(SinEmbargo).– En las fosas clandestinas en Iguala hasta el momento se han hallado 28 cuerpos, informó el Procurador de Guerrero, Inaky Blanco Cabrera.
En conferencia de prensa, el Procurador detalló además que los cuerpos fueron rociados con algún líquido inflamable antes de ser enterrados.
Los cuerpos encontrados algunos están completos y otros fragmentados.
El funcionario al ser cuestionado si los cuerpos se tratan de los 43 normalistas desaparecidos, precisó que buscará tener la absoluta certeza de los resultados periciales.
La identidad de los cuerpos será revelada en un perdido de entre 15 días a dos meses, tiempo en el que tardarán las pruebas de ADN. Blanco Cabrera detalló que se dio con la ubicación de las fosas debido a los testimonios de los más de 30 detenidos por el caso, de los cuales 22 son policías municipales.
Informó también que la fiscalía promoverá un juicio de procedencia ante el Congreso local contra José Luis Abarca, Edil con licencia de Iguala, para remover el fuero que lo protege y que pueda dar cuenta de su participación en los ataques en la entidad.
El Procurador agregó que existe una orden de aprehensión contra el director de Seguridad Pública de Iguala, Francisco Salgado, quien al parecer dio la orden de detener a los estudiantes la noche del viernes 26 de septiembre.
http://www.sinembargo.mx/05-10-2014/1135755.
HALLAN LOS CUERPOS DE LOS ESTUDIANTES DE GUERRERO QUE ESTABAN DESAPARECIDOS.
Los quemaron vivos
Como hace 46 años en Tlatelolco, ahora se confirma que los estudiantes normalistas de Guerrero que estaban desaparecidos fueron asesinados
POLICIAS MUNICIPALES LOS TORTURARON Y LUEGO LOS QUEMARON VIVOS
Estarían involucrado el Alcalde de Iguala y grupos armados de los narcos
El descubrimiento desencadena ataques con cócteles molotov a la casa del Gobernador
El descubrimiento de las fosas ha sido un golpe para padres y compañeros de los desaparecidos. Los intentos para calmarles apenas han servido.
La casa del gobernador, Ángel Aguirre, cuyo papel es cada vez más cuestionado, fue atacado por la noche con cócteles molotov.
Todas las escuelas normales rurales de México se declararon en huelga en solidaridad con sus compañeros de Ayotzinapa.
El temor a que los normalistas, un grupo estudiantil de extracción campesina, muy organizado y tradicional semillero de guerrilleros, desencadenen una ola de violencia mayor llevó al gobernador a pedir públicamente tranquilidad:
“Hago un llamado a mantener la concordia y evitar por todos los cauces la violencia, hoy como nunca se requiere de la unidad de todos, sería lamentable que alguien sacara provecho político”.
El destino de los desaparecidos en Iguala se ha convertido en una incógnita de magnitud nacional.
La salvaje violencia policial ejercida contra los normalistas por apoderarse de tres autobuses y la intervención de sicarios junto a agentes municipales han destapado la descomposición de Guerrero.
Con casi tres millones y medio de habitantes, es el estado con la mayor tasa de homicidios de México y campo de batalla de cuatro organizaciones criminales.
En el caso de Iguala, el control está en manos de Guerreros Unidos, una sanguinaria organización surgida de las cenizas del cartel de Arturo Beltrán Leyva, el Jefe de Jefes.
La detención de 22 policías municipales por su implicación en las muertes no ha frenado el escándalo.
El alcalde de Iguala, José Luis Abarca, acusado de estar conectado con el narcotráfico, se ha dado a la fuga en pleno escándalo sin que ninguna autoridad fuera capaz de ponerle las manos encima.
Su secretario de Seguridad, el jefe de los agentes que dispararon a los estudiantes, ha emprendido el mismo camino.
Las investigaciones han determinado que muchos policías detenidos formaban parte de los Guerreros Unidos. Y, aunque algunos sicarios (halcones y gatilleros) han sido detenidos, ningún cabecilla ha caído en manos de la policía.
La dimensión del caso ha llevado a la Procuraduría General de la República, un organismo que depende del presidente, a tomar las riendas de las investigaciones.
El país sigue expectante el resultado de las indagaciones. Nadie duda de que una bomba de relojería se ha puesto en marcha.
