El director Normativo de Salud del ISSSTE confirmó esta tarde la muerte de uno de los líderes fundadores de las autodefensas en Michoacán.
Ciudad de México, 25 de noviembre (SinEmbargo).– El doctor José Manuel Mireles Valverde, fundador de las autodefensas en la región de Tierra Caliente en Michoacán, falleció este miércoles, confirmó el doctor Ramiro López Elizalde, director Normativo de Salud del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE).
Mireles Valverde, quien fue líder del levantamiento en Michoacán contra la violencia del Cártel de los Caballeros Templarios, se encontraba en terapia intensiva desde el pasado 20 de noviembre, luego de ser diagnosticado con COVID-19.
Tan solo ayer se informó que el estado de salud de Mireles era delicado y los médicos trabajaban en controlar padecimientos previos y revertir los rezagos que dejó la COVID-19 en algunos de sus órganos.
Mireles Valverde, quien nació el 24 de octubre de 1958 y tenía 62 años, ocupaba el puesto de Subdelegado del ISSSTE en Michoacán, su tierra natal.
El pasado 22 de noviembre, un rumor en redes sociales lo dio por muerto debido a las complicaciones por el coronovirus, pero desde su cuenta de Twitter se desmintió la versión: “Totalmente falsa la información que corre por redes, el doctor sigue dando la batalla”, se consignó ahí.
Además, su esposa, Estepahnia Valdes de Mireles, agradeció las muestra de apoyo de los ciudadanos y expuso: “Amigos estamos muy optimistas mi esposo el Dr. @DrJMMireles se encuentra estable y dando pelea… es un guerrero nato estoy orgullosa de él”.
Apenas el 17 de octubre pasado, el luchador social se refirió a la detención del General Salvador Cienfuegos Zepeda en Estados Unidos. El extitular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) en el Gobierno de Enrique Peña Nieto fu acusado de narcotráfico y lavado de dinero, por lo que Mireles recordó sus lucha en tiempos del peñismo y dijo que estaban luchando contra elementos de cárteles y contra el Estado mexicano.
“Mi detención [el 27 de junio de 2014[ fue resultado del anuncio de recuperar el municipio de Lázaro Cárdenas para liberar el puerto de carga más importante del país donde se traficaban cantidades importantes de drogas y minerales“, escribió en su cuenta de Twitter.
“Ahora entiendo la consigna, luchábamos contra el mismo Estado”, agregó el doctor.
Mireles Valverde pasó dos años y 11 meses en prisiones federales, luego de que se le acusara de portación de armas de fuego de uso exclusivo del Ejército.
Fue hasta 2017 cuando logró su libertad bajo fianza, y el 17 de julio de 2018 obtuvo su libertan absoluta.
El médico de profesión se convirtió en el rostro público del movimiento, que tuvo su origen en el municipio de Tepalcatepec, y se vio enfrascado en una serie de polémicas con otros integrantes del grupo, por lo que fue apartado del mismo.
SU LUCHA EN MICHOACÁN
Mireles decidió un 24 de enero de 2013 tomar las armas desde su rancho en Michoacán. Harto de que el cártel de Los Caballeros Templarios, derivado de La Familia Michoacana, les quitara sus cosechas, violara a sus hijas y esposas; armó a los suyos y emprendió una marcha pueblo por pueblo para expulsar a los criminales.
Ni las autoridades locales, altamente corrompidas; ni la Policía Federal, y ni aun el Ejército mexicano había logrado lo que un sólo hombre, el doctor Mireles, logró: unir a la gente de bien para enfrentar a los criminales.
Pero la rebeldía de Mireles se extendió, según algunos observadores, más de la cuenta. Un día decidió no desarmarse como se lo exigía el Gobierno federal, y eso le trajo la desgracia.
Harto de que el cártel de Los Caballeros Templarios les quitara sus cosechas, violara a sus hijas y esposas, Mireles armó a los suyos. Foto: Cuartoscuro
El 27 de junio de 2014, elementos federales lo detuvieron cerca del Puerto de Lázaro Cárdenas y lo acusaron de distintos crímenes, entre ellos el de posesión de droga.
A la par, las autoridades federales, encabezadas por el excomisionado para la Seguridad en Michoacán, Alfredo Castillo Cervantes, montaron una campaña en contra del líder de las autodefensas.
Por ejemplo, Castillo acusó a Mireles de pensar en “tomar Morelia, después el país y después América Latina”.
“Mireles pensó en tomar Morelia, después el país y después América Latina. No se si le afectó el accidente [del 4 de enero de 2014]”, dijo Castillo en entrevista para Noticias MVS en 2017.
El excomisionado dijo que Mireles empezó a actuar por él mismo, sin consultar a las autoridades. “Confundieron la confianza en las instituciones”, refirió Castillo esta mañana.
Mireles pasó meses incomunicado. Su primera abogada, Talía Vázquez, dijo en aquel momento que sus derechos fueron violados y que la droga que las autoridades dijeron encontrar en su camioneta fue colocada ahí ex profeso.
Para muchos fue una venganza del Gobierno por no someterse a sus exigencias. Muchos consideraron inverosímil que Mireles, quien se levantó contra un cártel de las drogas, ahora traficara.
Activistas, legisladores y distintos miembros de oposición consideraron siempre a Mireles un preso político, por su negativa a inclinarse a Alfredo Castillo, un funcionario leal al Presidente Enrique Peña Nieto, lo mandó incomunicado a una prisión federal después de ser públicamente humillado: se le rapó y su foto fue difundida.
Tras salir de la cárcel, aseguró que buscaría recuperar su vida, luego de pasar casi tres años en prisión.
“Quería saludarlos porque gracias a todo el apoyo moral que nos brindaron estos tres años, que nunca se olvidaron de nosotros, que siempre estuvieron al pendiente de nuestra situación de salud, de nuestra situación de encierro y también de la forma en que nos trataban. Les agradezco mucho todo el apoyo que nos brindaron de todo corazón, gracias tenemos que retirarnos porque, sabrán, tengo muchas cosas pendientes”.
Y agregó: “Ahorita quiero tratar de tener un diagnostico definitivo de lo que realmente tengo, porque la lucha debe continuar”.
Durante casi un año, las fuerzas de seguridad federales dejaron actuar a los grupos armados pero después de que el presidente Enrique Peña Nieto iniciara un gran despliegue en el estado para intentar recuperar la calma, el gobierno —que incluso había realizado operativos conjuntos con las autodefensas— inició un proceso de legalización para que pudieran seguir portando armas y combatiendo al narco de forma legal y controlada.
Parte de las autodefensas aceptaron pero otros, entre ellos el médico armado, se negaron a integrar el nuevo cuerpo de policía rural creado en mayo de 2014 con el argumento de que no eran confiables. Entonces, las autoridades iniciaron una serie de detenciones de quienes no aceptaron regularizarse, entre ellas la del médico. En 2015 había unos 300 miembros de las autodefensas encarcelados en Michoacán.
El médico y sus seguidores denunciaron entonces que las fuerzas federales ya no estaban luchando realmente contra el cartel de los Templarios y que se habían aliado con criminales para aparentar que apaciguaban el estado. La violencia en Michoacán vinculada al crimen organizado ha continuado desde entonces.
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