Los medios de comunicación son uno de los pilares fundamentales para el funcionamiento de los engranajes de las sociedades democráticas, por tanto deberían servir para dar voz a los sectores con mayor representatividad, respetando a las minorías.
Sin embargo no es este precisamente el objetivo central del aparato propagandístico mundial en manos de un puñado de Oligarcas.
Las élites de poder hegemónico del capital hace mucho tiempo han comprendido que no es necesaria la censura violenta, de carácter fascista de inicios y mediados de siglo XX, para controlar el poder que da la difusión masiva de la información. En ese intento por tergiversar al máximo el lenguaje, al definir las palabras con sus contrarios, las agencias internacionales y las grandes plataformas de prensa en la actualidad flagelan constantemente al pueblo y gobierno legítimo de Nicaragua.
En el Estado Español existe un sometimiento a los comunicadores por parte de las agencias y medios masivos de prensa, que da como resultado una pobreza en el ejercicio del periodismo. Esto a su vez se ve incrementado cuando se trata de dar cobertura a la política latinoamericana.
La derecha y sus medios de manipulación conservan caricaturescos aires colonialistas y de sumisión absoluta al imperio de EE.UU. en sus ataques a los gobiernos progresistas, revolucionarios o simplemente que no son lacayos del imperio.
Fue a partir del 18 de abril de este año en que se quiso perpetrar un golpe de estado contra el legítimo Gobierno de Nicaragua, la mayoría de las agencias noticiosas internacionales, junto a las grandes plataformas de comunicación, han elaborado repetitivos relatos que buscan construir una “verdad” que a todas luces falsea la realidad de lo que está ocurriendo en Nicaragua.
A partir de esta fecha, Nicaragua, tal como ha sucedido con Venezuela, es blanco de una matriz difamatoria, en la que no tiene cabida otra cosa que no sea lo negativo y lo falsario al servicio de los intereses de la derecha nicaragüense y el Imperialismo.
Repiten hasta el cansancio manifestación pacífica, cuando hubo policías y ciudadanos vilmente asesinados como reflejan fielmente multitud de imágenes y vídeos grabados por los mismos terroristas, que constatan todo lo contrario; repiten y repiten la palabra “Régimen” o “Dictador”, cuando hubo elecciones democráticas reconocidas por todos los estados hace menos de dos años con un triunfo inapelable; hablan de “sociedad civil” pero ignoran la voz de Sindicatos y Organizaciones sociales que no están sometidas a las elites conservadoras; y tienen el descaro de catalogar el intento de golpe de estado como una “sublevación”, cuando en realidad son los grupos fácticos de la derecha y parte del sector empresarial, (sin olvidarnos de los factores de la Iglesia Católica), que con la dirección y el apoyo del Imperio, son los que llevan la batuta de la orquesta golpista.
Frustrado el golpe de Estado en Nicaragua, la mayoría de los medios de comunicación españoles insisten en la misma matriz mediática, descontextualizando imágenes y contenido. Esto responde a un intento por dar oxígeno a manifestaciones claramente ya caducas y extintas. La cobertura a las marchas masivas en apoyo al gobierno, la reactivación de la economía y el turismo, las políticas de resarcimiento de los daños a las víctimas, junto a la aplicación de la justicia, contra cobardes asesinatos de parte del terrorismo golpista, es perversamente ignorado.
Es tal la maquinaria mundial de manipulación que, sin aspavientos recientemente CNN en español en su web oficial publicó una foto de una manifestación de apoyo al gobierno y al FSLN, con el titular de que “en Nicaragua continuaban las protestas contra el gobierno”. A día de hoy la CNN no ha publicado una rectificación –y ni la va a publicar-.
Por su parte el diario El País selecciona con mucho cuidado los verbos y adjetivos para las víctimas, a los policías y militantes o simpatizantes del FSLN asesinados los cataloga simplemente de “muertes”; en su coloquio periodístico, en la misma noticia donde informa que un policía fue asesinado con arma de fuego, insiste en el relato de que la “población” se defendía con cacerolas y cucharones, como si las cacerolas pacificas fueran capaz de disparar balas.
Es el día de hoy y el diario El País mantiene una noticia falsa del 5 de julio con el titular escandaloso “Quemados con ácido por protestar contra Ortega”, ningún otro medio internacional se atrevió a publicar tal calumnia, sin embargo, ahí está.
Es criminal como informan los medios de comunicación, lo que están haciendo es mentir descaradamente para provocar el odio de la población en general hacia un país que solo desea vivir en paz, como Nicaragua, presentándolo como una dictadura terrible y de esta forma justificar cualquier tipo de agresión del imperio y las élites de la derecha.
Con las mentiras sobre los sucesos en Nicaragua, los medios de comunicación demuestran una vez más que solo sirven a los intereses del Capitalismo y del Imperio, no son más que otra herramienta –y muy poderosa- para mantener su hegemonía.
Analista política e Investigadora española, integrante de la plataforma de Solidaridad con Nicaragua y el FSLN (*)
Por Mari Carmen Domínguez (*)/Economíadehoy.es
http://www.radiolaprimerisima.com/blogs/1980/