San Martín es recordado en la fecha de su muerte, como si el poder quisiera omitir su gesta y biografía.
La historia que cuentan oculta por qué decide regresar a luchar por la independencia.
Se insinúa que traicionó a España cuando en realidad su identificación con Lautaro, el lonko que inició la rebelión de los mapuches, fue lo que iluminó su decisión de regresar.
San Martín supo en Murcia que era hijo de Diego de Alvear y Rosa Guaru, una mujer guaraní que trabajaba para los San Martín en Yapeyú.
Diego de Alvear le pidió a su subalterno, San Martín, que lo registrase a su nombre y le pasaría dinero para su crianza y educación, así como para los otros hijos del matrimonio.
Con este arreglo se trasladaron a Murcia para hacer la carrera militar, donde además se agregó un hijo reconocido por el propio Alvear, Carlos, con el cual el futuro libertador haría una gran amistad.
Un día a Diego de Alvear se le escapó llamarlo hijo y San Martín comenzó a averiguar su propia historia.
Rápidamente la asocio a la de Lautaro y se identificó profundamente con él, al punto de ponerle Lautaro, a la base de organización de su gesta libertadora.
Lautaro era un niño mapuche que vio como Valdivia asesinó a toda su tribu y a su padre, el lonko de dicha tribu.
Extrañamente Valdivia lo deja vivo y lo adopta como a un hijo.
Lo educa y forma con todo su conocimiento militar. Pero el niño, al llegar a la juventud, organiza a través de la servidumbre de Valdivia, integrada totalmente por mapuches, un sistema de comunicación para que se contactaran con los jefes de otras tribus (Colo Colo, Caupolicán, etc.,)
De esta forma despliega una estrategia para emboscar a Valdivia en una de sus partidas para cazar mapuches, y lo matan.
Así comenzó una guerra de más de cien años, hasta que los españoles deciden capitular y ofrecen al pueblo mapuche un acuerdo que sería conocido como el Tratado de Quilin, donde España reconoció a la Nación Mapuche fijando su territorio desde el río Bio Bio y el río Colorado, al este (en lo que sería Argentina) hasta la Antártida.
También Lautaro, para muchos chilenos, es considerado un traidor por lo que le hizo a Valdivia, olvidando lo que antes este había hecho a su familia.
Por todo esto es que el Ejército de los Andes fue integrado por indios, gauchos, negros e inmigrantes.
El sueño de San Martín era forjar una patria generosa, amplia que integrara a todos en igualdad y libertad. Por supuesto, los poderosos de Buenos Aires no compartían su idea y dejaron de enviarle dinero, con lo cual quedó varado en Perú.
La decepción de San Martín lo llevó a entrevistarse con Bolívar y cederle el camino que había empezado.
Todo sería distinto de haberse concretado el sueño de San Martín, Monteagudo, Belgrano y Moreno.
