Una pareja sana recibe a su bebé con la misma atención y cuidado de aquellas parejas y madres infectadas por SIDA o Sífilis. Foto: Ladyrene Pérez/ Cubadebate.
La información fue divulgada en los primeros meses del año en curso: “Cuba pudiera ser el primer país del mundo validado por eliminar la sífilis y el VIH/Sida por la vía materno infantil, así lo evalúa una veintena de expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que visita la isla”.
Esa industria natural de seres humanos que son las mujeres, cuando entran en su proceso de “producción” se debilitan, debido a que van cediendo parte de los componentes de su organismo a la formación de una nueva vida, eso lo sabemos todos. Estamos en Cuba, y la embarazada tiene un apoyo especial de atención médica, medicamentos específicos, dietas reforzadas, desde que se conoce su estado de gestación.
Cualquier mujer en edad fértil con una vida sexual activa puede experimentar el milagro de la concepción. En nuestro país la atención de la embarazada desde que se detecta la gravidez es de un seguimiento riguroso, esmerado, pero ¿qué pasa con las gestantes infectadas por una enfermedad que puede contagiar a su bebé?
El trámite es de rutina: confirman el embarazo, vas a tu área de Salud y allí te indican un conjunto de análisis de laboratorio que son comunes a todas las embarazadas, te sientes sana, feliz, y cuando vas a recoger los resultados te dicen: “algo no está bien, estas contagiada de Sífilis o de SIDA”. La pareja, la familia, los amigos, y sobre todo la futura madre, no pueden dar crédito a semejante veredicto. Ahí comienza esta historia.
En Cuba existe desde hace muchos años el Programa Nacional de Prevención de Sífilis congénita, poco a poco fueron sumándose otros padecimientos: todas las ITS (Infecciones de Transmisión Sexual), dos de las cuales: la Sífilis y el VIH SIDA, son transmisibles de madre a hijo, a esto se le llama transmisión vertical.
En estos momentos Cuba exhibe con orgullo cifras mínimas de bebés que llegan a infectarse, hay una tasa de entre 0,2 y 0,5 en el país, y un grupo de centros entre los que está el hospital materno infantil “González Coro”, en Ciudad de La Habana, que tienen cero niños contagiados a través de madres con Sífilis o SIDA.
Cubadebate llegó al Hospital “González Coro” para conocer cómo han podido preservar a tantos niños de tan terribles contagios. El Equipo multidisciplinario que se encarga de esta labor está integrado por un grupo de especialistas entre las que están: Dra. Martha Concepción, dermatóloga; Dra Mirtha Ley, vicedirectora de aseguramiento médico; Dra. Aymeé Festary Casanova, ginecobstetra, Drc. Tania Roy Álvarez, neonátóloga, ambas Máster en Infectología y Enfermedades Tropicales; Dra. Bertha Rodríguez Ansardo, especialista en Nutrición; Dra. Mayra Cristiá, epidemióloga y la Licenciada en Sicología Caridad Mayra Villafranca Cubelas.
Las aguerridas especialistas de “Hospital González Coro”: Dra Mirtha Ley,vicedirectora; Dra. Martha Concepción, Dermatóloga; Licenciada en Sicología Caridad Mayra Villafranca; Licenciada Clara Hechevarría, micriobióloga; Dra. Mayra Cristiá, epidemióloga; Dra. Bertha Rodríguez, nutricionista y Dra. Aymeé Festary, ginecobstetra. Foto: Ladyrene Pérez/ Cubadebate.
Nuestra primera curiosidad: ¿Cómo es posible detener la infección de la madre al bebé?
“Este proceso comienza desde que se detecta el embarazo por parte del Médico de familia. En esa labor intervienen: médico de familia, obstetra, dermatólogo, infectólogo, enfermeras encuestadoras, todo eso es lo que llamamos PAMI (Programa de Atención Materno-infantil). Desde el área de salud se sigue cada caso, nosotros somos quienes culminamos el trabajo. Si se trata de una futura madre infectada el tratamiento al llegar aquí para el parto, requiere de otros cuidados especiales y debe llegar aquí con todo su historial clínico del área de salud, a partir de ahí actuamos”, refiere la Dra. Aymeé Festary.
Una embarazada con serología reactiva, con sífilis, lleva tratamiento junto con su pareja, si no tiene pareja estable, pues se trata de buscar al posible padre y tratarlo.
