El presentador de origen español Fernando González Pacheco
La verdadera historia detrás del "secuestro" que le intentan achacar a Gustavo Petro a semanas del balotaje en Colombia.
Ni fue un secuestro, ni el izquierdista colombiano Gustavo Petro participó en la operación. Eso es lo que está claro para los testigos de la entrevista secreta pactada el 22 de julio de 1981 con Jaime Bateman Cayón, el máximo líder de la guerrilla del M-19.
El suceso salta otra vez a la palestra pública a raíz de una denuncia contra Petro, admitida la semana pasada por la Audiencia Nacional de España, un día después de que el candidato presidencial por el Pacto Histórico pasara a segunda vuelta con más de 40 % de los votos. Según el demandante, el político –quien para la época tenía 21 años y formaba parte del M-19– habría participado en el "secuestro" del periodista Fernando González Pacheco (1932-2014).
"Petro no participó en ese tipo de acciones, que, además, estaban consensuadas con los periodistas para tratar de dar a conocer los objetivos del M-19 al levantarse en armas", sostiene el abogado del candidato, Daniel Prado, en declaraciones a Público, el medio español que ha reconstruido los sucesos con la voz de sus protagonistas.
La carta
La cuestión fue así. Ese día de julio de 1981, Pacheco y la periodista colombiana Alexandra Pineda, miembro del equipo político del diario El Espectador, fueron convocados para entrevistar al líder del M-19, en medio de un complejo operativo armado por la guerrilla para burlar el férreo control del Gobierno de Julio César Turbay.
Para la época regía en Colombia el llamado Estatuto de Excepción, promulgado por Tubay, que además de limitar los derechos civiles y la libertad de prensa, constituyó el principal aliciente para que los periodistas fingieran secuestros: poder acceder a los líderes guerrilleros sin ser tachados por parte del Gobierno.
Pacheco logró así un encuentro de casi siete horas con Bateman Cayón –alias 'El Flaco' y 'comandante Pablo'–, al que también asistió Pineda. En diálogo telefónico con Público, desde París, la periodista colombiana reconstruyó la escena y reveló la razón de su presencia en esa reunión clandestina.
"[El líder del M-19] hablaba de paz, amaba la paz, creía en ella, nos dijo. Quería que Pacheco llevase una carta de paz al presidente Julio César Turbay.
El papel que me reservó Bateman fue el de testigo oficial de aquel encargo", relató. La misiva planteaba un alto al fuego por parte del M-19 a cambio de que el movimiento pudiera presentarse en las presidenciales.
Una apuesta y un secuestro sin rescate
De acuerdo con las versiones de los testigos y el reportaje que Pineda publicó en El Espectador en esa época, la larga conversa entre el guerrillero y los periodistas discurrió entre whisky, cigarrillos y comida, y terminó cerca de las 4:00 de la mañana del día siguiente.
Antes de que todos se retiraran del salón para descansar, Bateman lanzó una apuesta: "Mañana sales en las primeras planas de los periódicos, Pacheco.
Nos apostamos doce botellas de whisky Chivas Regal". El presagio se cumplió porque en la mañana, el líder del M-19 lanzó sobre la cama del periodista un ejemplar de El Espectador donde informaban sobre el operativo policial para dar con su paradero.
"Te gané, Pacheco", habría dicho Bateman. La apuesta, según Público, fue saldada por el presentador de 'Cita con Pacheco' con una caja de doce botellas de whisky Chivas a los miembros del M-19.
A pesar del revuelo, ni Pacheco ni su familia interpusieron una denuncia por "secuestro" porque no lo hubo. Tampoco se pagó ningún rescate, ya que el periodista y su colega fueron puestos en el centro de Bogotá a las 4:00 de la tarde del día siguiente por sus mismos 'captores'.
"Las cuatro de la tarde, cerca de 24 horas después de que ese hombre me formuló la singular 'invitación' para abordar un carro, el taxi negro en el que hicimos el largo viaje de regreso (Pacheco y yo abrazados para no ver y que nadie nos viera) se detuvo en una calle del barrio Nicolás de Federmán y entonces, solamente entonces, tuvimos la certeza de poder contar la historia de aquella 'cita con Pacheco' que usted, señor lector, jamás verá", se lee en el reportaje que Pineda escribió hace ya 40 años.
Lo que sí hizo Pacheco fue entregar el recado para Turbay, un gesto que sí le acarreó serios problemas: cada tanto era requerido para ir a declarar en las caballerizas militares de Usaquén, un centro de detención que la Fiscalía ha constatado como escenario de torturas.
La denuncia
Pero aunque las circunstancias de ese hecho parecían estar claras, una decisión de la Audiencia Nacional de España ha devuelto el asunto al debate público, en medio de una acalorada campaña electoral que tiene a Petro en la mira.
Y es que un día después de que el izquierdista pasara a balotaje en su país con más de 40 % de los votos, la justicia española admitió parcialmente la denuncia interpuesta en marzo por François Roger Cavard Martínez, en la que se acusa a Petro de haber participado en el 'secuestro' de Pacheco, fallecido en 2014.
Cavard Martínez, que señala a Petro de haber sido partícipe de crímenes de lesa humanidad, reconoció que no contaba con el apoyo de la familia de Pacheco para presentar la denuncia. De manera preliminar, el juez admitió que podría investigar el delito de secuestro, en vista de que la presunta víctima era de origen español.
Sin embargo, el magistrado ya ha descartado que tenga competencias para indagar sobre otros 40 hechos que el escrito le atribuye al político como integrante del M-19.
No es la primera vez que Cavard Martínez emprende una acción judicial contra Petro. En 2018 hizo algo similar, pero esta vez en su país, cuando impugnó la candidatura del izquierdista a la Presidencia "por delitos cometidos en el marco de su militancia en el extinto grupo guerrillero conocido como el M-19". El Consejo de Estado no la aceptó.
https://actualidad.rt.com/actualidad/431666-verdadera-historia-secuestro-gustavo-petro-colombia