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¿Por qué están tan histéricos los políticos y medios españoles con la victoria de Trump?


Estas últimas horas, desde la victoria de Donald Trump en EEUU, hemos asistido a un espectáculo mediático realmente llamativo en los medios de comunicación españoles: un estado de histeria colectiva como hemos visto pocas veces.

Por lo visto, la victoria de Donald Trump, ha caído como un jarro de agua fría en el establishment español, especialmente entre las élites políticas y sus esbirros de los grandes medios de comunicación.



Hemos asistido a ataques de histeria por parte de periodistas, tertulianos y popes de la comunicación españoles, muchos de ellos conservadores; y también entre políticos, entre los que queremos destacar a Alberto Rivera de Ciudadanos, al cual hemos visto casi con los ojos fuera de las órbitas (¿exceso de estímulo vía nasal?), despotricando de Donald Trump y utilizándolo patéticamente para atacar a sus rivales políticos de Podemos. 

Durante horas hemos asistido a una oleada de ataques contra Trump por parte de los medios, donde solo les ha faltado insultarlo directamente y en el que se le ha echado porquería suficiente como para abonar todos los campos del país.

En algunos momentos, hasta parecía algo personal.

Y la pregunta que nos hacemos es: ¿a qué viene este estado de histeria colectiva en el establishment español, incluídos los partidos conservadores y los medios de comunicación?



El Nobel de Literatura Vargas Llosa, nacionalizado español en 1993, añadió su granito de bilis a la demonización del entonces candidato y hoy presidente electo

A estas alturas, intuímos que este rechazo visceral, no tiene nada que ver con el mensaje racista, xenófobo o insultante de Trump, aunque utilicen estos argumentos para justificar su histeria.

Así pues, ¿a qué viene tanta histeria?

Como bien sabrán los lectores, nosotros mismos hemos criticado con vehemencia lo que creemos que representa la victoria de Trump, porque de hecho, consideramos que es una victoria orquestada por las propias élites con alguna función concreta.

Es decir, no nos creemos ni una palabra de ese argumento que nos ha tratado de vender a Trump como una figura “anti-establishment”, o “anti-sistema”.

Creemos que esa imagen de Trump, es una patraña para engañar a la población y de hecho consideramos un insulto a la inteligencia que se considere a un multimillonario elitista, como ejemplo de “anti-sistema”. 



Esta tomadura de pelo es lo que nos enfada y nos indigna y lo hemos expuesto claramente en anteriores artículos. 

En resumen: lo que nos cabrea es que no sea realmente un anti-sistema. 

Sin embargo, la reacción del establishment español, la consideramos impropia de su posición; y sobretodo la consideramos exagerada. 

Hemos visto auténticos nervios y un nivel de estupor, incredulidad y sorpresa, propios de alguien que no valoraba la victoria de Trump como una posibilidad real. 

Y eso nos llama especialmente la atención, puesto que si leemos entre líneas, veremos que en otros países de la Unión Europea, las élites políticas sí parecían estar preparadas para esta eventualidad. 

De hecho, parece como si en otros países, supieran que iba a ganar Trump desde hace muchos meses. 



Y eso nos lleva a intuir que no todos los gobiernos y élites de cada país disponen de la misma información. 

Por ejemplo, recordemos que en países como Francia, Holanda o Alemania llevan meses preparándose para crear un ejército propio de la UE, aparte de la OTAN; y recordemos que la creación de ese ejército unido europeo fue uno de los motivos que los partidarios del Brexit esgrimieron como argumento para separarse de la UE.

Por lo tanto, es como si países como Alemania, Francia o Holanda, supieran desde hace bastantes meses, que llegaría al poder alguien como Trump dispuesto a desmembrar la OTAN y se estuvieran preparando para ello. 

Y lo estuvieron haciendo, desde mucho antes de que ni tan solo Trump se presentara como candidato.

Así pues, ¿lo sabían de antemano?



Tengamos en cuenta, que los gobiernos de estos mismos países (especialmente Francia y Alemania), han puesto palos en las ruedas varias veces durante las negociaciones del tratado comercial TTIP (Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión) entre la UE y EEUU, provocando oportunos retrasos y parones en la negociaciones, algo a lo que han llegado a contribuir regiones de Bélgica como Valonia. 

Aunque ahora culpen a EEUU de no cerrar el trato (cabe destacar no obstante, que EEUU ha actuado con un elevado nivel de prepotencia, aunque eso ya es lo normal, ¿no?)

El hecho es que parece como si supieran que el tratado impulsado bajo el mandato Obama, no iba a poder implementarse de momento, y estuvieran ganando tiempo. 

En cambio, todo apunta a que las élites políticas españolas, no tenían ni puñetera idea de lo que realmente sucedía.



Eso explicaría que en España haya caído como un jarro de agua fría la victoria de Trump.

Y destaca al respecto, la reacción de los medios de comunicación más próximos al establishment, muchos de ellos conservadores, que han entrado en estado de histeria exagerado, así como políticos como Alberto Rivera de Ciudadanos.