La Doctora Festary explica: “Que a todas las gestantes se les indican en los tres trimestres del embarazo pruebas de serología y VIH en el área de salud, en caso de que la serología sea positiva al VIH, esa prueba se repite y se realiza otra prueba confirmativa. De ser positiva, a esa paciente se le da un número que será su identificativo permanente, ahí le hacen pruebas y se decide comenzar la terapia retroviral si tiene más de 14 semanas de gestación con seguimiento de carga viral y CD4 cada tres meses, para evaluar el estado inmunológico y virulógico de la gestante.”
A todas las pacientes se les indica tratamiento con antirretrovirales, muchos de los cuales son producidos en Cuba, este medicamento impide la replicación del virus y permite mejorar el sistema inmunológico. Para las gestantes existe un programa que da la atención prenatal en la comunidad, la atención de la gestante con VIH ya está descentralizada y se realiza en sus policlínicos de su área de salud.
“Los esquemas terapéuticos son varios y se le llama triterapia porque son tres medicamentos que actúan bloqueando las diferentes fases de la replicación del virus, aclaro que el virus no se quita, en esta fase se impide la replicación de este virus. A partir de aquí se hace un seguimiento estricto hasta el momento del parto. La paciente con 36 semanas llega al hospital con todo su historial médico y se le programa cesárea alrededor de la 38 y 39 semanas. Si no viene con el documento de carga viral, se le pone un retroviral durante el parto hasta que se pinza el cordón que une el niño con la madre.”, esclarece la Dra. Festary.
El proceso en general es sencillo, lo que para tener éxito es preciso rigurosidad, dedicación, y cumplir con TODOS los requisitos que llevan estos casos. Después del nacimiento se suspende la lactancia y se indica el retroviral por 6 semanas al recién nacido y seguimiento por 2 años en el área de salud y en el Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK).
La manera de enfrentar este tipo de tratamiento depende mucho de la responsabilidad y preparación de la gestante infectada porque “hay pacientes marginales con un ambiente familiar adverso, que protestan, se quejan, pero cuando le hablamos de la infección que puede sufrir su bebé, entienden, comenta la Dra. Caridad Mayra Villafranca, también hay casos de personas que por azares del destino se han infectado, eso de que el SIDA no tiene rostro es muy cierto”
“Los problemas sociales de nuestro país están ahí a la vista de todos, continúa la Dra. Villafranca, pero fue asombroso ver cómo los funcionarios de la OPS que nos evaluaron, dijeron sentirse cómodos porque se les dio la información de una manera transparente, se sorprendieron de poder corroborar todo lo que está plasmado en el informe, salieron gratamente impresionados del conocimiento que tiene la población sobre el tema y eso es gracias a las charlas, al trabajo que han desarrollado las áreas de salud, los médicos de familia, los policlínicos y hasta los medios de comunicación. Fue notable para ellos apreciar que tratamos a las pacientes infectadas con las mismas condiciones y el mismo amor que brindamos a las madres sanas”
Fue desde el año 2011 que se inició este programa preventivo y las cifras, referidas al Hospital González Coro, hablan por sí solas: en 2012 hubo 3 mil 54 nacimientos con 12 gestantes seropositivos de VIH, 9 pacientes infectados de sífilis, y el cero por ciento de transmisión vertical, o sea ningún bebé nació contagiado. En 2013, hubo 3 mil 800 nacimientos, 11 pacientes con VIH, 16 con sífilis, y ningún niño infectado. En 2014, 3 mil 604 nacimientos, 13 con VIH y 20 con sífilis, de nuevo un cero por ciento de recién nacidos enfermos. Estos datos muestran que aun cuando sube la cifra de madres enfermas, el contagio se mantiene en cero.
En este hospital capitalino, ubicado en el Vedado, pudimos ver la rigurosidad con que se lleva la bioética, la seriedad de los informes, historias clínicas y base de datos para poder además de seguir un trabajo científico encomiable, llevar estadísticas médicas y sociales.
Sin embargo todos coincidieron en que la historia comienza en el área de salud, sin una buena labor de médicos de familia y policlínicos, serían imposibles estos éxitos.
El policlínico Bernardo Pose está situado en el municipio de San Miguel del Padrón, atiende la población del Consejo Popular número 2 con 47 mil pacientes, un número mayor de la cantidad de habitantes de todo el municipio Regla.
La edificación del Bernardo Pose es grande y bien acondicionada, pero lo mejor de lo que allí vimos fue la entrega, dedicación y humanismo de médicos y especialistas con quienes compartimos. Allí también tienen cero por ciento de transmisión vertical y por tanto ningún bebé infectado.
