Pese a los muertos, heridos y el cansancio, ayer se vivió otro viernes de protesta. Fue una jornada en contra de la maldita ley que criminaliza la protesta social e impide la lucha de los trabajadores. Hay fuerzas para organizar un paro nacional y seguir el ejemplo de los obreros franceses.
Decenas de miles de personas, entre jóvenes, mujeres y trabajadores, se movilizaron en todo el país a 50 días del inicio de la rebelión. En Santiago, en Plaza de la Dignidad fueron aproximadamente 100 mil que cantaron gritos como "Piñera asesino igual que Pinochet" o "Piñera ya se va".
En el edificio Costanera Center (un símbolo del capitalismo chileno en el barrio alto) se intentó reunir gente para manifestarse, sin embargo fueron reprimidos por la policía que intenta desalojar todo acto de protesta en el sector.
En el emblemático Centro Cultural Gabriela Mistral (GAM), durante más temprano, se gritó "Presente" ante el nombre de todas y todos los muertos de la rebelión y se gritó contra la represión policial.
Hubo machas multitudinarias en Antofagasta, Talcahuano, Rancagua y Valparaíso. Las convocatorias estuvieron marcadas por los llamadas a detener las zonas de sacrificio y el desastre medio ambiental en Chile. Otra de las razones de la revuelta: la escasez del agua producto de su privatización.
El pacto de los partidos: desvío constituyente y represión a la protesta social
El estallido social cumplió 50 días. Y las movilizaciones aún se mantienen en pie, a pesar del pacto de los partidos políticos tradicionales junto al Frente Amplio, en donde quieren desviar la lucha a un proceso constituyente controlado por ellos mismos y que culminará con una nueva Constitución firmada por el repudiado Sebastián Piñera.
Este acuerdo, que si bien no fue firmado por el Partido Comunista u organizaciones del propia Frente Amplio (FA) como Convergencia Social pero si plantearon que se harán parte para tratar de "democratizar el proceso" -dándole legitimidad a este pacto a espaldas de las mayorías- sigue generando desconfianzas.
Las masivas protestas de este viernes también se hicieron en rechazo a la ley contra la protesta social que declarará delito las barricadas, los cortes de ruta, la ocupación de lugares estratégicos como hospitales, puertos y minas.
Hay fuerzas para derrotar la represión de Piñera
A 50 días del inicio de la revuelta la presencia de miles persiste en las calles. Ayer se movilizaron miles por todo Chile. Hay fuerzas aún despiertas dispuestas a continuar y no bajar los brazos. Piñera no tiene nada que ofrecernos salvo represión y criminalización.
Un verdadero atentado contra el derecho a huelga y manifestación busca con su ley anti-protestas. La Mesa de Unidad Social y la CUT, que la han rechazado, deben convocar al paro y movilización para derrotarla, y avanzar a un plan de lucha con paros contundentes para derrotar a Piñera y su represión.
Como está mostrando Francia con la huelga general paralizando las áreas estratégicas del país y con millones en las calles, ese camino hay que retomar, única vía para imponer nuestras demandas y conquistar una Asamblea Constituyente verdaderamente libre y soberana.
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