No transcurrieron las primeras 24 horas de la entrada en vigencia del cese bilateral y definitivo del fuego entre las Farc y el Estado, cuando la estrategia paramilitar de la extrema derecha hizo sentir su rechazo a la paz.
Cinco líderes sociales fueron asesinados por paramilitares, sicarios estos de la extrema derecha, antes de que se extinguiera el primer día de paz.
En el Cauca fueron asesinados los líderes Nereo Meneses, Joel Meneses y Ariel Sotelo, mientras que las otras dos víctimas fueron asesinadas en Nariño y fueron identificadas como Alberto Pascal y Luciano Pascal, ambos de la comunidad indígena Awá. Joel Meneses fue uno de los fundadores del Comité de Integración del Macizo Colombiano, CIMA.
Estos hechos violentos hacen recordar las amenazas de Uribe cuando advirtió el pasado 10 de junio desde Soledad, Atlántico, que "Con este proceso de paz se generará más violencia".
Ejércitos antirrestitución en la marcha uribista del 2 de abril de 2016. Foto: Internet.
Así mismo, cuando el presidente Santos firmó la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras en junio de 2011, inmediatamente Álvaro Uribe se pronunció en contra y amenazó con que:
“Esta política traerá más violencia al campo colombiano por ser una política de hostilidad demagógica contra la gran empresa, discurso político amenazante, desafiante discurso agrarista".
Inmediatamente los paramilitares inundaron de amenazas a los campesinos y organizaciones reclamantes de tierras y hasta surgieron grupos paramilitares directamente con el nombre de “ejército antirrestitución de tierras”.
Al menos han sido asesinados 79 reclamantes de tierras.
http://www.notimundo.in/p/mientras-las-farc-silencian-las-armas.html
