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Complicidad del Vaticano en sanguinaria dictadura de Pinochet


Mediación del Vaticano en favor de Pinochet se gestó en la sede del Opus Dei en Roma

Dos importantes reuniones tuvieron lugar en la sede principal del Opus Dei en Roma con la participación de su máximo representante, el obispo madrileño Javier Echevarría, con el propósito de definir el rol del Vaticano en la campaña que los asesores del general Augusto Pinochet harían en relación con la repetición del juicio sobre la inmunidad del ex dictador en la Cámara de los Lores, en el Reino Unido.
En relación al caso, se supo que el cardenal Jorge Medina Estévez, quien de ser obispo en Valparaíso, pasó en 1996 al Vaticano en calidad de prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos en el mismo Vaticano, declaró en una entrevista que le hiciera el periódico chileno La Cuarta, el 29 de diciembre de 1998, «Lo que ha estado en nuestra mano hacer lo hemos hecho, con discreción, porque en este tipo de cosas hablar demasiado es muy dañino».

Medina, según trae la nota, añadió: «El senador Pinochet sufre, y en esta situación muy particular lejos de su patria, y ya con signos manifiestos del peso de los años. Bueno, esperemos en Dios que las cosas se resuelvan bien. Yo he rezado y rezo por el senador, porque es una persona que está sufriendo». Y agregó, «en el Vaticano esperan confiados que nuestras gestiones discretas tengan buen resultado».

Continúa el informe citando que la figura clave en la intervención de la Santa Sede, es el secretario de Estado del Vaticano, Angelo Sodano, quien fuera nuncio apostólico en Santiago de Chile entre los años 1978 y 1988. 
 
Tanto Medina como Sodano participaron activamente en el viaje del papa Juan Pablo II a Chile en octubre de 1988. El papa dio la comunión al entonces presidente y comandante en jefe del Ejército, Augusto Pinochet, y, aunque no estaba previsto en el protocolo, visitó al jefe supremo en su despacho del Palacio de la Moneda.

Pinochet y el Papa salieron a los balcones, teniendo a la jerarquía católica chilena a sus espaldas. Las fotografías del acontecimiento, que tenía lugar quince años después de que el dictador ordenara el bombardeo de La Moneda y diera instrucciones para acabar con el presidente Salvador Allende, si salía con vida, se observa, bastante detrás del general y el papa, a una figura esbelta, muy alta, con gafas y magnífico estado físico. Era Angelo Sodano.

En una carta personal acompañada de un telegrama del papa a Pinochet, con motivo de sus bodas de oro matrimoniales, que Sodano entregara al dictador el 18 de febrero de 1993 en forma personal, este añadía, «Su Santidad conserva el conmovido recuerdo de su encuentro con los miembros de su familia con ocasión de su extraordinaria visita pastoral a Chile», y concluía,«señor General, la expresión de mi más alta y distinguida consideración».

De su parte, añade la nota, el papa en su misiva agregaba: « (...) como prenda de abundantes gracias divinas, con gran placer imparto, así como a sus hijos y nietos, una bendición apostólica especial».

Da cuenta el informe de que, precisamente, fue Sodano quien recibió en noviembre pasado a Mariano Fernández, subsecretario del Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile, para analizar la situación de Pinochet. El resultado de ese recibimiento ha sido una carta a favor de Pinochet, enviada por conducto diplomático a Robin Cook, secretario del Foreign Office (ministro de Asuntos Exteriores). Fuentes jurídicas consultadas en Londres sostienen que la carta indicaba un deseo de influir sobre el próximo fallo de los siete jueces lores.

Esas fuentes señalan que la misiva recoge todas las argumentaciones del Gobierno de Chile presentadas ante el Foreign Office antes del pasado 9 de diciembre de 1998, y que el ministro de Interior, Jack Straw, rechazó expresamente al dar luz verde a la extradición de Pinochet.

De otro lado, el portavoz del Vaticano, Joaquín Navarro Valls, declaró que la Santa Sede dio «un paso diplomático» en favor del general Augusto Pinochet, detenido en Londres. El portavoz aclaró que la iniciativa se realizó «a petición del Gobierno chileno». Fuentes consultadas en Roma, Madrid y Londres dijeron que no se trata de una carta personal del papa Wojtila sino de una «operación» de la Secretaría de Estado del Vaticano.

Se menciona que el ex dictador chileno Augusto Pinochet, cuenta desde hace años con poderosos amigos en los círculos de la Santa Sede.

Antes de que el Vaticano enviara la carta, el subsecretario de Relaciones Exteriores y ex embajador de Chile en Italia, Mariano Fernández, visitó al secretario de Estado vaticano, Angelo Sodano, quien fue nuncio en Chile entre mayo de 1978 y junio de 1988, en plena dictadura. Sodano, que mantiene una afectuosa relación con Pinochet, fue uno de los gestores de la visita de Juan Pablo IIa Chile, en 1987, cuando Pinochet y el pontífice saludaron a la multitud desde un balcón del Palacio Presidencial.

Durante la dictadura, Sodano fue blanco de críticas de parte de personas comprometidas con los derechos humanos. Le reprocharon su afinidad con el régimen militar y cuestionaron su influencia en los nombramientos de obispos conservadores «No vemos en él [Sodano] diplomacia, sino complicidad», le escribieron varios colectivos en 1987.

Finalmente, confirma la nota, que un conservador obispo chileno, Jorge Medina, actual prefecto para el Culto Divino y la Liturgia, es considerado otro hombre clave en el Vaticano y antiguo amigo de Pinochet. Y que, además, el actual nuncio en Santiago, Piero Biggio, cultivó buenas relaciones con los militares a principios de los setenta, cuando estuvo destinado en Chile.

Con los datos que nos ofrece este informe claramente queda evidenciada la estrecha relación de la jerarquía eclesiástica católica con las dictaduras.
 
 Dictadores, curas y papas, comen juntos de un mismo plato como perro, pericote y gato, solo que estos son honestos, en cambio aquellos, vaya uno a saber. 
 
Es importante conocer la actitud de la Iglesia católica con los gobiernos de facto, pero más importante es saber lo que sobre ella, la gran ramera, está escrito y que en los próximos amaneceres será una realidad, su destrucción total y eterna por el único que puede hacerlo…¡Jesucristo Hombre!

Fuente: http://www.pacoredo.org/PASADAS_EDICIONES/1018/07.html

Editorial Para Protegeatushijos.org

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