Equipo Multidisciplinario del Policlínico Bernardo Pose, en San Miguel del Padrón. Foto: Ladyrene Pérez/ Cubadebate.
La larga explicación que nos dieron acerca de cómo llevan a cabo su Programa de Prevención coincidía exactamente con lo que nos explicaron en el Hospital. Ellos son quienes detectan el embarazo, la infección, siguen la cadena de las parejas, visitan a los posibles infectados y les ofrecen tratamiento. Hacen promoción donde informan sobre la enfermedad, cómo protegerse, y de lo terrible que puede ser esta dolencia.
Dos jóvenes se encargan de hacer el trabajo social de promoción, ellos son: Osmany Pompa y Ángel Oquendo Gómez, quienes conversan con sus contemporáneos, se ubican en las zonas donde hay mayor promiscuidad sexual: los alrededores de la Virgen del Camino y la Vía Blanca. “Allí hay de todo, comenta Osmany, a veces no quieren aceptar los condones que les regalamos, y nos dicen que el SIDA no es nada, y yo me pregunto ¿cómo es posible con tanta información que se da al respecto por todos los medios de comunicación?, y mi respuesta es que hay propagandas que dan una visión negativa, hablo de que muestran a los enfermos de SIDA con rostros sanos con vidas normales y en mi opinión no se da la verdadera cara de la enfermedad. Muchos me dicen en broma y en serio: “Ah, si me da el SIDA me dan mis medicinas, mi dieta y ya”.
María Elena Bernal Rodríguez y Noralvis LLopiz, licenciadas en enfermería del Bernardo Pose, son las enfermeras encuestadoras, van de casa en casa, buscando los enfermos para que sean atendidos. Según cuentan no todo es miel sobre hojuelas, hay barrios y familias que se niegan a escucharlas y ellas como misioneras insisten e insisten hasta vencer, casi siempre.
La Licenciada María Elena Bernal nos explica cómo todos los jueves de 8 am a 12 del día, hacen trabajo de pesquisa y educación a las familias, se les explica la importancia del uso del condón, se les regala el condón y el tratamiento es gratuito, sin embargo hay que hacer una gran labor de convencimiento.
En este municipio existen más de 700 pacientes infectados de SIDA o Sífilis, de ellos 6 embarazadas. En el Policlínico Bernardo Pose radica la consulta de infectología municipal, allí se detectan todos los casos y luego la información y el tratamiento se siguen desde las áreas de salud.
Los números dicen que la cifra de madres infectadas aumenta, allí en la base, en un policlínico fuimos a buscar algunos de los porqués.
“Es preciso conocer el ambiente que rodea a la mayoría de las infectadas: familias disfuncionales, promiscuidad sexual, bajo nivel cultural y todo lo demás que usted imagina y hasta lo que no puede siquiera imaginar, nos contó la licenciad en enfermería Noralvis LLopiz. Existen allí 5 asentamientos ilegales, allí las personas tienen muy baja percepción del riesgo, tal parece que le han perdido el miedo al VIH”.
Sobre las edades de los infectados varían desde un niño de 14 años que desde los 10 años tenía relaciones con hombres, hasta uno de 74 años. Pero en las mujeres la situación puede traducirse en traer al mundo un bebé enfermo, en multiplicar los casos infectados, y un poco abusar de la inversión que hace el Estado cubano no sólo en medicamentos, camas de hospitales, dietas etc., sino en el desgaste de ese grupo abnegado de Médicos, enfermeras, sicólogos, obstetras, neonatologos, promotores de salud, que toman cada caso como suyo, buscando en los barrios bajo el sol o la lluvia, a posibles enfermos , para propiciar la vida sana de tantos niños que quizás nunca conocerán.
En el Policlinico Bernardo Pose las licenciadas en enfermería María Elena Rodríguez y Vitalia Novo, examinan las visitas de un día de trabajo. Foto: Ladyrene Pérez/ Cubadebate.
La Dra Aymeé Festary estudia los nuevos casos con la Licenciada en Sicología Caridad Mayra Villafranca. Foto: Ladyrene Pérez/ Cubadebate.
Los promotores Osmany Pompa y Ángel Oquendo preparan sus materiales para informar a los jóvenes. Foto: Ladyrene Pérez/ Cubadebate.
Los medicamentos indicados son, en su mayoría, producidos en Cuba. Foto: Ladyrene Pérez/ Cubadebate.