El pasado 13 de octubre el mundillo literario fue tomado por sorpresa.
La Academia Sueca anunciaba que otorgaba el Nobel de Literatura 2016 a Robert Allen Zimmerman, mejor conocido como Bob Dylan (Estados Unidos, 1941) por “haber creado una nueva expresión poética dentro de la gran tradición de la canción americana”.
El anuncio de laudo sueco tomó por sorpresa a muchos, entre los que me incluyo.
Los Nobel suelen ser otorgados en vida de los laureados, bien sea por su actividad pasada o presente, o bien por su actividad pasada y presente.
Pero con Dylan la sorpresa no vino por estar muerto, vino porque para muchos las letras de sus canciones no son literatura, o porque, tan simple como sencillo, las letras de las canciones de un canta-autor no son literatura, son música, y música es música.
Pero los suecos, nos cambiaron las reglas del juego en pleno juego.
El Nobel en Literatura 2016 a Dylan me recordó a Catalino “Tite” Curet Alonso (Puerto Rico, 1926-2003).
Conocí de Curet Alonso por medio de La Lupe, Cheo Feliciano, Ismael Rivera, Rubén Blades, Willie Colón y Héctor Lavoe, entre otros.
Reconozco que me gozo su repertorio, pero que soy malísimo bailándolo.
También le conocí por ser una de Las 100 caras del milenio (2000), según el diario español ABC.
Tal reconocimiento internacional no era para menos, pues don Tite había sido piedra angular en la transformación del Son cubano en Salsa, más que puertorriqueña, caribeña.
Siendo estudiante del Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe (CEAPRC), tuve la oportunidad de compartir junto a él y su entonces compañera de ruta, Norma Salazar Rivera (fallecida en el 2014).
Salazar no sólo estuvo consciente de al lado de con que caballero andaba, sino que hizo de su obra lírica objeto de estudio avanzado.
Doña Norma defendió su tesis de Maestría Artes con concentración en Historia y Estudios Puertorriqueños y del Caribe en el 2006, intitulada: “Análisis temático de la lírica en las composiciones de Tite Curet Alonso”.
Entonces, cuando conocí a don Tite, contrario a lo que otros con su trayectoria serían, Curet Alonso solía ser un hombre humilde, pero también un negro orgulloso de su sabrosa negrura.
Así lo reflejaba en su diario vestir cuando solía sentarse a tomar la brisa y observar los niños jugar en un banco de la Plaza de Armas del Viejo San Juan (Puerto Rico).
Era mucha la gente que se sorprendía de verlo allí, como siempre, en silencio, sonriente, con su repique por dentro, con su mirada dulce y afable, y, sí, al margen del Estado colonial.
En ese mismo banco, luego de su fallecimiento, quedó para todos los visitantes del Viejo San Juan, inmortalizado por su pueblo, el que hizo suya “las caras lindas de mi gente negra”.
A propósito del Nobel en Literatura concedido a Dylan, compartí la nota que sigue con uno que otro escritor o investigador relacionado a los temas de la historia, la cultura, la música y la literatura puertorriqueña y caribeña.
Les comparto la nota, la cual contiene una serie de preguntas, y también sus respuestas.
A todos los que me dieron una respuesta, gracias; a quienes en esta ocasión no pudieron darle, será en otra. Seguimos vida, que la muerte es mentira.
Los que aceptaron el reto, en esta ocasión, son: Daniel Torres Rodríguez, Marioantonio Rosa, Juan Duchesne Winter, José Raúl Gallego González Rodríguez, Héctor Sepúlveda Rodríguez y Juan Otero Garabís.
1.1 Wilkins Román Samot - Si Puerto Rico es Salsa, como nos presentó el Estado colonial al Mundo en la Feria de Sevilla en 1990, lo es, sobre todo, por la letra de las canciones de Catalino “Tite” Curet Alonso.
¿Por qué no peticionar póstumamente el Nobel en Literatura para don Tite?
¿Por qué no pensar en grande aquel repertorio de caribes que nos dio a conocer como nación antes que como país en todo el Mundo?
¿Por qué no ponerle ritmo, sabor y control tropical al Nobel de Literatura con un Belén para don Tite?
1.2 Daniel Torres Rodríguez – No sólo el gran Tite Curet Alonso es merecedor del Nobel de Literatura si seguimos los parámetros de la Academia Sueca, sino también lo pudieron ser en su momento Puchi Balseiro, Sylvia Rexach, Rafael Hernández, Pedro Flores y otros poetas compositores boricuas como El Topo. Y salvando todas las distancias, por canciones como “Latinoamérica” de Calle 13. Tite con “La Tirana” y “Puro teatro”, inmortalizadas por La Lupe y en el cine español por Pedro Almodóvar, son verdaderos poemas de amor. […] […] Me refería a que Calle 13 podría ser considerado por canciones como “Latinoamérica”.
1.3 Marioantonio Rosa – Bob Dylan con su relámpago de décadas ha iniciado la posibilidad; el compositor como poeta de la vida, sus detonantes, su luna psicológica, su circunstancia.
