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Letonia pone la svástica nazi en las plazas y calles


Letonia que, como los demás países bálticos, ha vuelto al III Reich desde que se integró en la Unión Europea, vive una verdadera orgía fascista.
Es casi como España, con sus desfiles y toda su parafernalia. No puede extrañar que desde la entrada en la Unión (Europea) y la salida de la otra Unión (la Soviética) se sientan tan felices. Los veteranos de las SS han empezado a cobrar su pensión, mientras los del Ejército Rojo han perdido la suya.

Es posible que todo sea culpa nuestra, que vemos fantasmas donde no los hay, pero nos parece que el adorno que el ayuntamiento ha puesto en un parque de Riga no es otra cosa que una cruz gamada. Quizá se hayan aficionado a la simbología indoeuropea o a las viejas rinas vikingas, es decir, que no sean nazis sino que tengan las mismas aficiones simbólicas que ellos…

Todo puede pasar, sobre todo si la sensibilidad está a flor de piel, pero vean: en 2013 el equipo de hockey sobre hielo Dínamo de Riga también dibujó una svástica aprovechando un baile tradicional durante un partido contra un equipo… ruso.

Ante la proliferación de simbología nazi por las calles de Riga, los turistas se han sorprendido y los vecinos han protestado con mensajes a los medios de comunicación: no es una buena idea llevar a los niños a jugar a un parque presidido por la svástica.

 ¿O deben acostumbrarles desde el principio a convivir con al simbología nazi?, ¿a normalizarla?

El alcalde la Riga, Nils Usakovs, ya ha dicho que a pesar de las protestas no va a quitar los símbolos del parque. En la residencia oficial del presidente de Letonia, Raimonds Vejonis, han cortado el césped para dibujar la svástica sobre él y los gabinetes de imagen tuvieron que redactar sibilinas notas de prensa acerca de que se trata de un símbolo pagano, que antiguamente simbolizaba la vitalidad y la felicidad.

Más o menos es lo que dice el PP en España: es mejor dejar los símbolos franquistas tal y como están porque forman arte de “nuestra” historia.

 O sea, que ellos no tienen otra historia que la franquista.

Los desfiles nazis, convocados por el “Club 415”, también son otra tradición histórica en Letonia, lo mismo que los campos de concentración, donde incineraron a polacos, a rusos, a judíos… a todos los que no eran nazis. 

No deberíamos extrañarnos si dentro de poco en aquellos lugares alguien organiza una para que las tradiciones nacionales de los hornos crematorios no se pierdan.

Letonia fue el país donde se cometieron la peores matanzas de toda Europa. 

De los 85.000 judíos que había en 1941, cuando se retiró el Ejército Rojo, sólo encontraron vivos a 500 a su regreso. La ciudad de Rumbola se convirtió en el símbolo de la masacre. 

En dos semanas 30.000 judíos fueron llevados al ghetto de Riga, alineados delante de las fosas y acribillados por las metralletas.

Esos que hoy el gobierno de Letonia considera “héroes”, fueron los que apretaron el gatillo.


https://diario-octubre.com/union-europea-letonia-pone-la-svastica-nazi-en-las-plazas-y-calles/

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