Nicaragua: “Oenegé” de Javier Meléndez Quiñónez facturó C$88 millones anuales

El bloqueo de Cuba: crimen y fracaso

Crisis alimentaria global, la hambruna que ya hace tiempo que nos acompaña.


Aprende a conocer el hambre del que te habla…

en el concepto de que, fuera del hambre de pan,
todas se esconden. Cuando más inmensas,
más escondidas…
Amado Nervo

“ Nosotros no podemos ser ellos, los de enfrente,
los que entienden la vida por un botín sangriento:
como los tiburones, voracidad y diente,
Panteras deseosas de un mundo siempre hambriento
Miguel Hernández

Una vez más se han vuelto a encender las alarmas ante la nueva crisis de aumento de precios de los alimentos y la creciente preocupación por la seguridad alimentaria. 

Es fundamental entender que el hambre no es una realidad inevitable, el hambre es más bien una realidad inducida por la formulación del sistema alimentario neoliberal. La mayoría de los analistas culpan de la existencia de esta crisis a la guerra de Ucrania o a la situación generada por la Covid-19.

 Lo cierto es que, aunque ambos factores tienen un peso relevante en las causas del incremento de los precios, no son la causa principal, si bien, no dejan de ser síntomas de una crisis de mayor calado de seguridad alimentaria.

La naturaleza opaca y disfuncional de los mercados de cereales a nivel mundial, está provocando picos en los precios de los alimentos inasumibles por la población. Además, se debe remarcar que los auges de precios actuales no tienen ningún sentido salvo el especulativo, debido a que no hay escasez de productos, aunque si hay mucha preocupación por la cosecha de 2023 que por múltiples razones se va a ver muy mermada. 

La crisis Ucrania no ha provocado una escasez de grano, sino más bien a vectorializado problemas de forma y fondo dentro de la formulación del mercado global alimentario.

Estos problemas ya fueron constatados antes de la crisis de la Covid-19, siendo explícitos en la crisis alimentaria de 2007- 2008 que fue, en gran medida, especulativa derivada de las políticas neoliberales que financiarizaron el mercado alimentario dejando manga ancha a los buitres de Wall Street. De hecho, ni siquiera es culpable de la carestía actual. 

El índice de precios de los alimentos, según la FAO, ya había alcanzado en enero, niveles tan altos como los picos obtenidos durante la crisis del 2008. En este contexto, era inevitable que se produjera un choque de oferta que afectara a dos de los principales productores de granos del mundo y por parte de los países exportadores, llegó la desestabilización de los mercados mundiales. 

Sin embargo, el alcance y la escala de la actual volatilidad de los precios solo se pueden explicar parcialmente por la formulación interna del mercado (por su concepción Neoliberal).

Aunque se perdiera la producción de cereales de Ucrania esto no presenta problemas reales de suministro, y la escasez de fertilizantes significaría un grave problema de cosechas que impactaría significativamente en 2023 La relación entre las existencias y el uso de cereales a nivel mundial es del 29,7% (una fracción por debajo del 29,8% existente en 2020/2021) y solo ligeramente por debajo de años anteriores para trigo (35,3%), maíz (25,8%) y para arroz (37%). 

Aunque ya se observa claramente un descenso, los rangos del mercado de grano para este año siguen estando en números de seguridad, siendo conscientes también de que las condiciones climáticas han restado la producción venidera. La mala cosecha en la India por la ola de calor y las previsibles olas de calor en Estados Unidos y en Europa, merman mucho las expectativas y aumentan mucho los problemas PARA EL AÑO QUE VIENE, pero no hay una escasez mundial de suministro de alimentos EN ESTE MOMENTO.


Imagen 1. Gráfica cruzada de precios de Petróleo, fertilizantes y alimentos de la FAO, la hambruna se llevaba gestando mucho antes de la guerra de Ucrania y las razones de esta hambruna son exógenas a ella e intrínsecas a la escasez de materias primas energéticas. 