Fíjense ustedes, que la gente de Podemos, por poner un ejemplo, y que están en las antípodas ideológicas de Trump, no han reaccionado con tanta histeria. 

En todo caso, se han enfadado cuando los conservadores y basura afín les han tratado de identificar absurdamente con la figura de Trump, tildándolos de “populistas”. 

Y he aquí un detalle que queremos destacar: los más histéricos con la victoria de Trump son los partidarios del TTIP, es decir, Ciudadanos, PP y PSOE. Especialmente la gente de Ciudadanos, el partido creado ex profeso para defender los intereses de las grandes empresas españolas del IBEX-35 y de los bancos. 



Y eso nos lleva a preguntarnos: ¿Existe la posibilidad de que la llegada de Trump y su más que posible destrucción del TTIP, hayan echado al traste suculentos negocios, muchas veces personales, para las élites políticas españolas y sus esbirros?

El TTIP representa la privatización de los bienes públicos en los países europeos; y los políticos de todos los países que están negociando los flecos del acuerdo en Europa, actuan como lobbystas a sueldo de las grandes corporaciones, que con toda probabilidad, les habrán prometido suculentos beneficios y puestos bien remunerados si firman el tratado y defienden sus intereses al realizar el acuerdo. 

Además, una vez firmado el TTIP, los políticos de los grandes partidos representados en las altas instancias europeas y que intervienen en las negociaciones, podrán seguir ejerciendo de lobbystas para favorecer los intereses de todas esas multinacionales dispuestas a comprar sus servicios, al amparo del tratado comercial. 



En definitiva: el TTIP era el robo del siglo por parte del establishment político ladrón de España, encarnado por los principales partidos: PP, PSOE y Ciudadanos (y nacionalistas neo-liberales de CIU y PNV), dispuestos a vender su patria a cambio de cuatro perras a los intereses de las transnacionales. 

Era la gran mordida que esta panda de ladrones podían realizar. 

El robo de sus vidas, una oportunidad que solo se presenta cada 10 generaciones. 

Y los medios de masas afines a ellos, también iban a mojar de este inmenso negocio de corrupción institucionalizada, cuya magnitud sería incalculable, pues podrían vender sus servicios de propaganda mediática para justificar cualquier medida empredida por las corporaciones y los esbirros políticos comprados. 

¿Que una corporación quiere realizar prácticas de fracking en una región concreta?

 Pues pagando, no solo recibiría el apoyo del político local de turno que daría su visto bueno y su aval, sino que podría comprar los servicios del medio de comunicación afín para que realizara la consiguiente campaña de propaganda y justificación de dichas prácticas. 



Para eso están los grandes medios de comunicación. Para vender su influencia mediática a cambio de dinero. Como un alquiler de un espacio de propaganda, o contratar una campaña publicitaria encubierta. 

Esta caterva de políticos ladrones y medios de comunicación se iban a poner las botas. 

Y gracias al propio TTIP, nadie podría denunciar nada de lo sucedido, porque los intereses de las transnacionales, estarían blindados. 

Pero resulta que la llegada de Trump y sus políticas proteccionistas, posiblemente, les ha reventado el negocio.

Además, es muy posible que la política proteccionista de Trump, signifique erigir barreras a las grandes constructoras y bancos españoles en EEUU, así como en América Latina, a la que muy posiblemente, Trump intentará convertir de nuevo en su patio trasero, expulsando a la competencia para favorecer solo los intereses de las élites norteamericanas.



Por lo tanto, el prejuicio para las élites españolas por la victoria de Trump, quizás sea doble; y posiblemente, esa sea la razón de esta reacción exagerada, extemporánea y imprudente en España. Imprudente, porque Trump es el presidente de EEUU y no es muy inteligente ir tratándole como si fuera un monstruo.

 Eso, tarde o temprano se te vuelve en contra, y más si tratas con un personaje con tan poca cintura diplomática como ese memo egocéntrico y narcisista.

Así, pues, no creemos que al establishment local les moleste lo que dice o hace Trump, ni sus declaraciones discutibles. 

Al fin y al cabo, no les molesta que en Arabia Saudita se ejecute a la gente o se maltrate a las mujeres: el propio establishment nacional aplaude cuando el rey de España va a lamerle el culo a los criminales monarcas árabes. 

Por lo tanto, deducimos que a este establishment español lo que le joroba es que la victoria de Trump les ha reventado el mangoneo del siglo; y no solo el de los políticos implicados ahora, sino el de sus partidos y futuros miembros políticos. 



El TTIP era un esquema de corrupción institucionalizada a largo plazo, que ahora se irá al traste y dará pie a otros modelos de corrupción en el que este establishment español no está invitado. 

Es pues, un asunto de corrupción particular, y quizás por eso, algunas personas tienen un nivel de resentimiento que parece personal. 


Publicado por posesodegerasa e

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