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Venezuela: Juan Guaidó y sus compinches se robaron millones de dólares para ayuda humanitaria en Colombia


El viernes 14 de junio el medio PanamPost, uno de los más activos políticamente a favor del antichavismo puertas afuera de Venezuela, presentó un detallado reportaje que ilustra un desfalco por parte de los enviados de Juan Guaidó para manejar los asuntos de la «ayuda humanitaria» que fue desplegada en la frontera en el lado colombiano.

Como primer detalle de dicha publicación, que fue luego ampliamente difundida en otros medios opositores, vale señalar que tiene la firma de Orlando Avendaño, periodista venezolano Editor en Jefe de dicho medio.

Ello supone que, para Panampost, su exclusiva va con todos los elementos propios de responsabilidad editorial, entendiendo lo delicado del asunto y las derivaciones que genera.


Y no es para menos. 

La tantas veces hiperpropagandizada «ayuda humanitaria» que intentó ser ingresada a Venezuela el 23 de febrero, consistió en un aparataje diseñado para poner en contradicción a la unidad de la fuerza militar venezolana y quebrar sus líneas de mando.

Ese era su propósito esencial. 

 No obstante, también articuló el desarrollo del concierto VenezuelaAid, el despliegue desproporcionado de una parafernalia mediática que apuntaba a la «crisis humanitaria» en Venezuela, y con ello, el flujo de recursos, como los que aprobara la Casa Blanca y el Congreso de los Estados Unidos, a beneficio, supuestamente, de la población venezolana en el extranjero. Mediante la publicación, el cuestionamiento a la gestión de recursos de los personeros de Guaidó, pone en entredicho la credibilidad y transparencia de la dirigencia antichavista venezolana de manera muy seria, dándose a conocer ahora a escala internacional su modus operandi que en Venezuela han sido hartamente denunciados. 

 EL ROBO BAJO LA CORTINA CUCUTEÑA La publicación de PanamPost hace un detallado recorrido sobre los temas esenciales del desfalco de ingentes En ella se explican las razones de por qué no había recursos disponibles para el alojamiento de militares desertores de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) en Cúcuta, como trascendió en medios hace meses. 

La razón de la malversación y el desvío de los recursos que estaban destinados para esos fines. También es reseñado el fraude sobre la de cifra real de desertores. Guaidó solicitó apoyo al gobierno de Colombia para atender a los militares y entregó a Iván Duque una cifra de militares desertores de 1 mil 450 funcionarios. 

Sin embargo, publica PanamPost, la inteligencia colombiana determinó que Barrera y Rojas abultaron dicha cifra, desmientiéndola con el número real de apenas 700. Sobre los militares «se cuentan con los dedos los militares decentes allí», refiere el medio citando a una fuente en Cúcuta. 

La logística de la «ayuda humanitaria» implicó, luego de febrero, el despliegue de «alcohol y prostitutas» para los militares quienes «pedían y pedían». 

Algunos de ellos, según Avendaño, serían «civiles con credenciales falsas». Las atenciones a los militares así como la trama de desfalco explican el impago de los servicios hoteleros a beneficio del desechado y luego olvidado «ejército» de Guaidó en Colombia.

 «LA AYUDA HUMANITARIA ESTÁ PODRIDA Y SERÁ INCINERADA» El reportaje cita fuentes en el terreno que hablan sobre el estado de una inmensa parte de la propagandizada «ayuda». A según, ya se perdió «al menos un 60%». 

Señala a Miguel Sabal, designado por Guaidó para manejar lo relacionado a USAID y donaciones que hicieran mandatarios de la región: «Todo lo que envió el presidente Piñera ya no sirve». 

 Tal hallazgo revelaría que la entrega de la «ayuda humanitaria» a venezolanos en la frontera del lado colombiano, en realidad sería otro despliegue publicitario y la presentación de una mampara para intentar vaciar los galpones en Cúcuta. 