Las crisis de precios empiezan a producirse en 2007, 2008, 2009, donde se da la primera crisis alimentaria global, aquí confluyen dos factores, el Peak oil del petróleo convencional y las políticas de desregulación neoliberales para consentir mayor especulación con las Commodities alimentarias viendo que no quedan nichos donde reproducir el capital, las élites apuestan por la especulación en el mercado alimentario desde entonces las hambrunas son especulativas, pero la agroindustria y todo el entramado financiero Se topa con dos factores limitantes que van a acabar con el modelo alimentario actual, la crisis energética que golpea en la producción, distribución, cadena de Frío y almacenamiento y la climática que imposibilita que el modelo Agroindustrial pueda seguir reproduciéndose. Esta probablemente sea la última hambruna inducida por la formulación especulativa del mercado, a lo que nos enfrentamos a partir de ahora es un ciclo que se radicalizará y extenderá hasta que no se transforme el modelo alimentario, Puesto que el modelo Agroindustrial colapsa

CRISIS ALIMENTARIA ACTUAL ESPECULATIVA

En la crisis Alimentaria 2007-2008, una afluencia masiva de la inversión financiera especulativa contribuyó al aumento de los precios de futuros y generó una crisis mundial de los precios de los alimentos. Lo mismo está pasando en la crisis actual, donde se ha dado una mayor inversión en futuros de productos básicos y vinculados. De hecho, una serie de acontecimientos sugieren que los tipos de “especulación excesiva” vistos en 2007-2008 pueden estar de vuelta: Inmediatamente después de la invasión de Ucrania, los inversores de Estados Unidos, dejaron de comprar contratos de futuros a los agricultores porque temían que los precios volvieran a caer cuando se vendieran. En este caso, los precios de contado y de futuros no convergen, y el hecho de no hacerlo es un signo revelador de factores que van más allá de la oferta y demanda.

A medida que millones de personas más se enfrentan al hambre en todo el mundo, los especuladores han inundado los mercados de productos básicos en un intento de obtener ganancias de la escalada de precios mientras se avecina otra crisis de precios de los alimentos, con informes de que el precio del pan se ha duplicado en países de África y Oriente Medio, los reguladores financieros cedieron ante poderosos grupos de presión al debilitar las restricciones a la especulación excesiva que se propusieron después de la última crisis de 2008. 

La Asociación Internacional de Swaps y Derivados (ISDA), cuyos miembros incluyen a Goldman Sachs, BNP Paribas, Blackrock y Citibank, presionaron con éxito al regulador de la Unión Europea, la European Securities and Markets. Autoridad (ESMA), para debilitar los límites de posición de negociación especulativa de productos básicos.

Aunque lo realmente importante es la distribución y la naturaleza de dichas existencias e información fidedigna, los gerentes de la cadena permiten a los gigantes del comercio de granos compilar grandes cantidades de datos de mercado, estas empresas no tienen la obligación de revelar lo que saben Sobre los mercados globales, incluidas sus propias existencias de cereales. Estas empresas acaparan la mayor parte del grano global, es probable que sus reservas sean considerables. Y con el aumento de la especulación de productos básicos, tienen un claro incentivo para retener las existencias hasta que se perciba que los precios han tocado techo sobre las mismas.

Todo esto en la teoría de que las cosechas continúen en rangos normales, cosa que estamos viendo no está sucediendo. y aunque acertadamente se han tomado políticas de previsión no dejan más que ser parches ante la evidencia de un sistema alimentario que cae por su escasa resiliencia a los cambios de rango climático y por su total dependencia al uso de combustibles fósiles menguantes y por lo tanto más que caros, inalcanzables que auguran fracasos estrepitosos de cosechas.

Más del 75% de las existencias mundiales de cereales todavía están en manos de solo cinco países. Por lo tanto, la información incompleta sobre los mercados mundiales de cereales deja a los sistemas alimentarios vulnerables a el acaparamiento de cereales y la especulación financiera, mientras que los países de bajos ingresos parecen tener a su alcance bases para actuar (Siendo el eslabón más débil África) y dependiendo de la cosecha de este verano (La alimentación local depende fundamentalmente de su producción) en la actualidad para amortiguar los choques de precios y la escasez de suministro.

