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La Asamblea Legislativa salvadoreña condecoró el 16 de mayo con la “Orden al Mérito 5 de noviembre 1811, Próceres de la Independencia Patria”, a la embajadora de Estados Unidos en el país, Jean Elizabeth Manes, por su contribución para el desarrollo de El Salvador a través de programas estratégicos como FOMILENIO II, Asocio para el Crecimiento, así como Alianza para la Prosperidad del Triángulo Norte, además de todo el apoyo para la consolidación de la democracia salvadoreña, lo cual fue una iniciativa de los partidos de derecha, en especial de los representantes del partido ARENA y GANA.
La embajadora Manes se ira muy pronto del país y será sustituida por un nuevo embajador, Ronald Douglas Johnson, quien es experto en temas de inteligencia y ex militar. Según fuentes del gobierno de Donald Trump, Ronald Douglas Johnson se trata de una persona de mucha confianza para el ejecutivo norteamericano.
Manes es miembro del Servicio Exterior del Departamento de Estado desde 1992 y ha prestado servicio bajo cuatro presidentes. Durante su carrera ha dirigido operaciones a gran escala y tiene vinculos cercanos con organismos de inteligencia de EEUU.
La embajadora fue nominada para comenzar su trabajo en El Salvador en octubre de 2015, elegida por el expresidente de Estados Unidos, Barack Obama, para suceder en el cargo a la entonces embajadora Maricarmen Aponte.
Al igual que sus predecesores, se mantuvo involucrada en la dinámica política salvadoreña, constantemente emitió opiniones sobre el supuesto estado de la democracia y los DDHH en el país, así como la corrupción, buscando que prevalecieran los intereses de EEUU en El Salvador.
Era evidente verla respaldar las investigaciones del ex fiscal Douglas Meléndez, en particular contra el expresidente Mauricio Funes, así como las resoluciones de la Sala de lo Constitucional y sus frecuentes reuniones con miembros de partidos de derecha (ARENA y GANA). También se vinculó estrechamente con Fusades y la Anep.
Durante los años del gobierno de Mauricio Funes fue evidente la relación estrecha con el gobierno norteamericano, quien era dirigido por Barack Obama, figura con la cual Funes se sentía identificado, sin embargo con la llegada del presidente Salvador Sánchez Ceren las relaciones con el país del norte se fueron distanciando, ya que al contrario de Funes, Cerén promovió un mayor acercamiento de El Salvador hacia Venezuela y los países del Alba.
La llegada de Manes a El Salvador definió la postura de EEUU sobre la necesidad de promover un nuevo gobierno en el país, más identificado con los interés norteamericanos. El triunfo de Trump aceleró este objetivo y la nueva administración requería la sustitución del gobierno salvadoreño del FMLN por uno más sumiso a sus directrices regionales. Por eso la principal tarea de la embajadora era que la izquierda dejara el gobierno y que llegara un partido de derecha, misión que fue cumplida por la funcionaria con la victoria en los comicios de Nayib Bukele.
Sin embargo este mérito no fue suficiente para Trump, dado que uno de los mayores desaciertos de Manes fue permitir que El Salvador rompiera relaciones con Taiwán y estableciera relaciones con China Popular, aun cuando la Embajada de EEUU en el país y en particular la Embajadora Mane, movieron todas sus influencias para evitar esta medida, llegando a amenazar al gobierno de Sánchez Ceren de manera sutil para que no tomara dicha decisión.
Por ello el triunfo de la derecha en las elecciones pasada le permite a los EEUU presionar para que el próximo gobierno detenga cualquier intento de establecer convenios con China, que pueda poner en peligro los intereses de EEUU en el área.
Fue muy notorio el acompañamiento que ha hecho Manes a Bukele en su viaje a EEUU, tratando de garantizar que el presidente electo jure lealtad al gobierno estadounidense. De manera frecuente Mane se reune con Nayib Bukele por más de tres horas; incluso una de las tareas que ha tenido en los últimos días es garantizar un puente entre ARENA y el nuevo gobierno para que pueda tener un grado de gobernabilidad adecuado, tomando en cuenta que la bancada celeste no cuenta con mayoría en la Asamblea Legislativa. El nombramiento de la nueva canciller salvadoreña, lo cual fue una postulación de la embajada de EEUU, hará más fácil este trabajo.
Mane podría abandonar El Salvador con la percepción del deber cumplido, tras desplazar al FMLN del gobierno y convertirlo en la tercera fuerza política del país. Es por esto que la derecha local le está rindiendo desde la Asamblea un homenaje. Algo que no ha sido fácil para otros embajadores de EEUU en el hemisferio como es el caso de Venezuela, Nicaragua y Bolivia.
https://zonafrank.wordpress.com/2019/05/27/el-homenaje-a-la-embajadora-de-eeuu-en-elsalvador-por-garantizar-que-la-izquierda-no-gobernara-en-2019/
