El decadente imperio norteamericano, que solo proyecta ser poderoso ante naciones pequeñas, aparentemente limitadas por su capacidad de defensa, utilizando a gobiernos que le son desvergonzadamente serviles, coludidos todos desde un club que ha sido lanzado al estercolero por la tristemente célebre marioneta de Luis Almagro, persiste en morder con rabia a nuestro país, solo, porque la fracasada estrategia de pintar nuestra democracia de dictadura no ha sido comprada por la inmensa mayoría de los nicaragüenses que mientras aquí construimos la paz como camino para ir a la reconciliación, en la O.E.A a nuestra democracia la pintan con la sangre que ellos nos derramaron, que nos derribó nuestra economía, que nos disparó el desempleo, que nos inoculó a través de sus agentes en la conferencia episcopal odios nunca antes vistos que frente a nuestros ojos, a través de los videos que se tomaban los delincuentes, que ahora están siendo castigados, los inspiraron para cometer crímenes de lesa humanidad contra inocentes que pecaron por ser sandinistas.
La perversidad de la política exterior norteamericana, a fin de distorsionar ante nuestro hemisferio y el mundo la impecable imagen que Nicaragua tenía hasta antes del 18 de abril, a fin de introducir un elemento “convincente” y dramático en la última sesión de la O.E.A, que permitiera permear el interés de los representantes por aplicarnos ilegalmente la “Carta Democrática” llegó al extremo de estimular la renuncia de dos funcionarios en la administración sandinista para validar como cierta toda la patraña criminalmente tejida contra nuestro país lo que convierte en diabólico y demencial el propósito de los Estados Unidos por destruir el futuro de Nicaragua solo porque ésta es gobernada por un sandinista que fue legítimamente electo por la inmensa mayoría de los nicaragüenses.
Al referirme al caso de estos dos funcionarios lo que está ante nosotros es un chantaje y una operación de golpe bajo, que además de burda en el caso de Rafael Solís es una de esas que pinta muy al estilo de la C.I.A donde encubiertamente se armó toda una trama para quebrar, desde la intimidación, la voluntad de dos personas que sucumbieron aterrorizadas ante el miedo.
En el caso de Rafael Solís, por un lado, se busca influir en la O.E.A de que todo lo que se dice de la Nicaragua sandinista es cierto y por otro desmoralizar a la base del partido FSLN, porque hablamos de alguien que fue muy cercano a Daniel Ortega y que ahora le renuncia a través de una carta donde no se ve la huella digital del supuesto intelecto de Payo como autor, según comentan los que le conocen y que agregan fue escrita por alguien que puso lo que quiso sobre la firma de quien ahora se dice ex-magistrado de la Corte Suprema de Justicias y ex-militante del Frente Sandinista en los últimos 41 años.
Payo Solís quien fue todo un poder en la Corte Suprema de Justicia, desde donde las voces secretas decían que manejaba relaciones directas con muchos Bufetes legales y daba trámite o archivaba casos de acuerdo a sus altos intereses, en dos meses se le vencía el cargo y cercano a los ochenta años y enfermo quería retirarse, pero nunca por razones políticas, sino porque ya no daba para más.
En esas condiciones salió del país a atender cosas muy personales y además muy importantes porque eran temas de pesos centavos.
Si a mí me llaman del banco y me dicen que mis cuatro centavos tienen problemas al término de la distancia me traslado donde tengo mis ahorritos y eso, según me comentaban le pasó a Payo Solís a quien llamaron no por centavos sino por billetes y raudo atendió su lógica angustia, aunque de previo expresó a uno de sus colegas en la Corte, que iba a chequeos médicos.
Estando fuera las deducciones indican que sus otroras enemigos imperialistas lo estaban esperando para recordarle que estaba en la próxima lista de la ley Magnitsky, que sus caudales podían aun ser descongelados, que en el departamento de estado había muchas quejas contra él porque se había lanzado contra algunos cheles, que aquí el escándalo familiar por propiedades que él quería arrebatar a sus hermanos en Managua y en San Juan del Sur estaba a punto de ventilarse con puntos y comas y que en consecuencia lo mejor era que negociara cadena perpetua a cambio de pena de muerte y fue así que Payo Solís firmó un papel en blanco donde Estados Unidos puso lo que quiso para acabar con quien en una semana o menos será un periódico de ayer porque aquí no pasa nada.
La de Víctor Urcuyo no tiene mayor trascendencia más que la de nombrar a un nuevo Súper Intendente de bancos que se mantenga sobrio porque lo que pasó es que la embajada norteamericana lo llamó y le dijo que si no renunciaba le quitaría la ciudadanía y aunque a muchos nos cause repulsa tenemos que admitir que hay quienes se sienten más cómodos siendo gringos que nicas.
Teniendo a estas dos perlas en el discurso ofensivo del imperio contra nuestro país, las que por supuesto fueron citadas en el último intento fallido de la O.E.A por hacer causa común con el terrorismo que insiste en dar un golpe contra el estado de Nicaragua, apareció, en medio del enanismo mental de quienes perdieron la vergüenza por las venas que forjan la altiva dignidad de Latinoamérica, un gigante, un Léonidas que como en el paso de las Termópilas, fue a Washington para pegarse directo a la yugular del monstruo y desde una exposición de filigrana, clara, sin ambages, bien narrada, sin vulgaridades, pero con contundencia, silenció la estridencia de una reunión que no tuvo más que levantarse sin nada que decir y sin nada que decidir.
Hay que ponerse de pie, hay que aplaudir a Denis Moncada Colindres que habló por Nicaragua no porque sea canciller sino porque la ama, porque habló en representación de la inmensa mayoría de los ciudadanos que en éste país aborrecemos lo que la minoría celebra y que junto a su patrocinador Estados Unidos hoy llora una más de sus derrotas.
Ese eslogan de que “no pudieron ni podrán” se hizo efectivo desde el derecho internacional y aunque esta es solo una batalla más lo cierto es que es otro paso para que la paz gane la guerra al odio que el imperio y sus sicarios nacionales nos han de declarado y el primero en estar claro de ello es el tristemente célebre payaso de Luis Almagro, un mercenario que desprestigia a nuestra américa hispana, que por ser huésped predilecto de Washington se quedó hablando como anglosajón, ganándose así el desprecio hasta de los suyos, que avergonzados lo sacan degradado, demeritado, expulsado y a patadas por la puerta trasera de su propio partido que con indignación reacciona contra aquel que se convirtió en un meretriz del interés del decadente imperio norteamericano.
Para finalizar tengamos conciencia de dos cosas en las que el imperio seguirá teniendo incidencia; La primera es que seguirá empeñado desde su cobarde, invasiva y miserable prepotencia por agredirnos de cualquier modo a través de la guillotinezca hoja pendulante que le representa su O.E.A, que no es otra cosa que una agencia de Washington especializada ahora en desestabilizar a los gobiernos que democráticamente electos no son afectos a los intereses de la Casa Blanca que es también el interés de la tristemente célebre marioneta de Luis Almagro y segundo que nadie debe extrañarse que hayan otros que como Rafael Solís negocien su dignidad para que a cambio de pena de muerte les concedan cadena perpetua algo que al final de todas formas no tendrá ningún mérito para aquellos que hoy lo usan para sus propósitos mediáticos.
QUE DIOS BENDIGA A NICARAGUA.
Por: Moisés Absalón Pastora.