Lo que está imposibilitando la compra de cereales desde estos países es el alto precio de estos mismos y la obligatoriedad de mercado de tener que comprarlos en dólares. Lo cual les obliga a tener atesorado amplias masas de moneda para su compra condicionando una vez más a políticas de dependencia que empobrecen más si cabe a su población.

Con lo cual nos encontramos ante la evidencia de que la carestía actual es totalmente inducida por factores especulativos que están propiciando un alza de precios, que, si va a provocar una hambruna focalizada y que nos va a poner en mayor riesgo para afrontar el inevitable ciclo de hambrunas, esta vez reales que si vienen a partir de 2023.

 En las que ya no se puede hacer nada para evitarlas, aunque sí para disminuir su calado ya que vienen derivadas de problemas endógenos irresolubles Que tienen mucho que ver con la formulación alimentaria actual y que, aunque se planteen transformaciones estás necesitan de un tiempo que ya no queda.

CÍRCULOS VICIOSOS DE LAS HAMBRUNAS

Existen varios círculos viciosos que van a realimentar las hambrunas, conflictos bélicos, cambio climático, pobreza e inseguridad alimentaria y carestía de insumos energéticos

La mayor debilidad estructural es el hecho de que cientos de millones de personas carecen de los ingresos o recursos para adaptarse a conmociones repentinas, incluso pequeños aumentos de precios pueden tener impactos devastadores: vulnerabilidades que fueron expuestas por la COVID-19. Hasta 811 millones de personas pasaron hambre en 2020. Las mujeres continúan siendo las más afectadas por las crisis debido a la discriminación a nivel social y dentro de sus propios hogares. las mujeres se enfrentan a una inseguridad alimentaria moderada o grave un 10 % más que los hombres

El cambio climático, los conflictos y la carestía de las materias primas, están provocando niveles persistentemente elevados de pobreza y hambre, Aunque la guerra en Ucrania es la principal causante de los impactos en los mercados globales de granos, hay más de 40 zonas de conflicto activas alrededor del mundo, que afectan a más de dos mil millones de personas, la mitad de las cuales vive en la pobreza extrema. Los choques ya están afectando a la agricultura con la regularidad suficiente para crear vulnerabilidad persistente, según el IPCC el cambio climático ha reducido el crecimiento de la productividad agrícola en un 21% desde 1961, y en hasta un 34% en África y América Latina. 

Las regiones agrícolas clave se enfrentan actualmente a las peores sequías durante décadas. Este nexo de amenazas persistentes y que se refuerzan mutuamente deja a millones de personas cada vez más vulnerables al hambre.

Según el Grupo de Respuesta a Crisis Globales de la ONU, unos 69 países, hogar de 1200 millones de personas, están gravemente expuestos a la inestabilidad relacionada con los alimentos, la energía y la economía, que podemos asegurar que se encuentran en situación de colapso. Existe una gran importancia de que los graves riesgos para la seguridad alimentaria se conviertan en la nueva normalidad. Estas vulnerabilidades han sido visibles durante años. 

La llamada a la inversión en los sistemas de protección de la pobreza fueron algunas de las propuestas que surgieron de la crisis de los precios de los alimentos de 2007-2008 y la recesión mundial que siguió. 

Pero las acciones en este frente han sido insuficientes, La crisis ha ofrecido una ventana de oportunidad para el cambio en los sistemas alimentarios. Desafortunadamente, muchas de las soluciones presentadas actualmente, en particular aquellas en el Norte Global con acceso a financiamiento Son las que probablemente exacerben tendencias actuales, o soluciones que han fallado demostrablemente. Estos incluyen lo siguiente:

• Suspender la regulación ambiental y aumentar la producción para “alimentar al mundo’. En respuesta a la crisis de Ucrania y demandas de los grupos de presión agrícolas, la Comisión Europea ha aplazado dos propuestas legislativas – el reglamento de Uso Sostenible de Plaguicidas y permitió a los estados miembros cultivar alimentos (incluso mediante el uso de productos químicos) en terrenos previamente designados como “áreas de enfoque ecológico”. 