¿Por qué no Tite Curet Alonso? “Marejada Feliz, vuelve y pasa por mí, aun yo digo que sí, que todavía pienso en ti...” grande, como poema, grande esa fusión hombre-mar-amor, grande la metáfora del mar, rico de vértigo y el pecho enamorado dispuesto a recibirse, nada que envidiarle a Dylan.
El compositor siempre fue poeta; Agustín Lara dentro de su diadema personal de poesía echaba su “Noche tibia y callada de Veracruz, cuento de pescadores, que arrulla el mar” y conquistó el mundo, Tite lo hizo en su Himno Caribe, centelleando versos, repicados en tambor, y ritmo sublime, porque en algún lugar más luminoso que el universo, la Salsa embulle gloria, alma, pueblo, sentimiento...y Tite, su apóstol...
Tite Curet Alonso, es mundo, y con Dylan el culto a la canción, no tiene resistencia. ¡Vamos al Nobel con sabor a Caribe!
1.4 Juan Duchesne Winter – El premio Nobel se otorga a autores con posible impacto mundial. Hay todo tipo de gustos. Algunos son más mundiales, otros son más bien locales o regionales.
Todo eso es relativo.
Un autor mundialmente conocido puede impactar poco en la vida de una persona, mientras un autor local le puede cambiar la vida.
Así que lo importante es que te guste a ti, no al jurado de un premio X.
1.5 José Raúl “Gallego” González Rodríguez -
Sin duda alguna que el premió a Dylan abre la posibilidad.
La obra musical de Tite (interpretada x la gran mayoría de los exponentes del género de la Salsa, o mejor decir: interpretada x los mejores del género, la “cream de la cream”) es sin duda a equivocarme uno de los catálogos más grandes y exitosos cometido x cualquier algún otro compositor de música tropical (como la catalogan los académicos).
Tite plasmó la vida y los contratiempos del corazón humano, creando un universo de historias que jamás caducarán... y que son precisamente eso: historias universales.
Ya Matos Paoli tuvo su turno al bate... no tengo dudas que si a Tite lo colocaran en la alineación... y le tocase algún día consumir su turno al bate... la saca del parque (tomando en cuenta siempre los milagros y misterios de un jurado en Estocolmo y sus criterios).
Antes de esto y después de todo, no importa si alguna mañana de esas en Noruega… en el futuro; claro está: Un jurado decide darle el Nobel a Tite.
Yo pienso en Tite y en el monstruo de su obra, y sin que me quede Ná’ x dentro: ¡Si se lo dieron a Dylan que se lo den a Tite no es ná...! (Es cool el eslogan de Puerto Rico es Salsa… but si more tan that).
1.6. Héctor Sepúlveda Rodríguez – Hace unos 20 años o algo así, Marcelino Canino decía que había canciones más poéticas que muchos poemas y, por tanto, había compositores más poetas que muchos poetas. Me sorprendió esa aseveración de un literato y crítico respetado como Canino y me interesé por repensar el proceso creativo del poeta vis a vis con el del compositor.
Claro, no sin dejar de lado, el objetivo final que se persigue de ambos creadores y los públicos a los cuales se dirigen. Además, cómo esos textos de ambos creadores llegan a ser apropiados por las mayorías, de manera que su consumo le convierten en iconos de la cotidianidad.
Me parece que el compositor tiene una ventaja porque sospecho que su proceso creativo tiene como objetivo principal la presentación de su obra ante el público y sus gustos y por tanto no escoge crear en la soledad íntima de las metáforas o sus malabares lingüísticos en los que crea el poeta.
Pienso más o menos en lo que piensas. Tite Curet fue mucho más poeta que muchos de nosotros y sus letras fueron apropiadas, más que las de cualesquiera de los poetas que hemos tenido, desde Vidarte hasta Corretjer. Y, en última instancia eso es lo que inmortaliza a la poesía y sus bardos; la apropiación que hacen las culturas populares de sus textos. (No sé si te contesto).
1.7 Juan Otero Garabís - ¿Un Nobel para Tite? Para ser sincero, me importan poco los premios Nobel. No porque tenga objeciones de las intenciones, ni porque tendría que pasar juicio sobre ciertos premios de economía y de la paz que han otorgado, sino porque para mí como ciudadano colonial, caribeño y latinoamericano no me interesa la idea de necesitar, mucho menos peticionar, reconocimientos europeos.
Es simple, el Nobel se lo dieron a García Márquez, pero no a Borges y quién es ese grupo de la Academia para establecer la distinción. Catalino Curet Alonso, como Bob Dylan y muchos otros, no necesita premios de las academias que intentan lavar su centenario clasismo, racismo, etc.
Más que abogar porque se le reconozca en Suecia, a Tite hay que darlo a conocer a la juventud en Puerto Rico y el Caribe.
Escuchar sus canciones, leer sus columnas y entrevistas, integrarlo a los currículos escolares y universitarios, ese es el mejor Belén con que se le puede honrar.
Wilkins Román Samot, Doctor de la Universidad de Salamanca, donde realizó estudios avanzados en Antropología Social y Derecho Constitucional.
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