Al término de su reunión con el mandatario argentino, Mauricio Macri, Trump expresó: "Venezuela es un desatre. Veremos qué ocurre", dijo citado por EFE.
La declaración se dio un día después de que Caracas anunciara su decisión de iniciar el proceso de denuncia de la Carta de la OEA, que tardará dos años, para desincorporarse definitivamente del mecanismo interamericano, por considerar que se ha convertido en una herramienta para la injerencia en sus asuntos internos.
No es la primera vez que Trump hace alusión a Venezuela luego de reunirse con algún mandatario latinoamericano. Hace casi dos meses, en el contexto de su primer encuentro con el presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, el inquilino de la Casa Blanca dijo que el gobierno del presidente Nicolás Maduro lo estaba "haciendo muy mal".
Los dimes y diretes entre Caracas y Washington no son nuevos, sin embargo, han ido en escalada en las últimas semanas; a esta realidad también se suman las fricciones con el gobierno argentino.
El miércoles, la canciller venezolana, Delcy Rodríguez, acusó a Buenos Aires de querer -en el seno de la OEA- aislar a su país para "llevar una ofrenda a su amo imperial", en referencia implícita a la reunión que sostendrían hoy Trump y Macri.
Este jueves, Macri también arremetió contra el gobierno del presidente Nicolás Maduro. Desde el Centro de Estudios Estratégicos Internacionales (CSIS) de Washington, luego de verse con Trump, el mandatario argentino aseguró que Venezuela "no es una democracia", dijo citado por El Nacional. Buenos Aires es uno de los más acérrimos impulsores del acorralamiento político a Venezuela en la OEA.
Sin embargo, Caracas ha optado por denunciar al ente interamericano y convocar a la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) para discutir sobre su situación política, sin la presencia de EE.UU. y Canadá, en un encuentro que se realizará el próximo 2 de mayo en El Salvador.
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