Medidas similares han sido propuestas en Estados Unidos 800 expertos franceses en seguridad alimentaria en un artículo de opinión para Le Monde, duplicando la apuesta por la agricultura industrial, con su enorme dependencia de los combustibles fósiles combustibles e insumos químicos, Advirtiendo de que es una respuesta ilógica a una crisis que ha dejado al desnudo dependencia perjudicial del petróleo, el gas y los fertilizantes.

En Brasil, Bolsonaro ha argumentado que el pico en los precios de los fertilizantes justifica la explotación continua de la Amazonía, incluso en tierras indígenas, en busca de minerales. Esto pone de manifiesto la forma en que las crisis se utilizan sistemáticamente para hacer retroceder el progreso social y ambiental, en lo que Naomi Klein define como “doctrina del Shock”.

● Duplicación de AGRA y Feed the Future. La Alianza para una Revolución Verde en África (AGRA) se lanzó en 2006 y tenía como objetivo para 2020 “reducir la inseguridad alimentaria en un 50 por ciento en al menos 20 países, y duplicar los ingresos de 20 millones de pequeños agricultores familias”. 

A fines de marzo de 2022, pero una evaluación interna publicada recientemente mostró que estas metas no se han cumplido, Aunque el La mayor parte de los fondos de AGRA proviene de la Fundación Bill y Melinda Gates, alrededor de un tercio de los mil millones de dólares gastados durante la última década proviene de otros organismos multilaterales AGRA actualmente está buscando mil millones de dólares para su presupuesto para 2030, con pocas señales de que la programación esté teniendo en cuenta los fracasos del pasado. 

De hecho, lo constatado es que si han conseguido endeudar en mayor medida a quien ha utilizado el modelo, Pero con los precios de los fertilizantes en máximos históricos, con una crisis energética galopante y en caída en barrena (Actualmente más del 15% del planeta esta con problemas de suministros). 

Ante esta coyuntura aumentar este tipo de esquemas seguramente es un error. Desde AGRA se defiende que es la sequía la culpable de los malos resultados, junto con el alto precio de insumos. Se debe decir que ambos factores han llegado para quedarse y que, aunque son factores de fuerte desestabilización, el problema es modelo agroindustrial que propugna el AGRA. 

Que necesita de los insumos que empobrecen y endeudan a la población y que por su baja resilencia está totalmente expuesto a la sequía, sobre explotando acuíferos y suelos, generando mayor grado de dependencia hacia el mercado exterior, aumentando la deuda, ahondando más en el problema, en definitiva.

África no necesita beneficencia, ni modelos enfocados hacia el expolio que les roban autonomía, los países que están en altos riegos de seguridad alimentaria necesitan un modelo agrícola que les facilite en todo lo posible su soberanía alimentaria De esta forma los términos seguridad alimentaria y soberanía alimentaria se fusionan solamente teniendo significado real juntos, como se venía revindicando desde hace mucho tiempo. 

Es importante también una gestión democrática y optimizada del agua. Es el factor limitante en los modelos de países que ya están siendo azotados por largos ciclos de sequía derivados de los efectos del cambio climático, y que son los causantes de la mayoría de la mortandad, (El cólera y el hambre, es de largo el factor de mortalidad más grande, por encima incluso de la guerra en estos países y, por cierto, son muertes horriblemente dolorosas). 

Se necesitan modelos alimentarios locales, con diseños propios enfocados hacia su resilencia a los impactos climáticos, diversificados que generen economía y alimentos. Que posibiliten la autonomía de las zonas y que no estén expuestos a los vaivenes del mercado global.

LA COMPLEJIDAD DEL SISTEMA ALIMENTARIO GLOBAL, SU GRAN DEBILIDAD.

Cuando un sistema complejo como es el alimentario empieza a perder capacidad para poder sostenerse, tiende a deshacerse de los nódulos más básicos para poder aguantar a los centrales en un intento en que la caída no sea abrupta y poder mantener ciertos rangos de complejidad, por lo menos los que sean posibles de sostener. 

