Los neocon estadounidenses, un grupo sionista que desempeñó un papel relevante durante la Administración de Ronald Reagan y especialmente de George W. Bush, y que proceden de un grupúsculo troskista creado alrededor de la revista Commentary y contratado por la CIA para luchar contra la Unión Soviética, están irritados por el ascenso político de Trump, que parece haberse convertido ya en el candidato más probable del Partido Republicano para las elecciones presidenciales de este año.
Los neocon sionistas habían apostado desde el principio por Marco Rubio, el senador que luchó contra la aprobación del acuerdo nuclear con Irán y prometió derogarlo si llegaba al poder. Sin embargo, Rubio ha demostrado ser una decepción. Él ha quedado el tercero en casi todas las elecciones celebradas hasta ahora en los estados y sólo ha logrado imponerse en Minnesota. Peor aún, todas las encuestas anticipan un notable triunfo de Trump en Florida, el estado natal de Rubio.
Los neocon acaban de publicar ahora una carta abierta contra la candidatura de Donald Trump guiados también por la creencia oportunista de que Hillary Clinton podría vencer a este último. El mensaje de los neocon a los republicanos es que creen una tercera candidatura si Trump gana la convención republicana de Cleveland, que boicoteen esta última o incluso que voten por Clinton.
Uno de los líderes de este grupo, Bill Kristol, director del Weekly Standard, lamentó en una reciente entrevista con la CNN lo que calificó de “pasividad” frente al ascenso de Trump y la achacó a que “muchos de nosotros creímos que la burbuja estallaría, pero después de un tiempo quedó claro que esto no iba a suceder.” Él dijo que la gente necesitaba “movilizarse ahora” contra Trump, que ya dispone de una cuarta parte de los delegados necesarios para la nominación.
Kristol dijo que aún quedan 35 estados por votar, incluyendo algunos de los mayores, y también añadió que varios donantes y líderes del establishment republicano quieren reunir fondos para detener a Trump.
Más pesimista sobre la situación es otro neocon, Charles Krauthammer, también vinculado a The Weekly Standard. Él considera que es ya “demasiado tarde” para detener a Trump tras constatar la tendencia a la victoria de este último en todas las encuestas.
Los neocon detestan a Trump por muchas razones: su rechazo a más guerras en el extranjero, su pretendida promesa de trabajar con Rusia y su nacionalismo político y económico. En todo caso, él no parece el tipo de figura que pueda convertirse en una marioneta suya como fue George W. Bush.
Publicado por Enrique Sierra Mendoza