Tras la intensificación de las sanciones estadounidenses y la persistencia de una política atlántica de confrontación, el ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov, ha propuesto a China que se independice del dólar y las plataformas de pagos globales.
Si estas propuestas tienen éxito, sería un paso importante hacia el cuestionamiento del poder global estadounidense, en particular al restringir la extraterritorialidad de la justicia norteamericana.
Con el regreso de los demócratas a la presidencia, EEUU ha reforzado su política de enfrentamiento con países independientes. La última reacción de Rusia, a través de la voz de su ministro, es particularmente interesante.
En una entrevista, Lavrov insistió en la necesidad de disminuir el riesgo de sanciones protegiendo la autonomía tecnológica del país, reduciendo el papel del dólar en los pagos internacionales a favor de las monedas nacionales o monedas alternativas al dólar y poniendo fin al uso de plataformas de pago globales que están en manos occidentales.
Añadió a este enfoque una propuesta dirigida a China, que también es objeto de sanciones estadounidenses. Como dice Lavrov, esta realidad obliga a Rusia y China “a construir su propia línea de desarrollo económico y social, para que no dependa de los caprichos de nuestros socios occidentales”.
El interés de este enfoque propuesto por Rusia es doble. En primer lugar, permite objetivamente el desarrollo de instrumentos nacionales y, por tanto, garantiza la autonomía del país, que es garantía de la soberanía real.
Entonces, debido a que el poder de EEUU pasa en particular por el recurso a la extraterritorialidad de la justicia, principio que permite a la justicia estadounidense ocuparse de cualquier caso en cualquier parte del mundo tan pronto como se establezca un vínculo con EEUU, en particular mediante el uso del dólar en las transacciones, plataformas de pago estadounidenses, correos electrónicos cuyos servidores están en EEUU, etc el reducir el uso de estos elementos de conexión con EEUU significa desarmar a la justicia norteamericana frente a empresas y países extranjeros.
Cada acción conduce a una reacción. La política de sanciones de EEUU no llevará a someter a Rusia, sino a su alienación y a su empoderamiento.
https://spanish.almanar.com.lb/518091