En cuanto al sistema alimentario global observamos que existe un entorno en el que los países están cada vez más interconectados y se comercializan más alimentos a nivel mundial una gran mayoría de países dependen de las importaciones para su suministro de alimentos básicos o buscarían importar para cubrir cualquier escasez de suministro.

De este modo y hasta ahora el sistema alimentario mundial era generalmente resistente a un choque que impacta en un nodo aleatorio, siempre que el nodo no fuera uno importante. Hasta ahora en el contexto del sistema alimentario global, se había confiado en la redundancia esto significa que, si la producción y/o el comercio de ciertos productos básicos se interrumpen en una o más regiones, otras partes del sistema alimentario pueden compensar las pérdidas, lo que sucede actualmente es que esta redundancia ya no es posible ya que el mundo ahora está experimentando una relación más estrecha entre la oferta y la demanda agrícola, que probablemente se agrave en el futuro, debido especialmente al cambio climático, la crisis energética y el encarecimiento de materias primas de las que depende totalmente el modelo. 

El crecimiento de la población y el agotamiento de los recursos hídricos.

Todas las zonas destinadas a la producción agrícola masificada están sufriendo impactos a la par y descendiendo paulatinamente en productividad ante un modelo que, por su carácter únicamente productivo, necesita de un equilibrio climático y de una gran cantidad de insumos que ya no están a disposición. Lo que esto produce es mayor dependencia entre los nódulos centrales y periféricos, de esta manera cualquier desarreglo en un nódulo por muy pequeño que sea, tiene impacto en los nódulos centrales.

La escasa diversidad en el sistema alimentario mundial es igualmente un problema. En los últimos 50 años, hemos visto una reducción en la diversidad de cultivos, y el trigo, el arroz y otros productos básicos de cultivos comunes a nivel mundial se han vuelto más importantes en los suministros alimentarios nacionales. Se ha confiado en poca variedad de alimentos y por la apuesta a la selección meramente por características productivas a poca diversidad genética esto ha generado cuellos de botella génicos de especies que están amoldadas a unos rangos vitales concretos y cuya expresión está desapareciendo.


Imagen 2. Redes de comercio de trigo y arroz, que muestran los mayores vínculos de exportación que juntos representan el 80 % del comercio total de cada red (es decir, la red ‘columna vertebral’ Los anchos de línea son proporcionales al volumen del flujo comercial, mientras que el tamaño de los nodos es proporcional al grado promedio de exportaciones. (Evaluación de la fragilidad evolutiva del sistema alimentario mundial Michael J Puma, Satyajit Bose, So Young Chon y Benjamin I Cook)

El sistema de distribución global también está seriamente dañado y es que la crisis energética no solo afecta a las materias primas agrícolas si no que golpea en todas las partes de la cadena alimentaria. Producción, transporte, distribución, cadena de frío, almacenamiento siendo el mayor problema en cuanto al transporte el encarecimiento por escasez del diésel que es el que mueve los grandes motores de transporte marítimos y terrestres. 

A día de hoy ya hay fuertes cuellos de botella en el sistema de transporte global que vienen derivados del encarecimiento por escasez de los combustibles fósiles, y la insuficiencia de estos ha venido para quedarse


Imagen 3. Cuadro de evolución de demanda agregada para mantener la complejidad actual. basado en la gráfica de evolución del PIB planteada por la AIE, ¿Cómo se va a llenar el déficit?


Imagen 4. Gráfica de descenso productivo del diésel. (publicado en The Oil Crash blog de Antonio Turiel). Se aprecia con claridad la típica meseta ondulante, entre 2015 y 2018, que se produce cuando un recurso llega a su límite. En esta edición ya no hay ninguna duda sobre la caída de la producción de diésel. Siempre lo dijimos, los picos de producción sólo se ven bien por el retrovisor. Rafa Fernández

¿Y EN EUROPA QUÉ?

