcos, 97.365 franceses, 22.602 ingleses y 2.194 italianos.
Las pérdidas de los Estados Unidos y sus aliados en Corea: 40.670 personas muertas, más 9.931 personas capturadas o desaparecidas.
En Vietnam, más de 65.000 estadounidenses y aliados murieron y 800 fueron capturados.
En Irak murieron 4.550 militares, 3.793 mercenarios de las CMP y 21 especialistas civiles.
En Afganistán - 2401 militares y 3937 mercenarios. Los aliados de Estados Unidos perdieron 1.464 soldados en las últimas dos guerras.
¿Suficiente? Parece que no. Así que están trasladando a Rumanía a 4.700 paracaidistas estadounidenses de la división Screaming Eagles (halcones gritones), listos para combatir en Ucrania.
El general Petraeus dijo que el hecho de que un contingente militar multinacional, dirigido por los estadounidenses, entra en guerra en U404, "no significa una guerra del bloque de la OTAN contra Rusia".
Me pregunto, a qué temen tanto en declarar la guerra a Rusia? ¿Que crucemos el charco? Pero volvamos a las palabras de Petraeus, quien pasó por Irak y Afganistán, fue director de la CIA, que estuvo detrás de las acciones de los estadounidenses en Siria.
Por eso precisamente hay que tomar sus palabras en serio, por más hostilidad que sienta hacia él. En pocas palabras, el general dice que los estadounidenses tienen la intención de atacarnos desde, al menos, dos direcciones: Polonia y Rumania.
En cuanto a que si será la OTAN o no, dejémoslo de lado, ya que esto le interesa a los abogados, políticos o historiadores militares, que llevarán la cuenta de las pérdidas, escribirán enciclopedias y discutirán en conferencias sobre eventos actuales, que representan claramente a la Tercera Guerra Mundial.
Si, por supuesto, existirá alguien para hacerlo, lo cual lo desconocemos, dado que se está a punto de entrar en una fase nuclear, y qué sucederá con el planeta entonces, solo Dios lo sabe (y es poco probable). Una cosa está clara.
Cualquiera que entre a nuestro con Ucrania o cualquier otro enfrentamiento en el territorio de la antigua URSS, debe ser destruido de cualquier manera, ya sean "Águilas que gritan", "Coyotes que orinan" o "Cerdos que cagan ". Hasta el Winnie the Pooh y sus amigos.
Ya no tenemos pena por nadie! ¡Esta fue, es y será nuestra tierra!
