Arabia Saudí obligó al premier libanés, Saad Hariri, a renunciar porque se negaba a luchar contra Hezbolá y desestabilizar El Líbano, informó Reuters.
De acuerdo con fuentes cercanas a Hariri, citadas el sábado de manera anónima por la agencia de noticias británica Reuters, el régimen de Riad redactó la renuncia de Hariri, buscando reemplazarlo con su hermano mayor, Bahaa.
De hecho, el reino árabe llegó a la conclusión de que Saad no estaba interesado en hacer frente al Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá), por eso le obligó a dejar su cargo.
Saad hizo escala el pasado 3 de noviembre en Riad, la capital saudí, y un día después dio a conocer desde allí su renuncia por sorpresa, alegando que había un plan para asesinarlo en El Líbano.
Las fuentes comentaron a Reuters que Hariri, antes de viajar al reino árabe, había dicho a sus ministros que reanudaría sus labores el pasado lunes (6 de noviembre) tras terminar su viaje. También, había adelantado que tenía previsto encontrarse el domingo pasado con el presidente egipcio, Abdel Fatah al-Sisi, en el balnerario de Sharm el-Sheij, en el mar Rojo.
Según las fuentes, Saad recibió una llamada de las autoridades saudíes para sostener un encuentro con el príncipe heredero saudí, Mohamad bin Salman. Cuatro horas después, los saudíes le entregaron su discurso de renuncia para que lo leyera en la televisión, agregaron.
Lo que sucedió en esas reuniones, creo que (Hariri) reveló su postura hacia Hezbolá en El Líbano, que la confrontación desestabilizaría el país. Creo que (a los saudíes) no les gustó lo que escucharon”, señalaron las cercanas al premier libanés, Saad Hariri.
Indicaron que Hariri había urgido la necesidad de mantener buenas relaciones con Hezbolá por el bien y la estabilidad de El Líbano. “Lo que sucedió en esas reuniones, creo que (Hariri) reveló su postura hacia Hezbolá en El Líbano, que la confrontación desestabilizaría el país. Creo que (a los saudíes) no les gustó lo que escucharon”, señalaron las fuentes.
El Gobierno de Beirut cuestiona ampliamente la renuncia de Hariri. El pasado lunes, el presidente del país, Michel Aoun, afirmó que no se pronunciaría sobre si acepta o no la decisión de Hariri hasta que se confirmase que su renuncia fue “voluntaria”.
Las autoridades libanesas, además, acusan a los saudíes de haber retenido a Hariri. Aoun ha dado una semana para que Riad facilite la vuelta de Hariri al país, tal y como informaron los medios locales.