Aquí en Europa, han aumentado los llamamientos a los países para cambiar los patrones de producción: De cultivos comerciales orientados a la exportación a productos básicos de consumo local. Se ha instado a la Unión Europea a cambiar la producción de cultivos forrajeros para las granjas a cultivos alimentarios para consumo humano.

Desviando solo el 8% de los cultivos forrajeros de la Unión Europea sería suficiente para compensar la pérdida de grano por las importaciones de Ucrania y asegurar el acceso a los alimentos para los habitantes más pobres del bloque. Una carta firmada por cientos de científicos sugiere que cambiar a la gestión orgánica en el 25 % de la tierra de la Unión Europea, según lo dispuesto por la «Estrategia de la granja a la mesa» de la Unión Europea, permitiría Europa a reducir drásticamente sus importaciones de fertilizantes Y, por lo tanto, reducir la exposición a picos/escasez de precios de fertilizantes.

De hecho, se necesitan con urgencia cambios en lo que producen los países y cómo lo producen. No solo para hacer frente a las amenazas inmediatas a la seguridad alimentaria, sino también para avanzar en la transición hacia sistemas alimentarios sostenibles, resilentes y diversificados Un numero de obstáculos arraigados, sin embargo, frenan la capacidad de los agricultores para cambiar y diversificar su producción en respuesta a la inestabilidad del mercado mundial y las necesidades de seguridad alimentaria.

Regiones enteras se han vuelto altamente especializados en la producción de cultivos básicos específicos. Las inversiones acumuladas en estos sistemas de productos básicos especializados crean dependencias. La economía de la especialización en la producción de commodities (altos costos, altos volúmenes, bajos márgenes) generalmente alienta granjas para ampliar y reducir la mano de obra, creando más dependencias. 

Además, se han desarrollado infraestructuras especializadas de procesamiento y transporte, facilitando grandes salidas de productos básicos y principales regiones del “granero” del mundo Las políticas gubernamentales han reforzado los servicios especializados que desalientan a la producción de productos básicos y diversificados. Diferentes autorizaciones y tratamientos para cultivos de biocombustibles, materias primas y cultivos alimentarios también presentan una barrera importante para cualquier cambio rápido hacia la producción de cultivos alimentarios básicos. 

Estas preferencias se ven reforzadas por las principales empresas agroindustriales, que han invertido fuertemente en infraestructura para el almacenamiento y el comercio y por lo tanto prefieren tener la producción concentrados en regiones donde pueden controlar ese comercio. 

Estas tendencias reflejan el el papel descomunal de los inversores y los actores de la agroindustria en la determinación de cómo se gestionan los sistemas alimentarios. estructurada hacia la concentración de poder en nodos clave de la cadena agroalimentaria.

Los agricultores de todo el mundo dependen cada vez más de los fertilizantes sintéticos. La demanda mundial de los tres principales fertilizantes (N, P, K) aumentó un 8,5% entre 2002 y 2016, con solo seis cultivos (liderados por maíz y trigo) que representan 2/3 de la demanda. Y un puñado de países exportadores que dominan el comercio de fertilizantes. 

La exposición de los agricultores a la volatilidad de los precios de los fertilizantes (con los fertilizantes estrechamente vinculados a los precios de la energía fósil) Ahora amenaza con reducir la producción a medida que los agricultores luchan por pagar o acceder a esos insumos. La dependencia de los fertilizantes también obliga a los agricultores a la producción actual y frena la diversificación.

Así que en esa encrucijada estamos, Es necesario relocalizar la producción alimentaria y diversificarla, es necesario cultivar alimento para no depender de las subidas de precio que ya están aquí, es necesario construir un nuevo modelo alimentario resilente y justo.