PanamPost señala que el destino previsto para los alimentos que ya perecieron es la incineración: «No saben qué hacer con ello para que no se arme un escándalo. 

Lo quemarán, imagino», dice una de las fuentes a Avendaño. La causa de la pérdida de los alimentos yace en la conformación de una burocracia humanitaria fronteriza, erigida alrededor del gobierno artificial de Guaidó, que no tuvo como prioridad agilizar los mecanismos para hacer la entrega de dichos enseres, ni siquiera por los propósitos publicitarios que han caracterizado al antichavismo luego del auge de Guaidó. CORRUPCIÓN, DESPILFARRO Y ESTILO DE VIDA LUJOSO PanamPost reseña sobre las «ocupaciones» de los emisarios de Guaidó para manejar la «ayuda humanitaria». 

Señalan a la inteligencia de Colombia como cuerpo que alertó desde hace meses el desarrollo de una trama corrupta signada por el despilfarro y los excesivos e injustificables gastos de Kevin Rojas y Rossana Barrera, quienes «empezaron a llevar una vida que no se correspondía con quienes eran». El reportaje presenta facturas y listas de gastos que dan cuenta de montos de hasta 3 millones de pesos por día «en hoteles y discotecas», además gastos diarios por el orden de los «mil dólares por comidas y bebidas». 

Adicional a ello, «gastos de ropa carísima en tiendas de Bogotá, vehículos lujosos» entre otras irregularidades, por montos millonarios en dólares todavía inestimables, sólo en gastos particulares sin aclarar por parte de Barrera y Rojas, sin incluir otras acciones de desvío de fondos o desfalco. 

La cifra del total aún no ha sido revelada. La publicación apunta sobre todo a Rossana Barrera, quien según PanamPost es cuñada del diputado de Voluntad Popular Sergio Vergara, «mano derecha de Guaidó» desde el encarcelamiento de Roberto Marrero por armar y financiar una red de mercenarios en territorio venezolano. 

Según el reportaje, las autoridades colombianas alertaron a Caracas, y tanto Juan Guaidó como Leopoldo López se dieron por enterados de las irregularidades haciendo caso omiso a la «molestia» del gobierno de Iván Duque y, por el contrario, hicieron una «defensa a ultranza» de sus emisarios. 

 El medio también señala a Luis Florido como otro férreo defensor de Barrera ante los señalamientos que estarían haciéndose en su contra desde la institucionalidad colombiana por estas acciones, al ejercer como abogado ante una auditoría de los gastos. REACCIONES ANTE LA CORRUPCIÓN INOCULTABLE La primera reacción vino de Luis Almagro, secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA) y articulador del asedio contra Venezuela. 

Almagro se pronunció desde su cuenta Twitter solicitando a la jurisdicción competente «determinar responsabilidades y exigir rendición de cuentas» ante los «graves cargos» formulados en el reportaje. 

Ello implica que Almagro da por sentada la validez de los señalamientos al entorno de Guaidó y sus emisarios, dando respaldo al destape de una evidente trama corrupta. cantidades de recursos a cargo de Rossana Barrera y Kevin Rojas, quienes fueron los emisarios por el «presidente encargado» Guaidó para manejar los fondos y recursos de la «ayuda humanitaria».
No obstante, desde el antichavismo ya venían haciéndose señalamientos previos al caso de la «ayuda humanitaria» y los recursos malversados en Colombia. Uno de ellos venía de Alberto Franchesqui, ex empresario y político venezolano radicado en Miami. 

El veterano opositor ha usado sus redes sociales para denunciar a Julio Borges y a Carlos Vecchio -este último «embajador» de Guaidó en Estados Unidos- como operadores del robo de los bienes financieros de CITGO Petroleum Corporation, empresa propiedad del Estado venezolano y despojada de facto por parte del gobierno estadounidense.  

http://www.lechuguinos.com/guaido-robo-ayuda-humanitaria-colombia/

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