Un 2 de Agosto de 1912 se llevó a cabo la batalla de Tisma, donde salió victorioso el Ejército de Benjamín Zeledón.
El doctor en leyes y General, Benjamín Zeledón Rodríguez, nació el 4 de octubre de 1879, en la Concordia, departamento de Jinotega, y falleció el 4 de octubre de 1912, en Catarina, departamento de Masaya. Ofrendó su vida por la libertad de Nicaragua en plena juventud. Solamente vivió 33 años, pero su gesta marcó el inicio de la lucha por la dignidad nacional y contra la intervención extranjera.
El General Augusto C. Sandino, cuando era un adolescente de 17 años, fue testigo de cómo en una carreta de bueyes, a su paso por Niquinohomo en busca del cementerio de Catarina, llevaban el cuerpo martirizado de Zeledón.
El General Sandino, siempre mantuvo que su lucha por la defensa de la soberanía y la dignidad nacional era continuidad de la de Benjamín Zeledón.
Héroe de Namasigüe
Ese mismo año de 1903, Benjamín Zeledón inició su experiencia militar al combatir, al lado del General Fernando María Rivas a los conservadores que intentaron un golpe de Estado contra el gobierno liberal de Zelaya, encabezados por Emiliano Chamorro.
Los golpistas se apoderaron del Vapor Victoria y atacaron los cuarteles militares situados alrededor del Lago de Granada, pero la revuelta fue dominada. El 17 de septiembre de 1903, el Presidente José Santos Zelaya, le extendió el título de Doctor en Leyes, estudios que había iniciado en 1900.
En 1907, Zeledón fue nombrado Auditor de Guerra y Marina, siendo un protagonista destacado en la histórica Batalla de Namasigüe, que tuvo lugar entre el 17 y el 23 de marzo, y en la que los aguerridos soldados nicaragüenses derrotaron a las tropas combinadas de El Salvador y Honduras.
En reconocimiento a sus méritos consiguió los grados de Coronel del Ejército de Nicaragua. Al año siguiente fue nombrado Ministro en Misión especial, con el cargo de Representante Diplomático de la República de Nicaragua en Guatemala.
Derrocamiento y exilio
En diciembre de 1909 fue derrocado el gobierno de José Santos Zelaya López, por medio de la Nota Knox, emitida el primero de ese mes por los Estados Unidos en apoyo a una revuelta conservadora. El Coronel Zeledón, al mando de las fuerzas liberales, derrotó en los alrededores de la laguna de Tisma a los conservadores que dirigía el General Frutos Bolaños Chamorro, siendo ascendido a General por el Presidente José Madriz, en marzo de 1910. El 20 del mismo mes, Zeledón, fue ascendido al grado de General y asume como Secretario de Guerra y Marina.
Zelaya partió al exilio con sus correligionarios liberales de mayor relevancia. Sin embargo la guerra civil continuó y los esfuerzos de dialogo del presidente Madriz se frustraron. Los golpistas conservadores, encabezados por Juan José Estrada Morales, se empeñaron en tomar el poder y avanzaron hacia Managua, obligando al presidente Madriz a rendirse frente al Coronel y Diputado José Dolores Estrada Morales, hermano del líder de los rebeldes conservadores. Así terminó el legítimo gobierno de la revolución liberal.
Los contrarrevolucionarios impusieron a Juan Dolores Estrada como Presidente Provisional, cargo que ejerció entre el 20 y 28 de agosto de 1910, antes de entregar el poder a su hermano, Juan José Estrada que fungió como Presidente de Nicaragua entre el 30 de agosto de 1910 y el 9 de mayo de 1911. Estrada expulsó al General Benjamín Zeledón, que en 1911 se incorpora al Colegio de Abogados de Costa Rica.
Como consecuencia de la contrarrevolución de 1910, llega a la Presidencia, después de Juan Estrada, Adolfo Díaz Recinos, un discreto administrador de empresas que trabajó en el enclave minero de La Luz, en la Costa Caribe, nacido en Alajuela, Costa Rica, y fallecido en San José, Costa Rica.
El regreso de Benjamín Zeledón a la patria
Díaz, nombró como Ministro de la Guerra al General Luis Mena, con quien pronto tuvo diferencias. Estas contradicciones entre conservadores, la imposición onerosa de los Pactos Dawson y Castrillo-Knox, se exacerban con la cesión de la Aduana y el Ferrocarril, haciendo que emerja en 1912 el movimiento libero-conservador que es conocido en la historia de Nicaragua como “La Guerra de Mena”, movimiento al que se suma Zeledón, quien regresó del exilio para asumir la comandancia del ejército aliado como General en Jefe.
La primera brigada que organizó Zeledón estaba compuesta por oficiales retirados, obreros, artesanos, campesinos y estudiantes, el objetivo era luchar con el gobierno entreguista de Adolfo Díaz, sostenido por la oligarquía conservadora. En julio de 1912 organizó un Estado Mayor para librar la guerra y nombró como su segundo al Coronel Marcelo Castañeda.
El primero de agosto se unen a las fuerzas de Zeledón las del General Luis Mena, quedando el ejército aliado al mando de Benjamín Zeledón.
El triunfo de la Batalla de Tisma
El 2 de Agosto se libró la Batalla de Tisma, en el departamento de Masaya, venciendo el Ejército Aliado al Ejército Conservador que era mandado por el General Emiliano Chamorro Vargas. Posteriormente Zeledón estableció su Cuartel General en la cercana población de Tipitapa.
La derrota de los conservadores hizo que Adolfo Díaz, solicitara el 3 de agosto la intervención militar directa de los Estados Unidos la que fue aceptada prontamente por el Departamento de Estado norteamericano.
Primera intervención militar directa de los Estados Unidos.
El 4 de agosto desembarcaron en Corinto más de cien marines chaquetas azules del Annapolis, con el propósito de proteger la embajada de Estados Unidos en Managua y contener a las tropas aliadas. El día 7 fuerzas combinadas del Tacoma ocuparon Bluefields.
El día 15 atracaron 8 buques de guerra en Corinto y desembarcaron 412 marinos, 2 600 soldados y 125 oficiales al mando del Comandante Buttler. A estas fuerzas se unieron el 4 de septiembre de 1912, las fuerzas especiales del 1er. y 2do. Batallones del Primer Regimiento Provisional del Cuerpo de Marines.
Más de 2, 500 militares hollaron el suelo patrio, y la intervención se mantuvo hasta 1925, dirigida desde la llamada Legación Guard (Guardia de Legación) o Legación Americana, donde los extranjeros decidían los destinos de Nicaragua.
Servir a la Patria
Una fecha infausta, pero llena de gloria, en la historia libertaria de Nicaragua, es el 4 de octubre de 1912, cuando el General Benjamín Zeledón, se negó a rendirse frente las superiores fuerzas militares de conservadores y la marinería yanqui, respondiendo al emisario: “Señor, no se trata de mi persona, sino de un deber sagrado que tendré que cumplir hasta que muera. Yo no me pertenezco, pues sirvo a mi Patria”.
Después Sandino, levantó la bandera nacionalista y antimperialista de Zeledón, y la bandera de Sandino, fue rescatada por Carlos Fonseca, y desde entonces guía la lucha de los patriotas nicaragüenses contra las imposiciones extranjeras.