SOLUCIONES A CORTO PLAZA PARA PALIAR LA HAMBRUNA

Se necesitan una serie de medidas urgentes para abordar los riesgos inmediatos de la crisis alimentaria que tenemos en ciernes y que se va a agravar en años posteriores, necesitamos urgentemente la transformación de los sistemas alimentarios, en lugar de reforzar la actual rompiendo dependencias y relaciones de poder. Las fallas y debilidades estructurales internas del propio sistema han permitido que la crisis de Ucrania convertirse en una verdadera crisis mundial de los precios de los alimentos y en una gran amenaza para la seguridad alimentaria de millones de personas 15 años después de la crisis de los precios de los alimentos de 2007-2008. los mercados siguen plagados de opacidad estructural y falta de transparencia, y son vulnerables al acaparamiento de granos y la excesiva especulación con los productos básicos. Los sistemas de producción siguen estando excesivamente especializados y se enfrentan las mismas barreras para cambiar y diversificar la producción. Los países más pobres del mundo siguen dependiendo de las importaciones de alimentos básicos de un puñado de países exportadores y corporaciones. Y los círculos viciosos de conflicto, cambio climático, pobreza, el hambre y la crisis energética se han ampliado, dejando a millones de personas expuestas al aumento en los precios de los alimentos como lo serán para las próximas perturbaciones.

Esta crisis ha subrayado una vez más la necesidad de una profunda reforma estructural del sistema alimentario. Aunque es demasiado tarde para algunos de los más pobres aún se puede hacer mucho para evitar los peores impactos de la crisis actual y establecer cambios profundos para las poblaciones más vulnerables, que ya se enfrentan a una pobreza cada vez mayor y al hambre aguda. La cancelación de la deuda es esencial para que los países de bajos ingresos puedan importar alimentos, y para poder crear sistemas de protección. Antes de que el mundo tropiece con la próxima crisis de deuda.

la inseguridad alimentaria a la que se enfrentan ahora tantos países debería alejar a las instancias competentes de medias tintas y afrontar políticas decisivas para la acción en crisis prolongadas, por ejemplo, proporcionar un marco de acción anclado en derechos humanos y el derecho internacional humanitario para hacer frente a situaciones de emergencia a corto plazo y a las causas subyacentes de la inseguridad alimentaria y desnutrición a largo plazo. Apelo una vez más a estás para que sean capaces de tener el valor abandonar la formulación del sistema alimentario actual solamente enfocado al beneficio y apuesten claramente por un modelo orientado hacia acabar con el hambre, la situación de urgencia que vivimos en la actualidad, se va a agravar, necesitamos un modelo que se enfrente al desastre humanitario que viene, es necesario actuar ahora, y actuar bien para acabar con el hambre de un futuro ya muy cercano. Es necesario elegir entre beneficio o humanidad, no queda sitio para ambos.

Tomar medidas contra la especulación con materias primas, monitorear los mercados de futuros y luchar contra el comportamiento especulativo que pone en peligro la seguridad alimentaria, cuyo seguimiento debe examinarse detenida y continuamente. Se necesitarán medidas urgentes para completar las reformas iniciadas después de 2008 para acabar con la especulación de mercancías. Garantizar que los agentes implicados en el mercado de productos básicos informen sobre la transparencia del mercado. Crear reservas regionales de cereales y un aparato mundial de ayuda alimentaria aptos para las crisis prolongadas que tengan estrategias integradas de almacenamiento de alimentos a nivel regional/Local las reservas regionales de cereales pueden desempeñar un valioso papel doble de movilización durante la escasez de alimentos, así como contribuir a los reajustes del mercado como un instrumento preventivo estructural.

También herramientas de gestión con los agricultores. mancomunando riesgos y construyendo mecanismos de solidaridad.

Diversificar los sistemas de producción y comercio de alimentos. Paralelamente, los pasos para reconstruir la producción de alimentos en los próximos meses y años podrían ayudar a mitigar los picos de precios y garantizar el acceso a los alimentos básicos, Sin embargo, en algunos contextos – incluso en el norte de África y gran parte de Asia: el estrés hídrico puede hacer que sea insostenible aumentar la producción de cultivos como el trigo. En el futuro, será fundamental que todas las regiones reconstruir sistemas de producción y comercio más diversos, basados en los intereses locales y regionales. Complementar los suministros locales con alimentos importados proporciona un respaldo necesario. Las cadenas de suministro con sistemas alimentarios locales y regionales más fuertes brindan un seguro contra la inseguridad alimentaria provocada por los acontecimientos globales.

Por lo tanto, los países necesitan enfoques específicos dependiendo de su contexto. permitiéndoles reconstruir un grado de autosuficiencia en alimentos básicos clave. Permitir, cambiar a cultivos tradicionales más resistentes (por ejemplo, Teff en lugar de arroz) junto con la rediversificación del consumo de alimentos, y garantizar una combinación más diversa de suministros locales y globales.

Reconstruir la resiliencia y eliminar las dependencias dañinas a través de diversidad. La agroecología es una forma de respuesta a la crisis, una ruta hacia la resiliencia y una forma de bajo costo para protegerse contra varios choques: hacer el cambio de la agricultura industrial a sistemas agroecológicos diversificados es más urgente que nunca. La capacidad única de la agroecología para reconciliar los aspectos económicos, Las dimensiones ambientales y sociales de la sostenibilidad.

La crisis actual ha subrayado la urgencia de transformación del sistema alimentario, y crea oportunidades para promoverla, en dos áreas clave:

Ha proporcionado la evidencia más clara hasta el momento de la necesidad de desvincular los alimentos y los combustibles reduciendo dependencia de fertilizantes sintéticos y energía de combustibles fósiles en la agricultura,

Ha puesto de relieve la importancia de reducir los usos no alimentarios de los cultivos/tierras de cultivo y garantizar que los alimentos los sistemas entregan alimentos a las comunidades locales.

Estos cambios no ocurrirán rápidamente, o al menos, no en todos los contextos. De hecho, es crucial proceder a través de pasos cuidadosamente secuenciados a lo largo de varios años, marcos y tiempos para garantizar que los agricultores reciban los recursos necesarios (insumos, asesoramiento, apoyo a la transición, etc.) para alejarse de los monocultivos y diversificar sus producciones, sin comprometer la seguridad alimentaria.

Se han puesto al descubierto una serie de fallas y debilidades estructurales en los sistemas alimentarios que deben ser abordados con urgencia. La crisis de Ucrania ha subrayado una vez más la necesidad de profundos cambios estructurales en los sistemas alimentarios. Ha desencadenando la tercera crisis mundial de los precios de los alimentos en 15 años, lo que debería verse como una tercera y última advertencia. Es necesario reformar los sistemas alimentarios en esta coyuntura y replantear los aspectos socioeconómicos más amplios. Los sistemas políticos y económicos en los que están incrustados dejarán a un número creciente de personas a la merced de la ayuda humanitaria, la cual está y estará sobrecargada y vulnerable a la hambruna masiva. Es fundamental actuar ahora para reconstruir la seguridad alimentaria sobre una base nueva y duradera con el fin de acabar con el hambre, no ya tanto del futuro, como del presente.

BIBLIOGRAFÍA

Global Impact of war in Ukraine on food, energy and finance systemshttps://unctad.org/system/files/official-document/un-gcrg-ukraine-brief-no-1_en.pdf

Panicked markets are the biggest danger to the world’s food supplyhttps://foreignpolicy.com/2022/04/12/russia-ukraine-war-wheat-global-food-supply-panic/


GAIN Interview Cruncher – How the war in Ukraine affects the global food supplyhttps://www.gainhealth.org/media/news/gain-interview-cruncher-how-war-ukraine-impacts-global-food-supplies

Implications of Ukraine Conflict on Food Access and Availability in the Eastern Africa Regionhttps://docs.wfp.org/api/documents/WFP-0000137369/download/


PMA: 20 millones corren el riesgo de morir de hambre a medida que empeora la sequía en el Cuerno de Áfricahttps://www.aljazeera.com/news/2022/4/19/20-million-risk-starvation-as-horn-of-africa-drought-worsens-un




Por Jesús María Veci de la Fuente para Kaosenlared

https://kaosenlared.net/crisis-alimentaria-global-la-hambruna-que-ya-hace-tiempo-que-nos-acompana-crisis-del-sistema-alimentario/

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