Tres decisiones cruciales de Bill Clinton de inspiración neoconservadora que llevaron a tres crisis fundamentales de nuestra época
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Traducido del francés para Rebelión por Beatriz Morales Bastos
“En 1936 afirmé que el problema no era el pacto de la Sociedad de las Naciones, sino la moralidad internacional [...] La Carta de las Naciones Unidas expresa las más nobles aspiraciones del ser humano: el rechazo del recurso a la fuerza para reglar las diferencias entre Estados, la preservación de los derechos humanos y de las libertades fundamentales para todos, sin distinción de sexo, lengua, raza o religión, la salvaguarda de la paz en el mundo.”
Hailé Sélassié (1892-1975), Discurso ante las Naciones Unidas, 6 de octubre de 1963.
“Al fin y al cabo, la belleza de la Ley Glass-Steagall era su simplicidad: los bancos no debían especular con los depósitos bancarios garantizados por el Estado. Lo puede entender hasta un niño de 6 años […] ”
Luigi Zingales (1963- ), (A Capitalism for the People, 2014).
“Hoy el Congreso de Estados Unidos ha votado actualizar las leyes que han regido los servicios financieros desde la Gran Depresión y sustituirlas por un sistema digno del siglo XXI. […] Esta ley histórica permitirá a las empresas estadounidenses participar plenamente en la nueva economía .”
Lawrence H. Summers (1954- ), Secretario del Tesoro estadounidense, 12 de noviembre de 1999.
“Somos conscientes de que la adhesión de una Alemania unificada a la OTAN suscita cuestiones complejas. Sin embargo, para nosotros hay una cosa segura: la OTAN se expandirá al este.”
Hans-Dietrich Genscher (1927- ), ministro alemán de Asuntos Exteriores (10 de febrero de 1990, al prometer a Rusia de que la OTAN no se iba a extender a Europa del este)
“Creo que es el principio de una nueva Guerra Fría. Creo que poco a poco los rusos van a reaccionar muy negativamente y eso tendrá incidencia en sus políticas.
Creo que es un grave error. No había ninguna razón para que se produjera […]
Esto denota una falta flagrante de comprensión de la historia rusa y de la historia soviética. Por supuesto, habrá una reacción negativa por parte de Rusia y [los partidarios de la expansión de la OTAN] va a decir que se nos había dicho que así es como son los rusos, pero es simplemente falso.”
George F. Kennan (1904-2005), diplomático estadounidense y especialista en Rusia (en 1998, después de que el Senado votara la expansión de la OTAN para incluir Polonia, Hungría y la República Checa)
Un nuevo libro estadounidense alega que las oficinas del presidente Bill Clinton se sometieron a escuchas telefónicas a beneficio del gobierno israelí del primer ministro Benjamin Netanyahou.
El libro también desvela que el primer ministro israelí se pudo servir de registros de conversaciones de Bill Clinton vinculadas a su escándalo sexual en la década de 1990 para persuadirle de liberar a un espía israelí detenido en 1985 y condenado por espionaje en Estados Unidos, Jonathan Pollard.
De hecho, todo indica que estas actividades israelíes de grabación son frecuentes en Estados Unidos (y sin duda en otros países).
Sospecho que estas actividades ilegales y el hecho de que un presidente estadounidense (y otros ministros del gobierno estadounidense) sean sometidos a vigilancia electrónica y a un posible chantaje por un país extranjero no le caerá bien al estadounidense medio y patriótico si esto llega a ser de dominio público.
A esto se suma el reciente descubrimiento de que la CIA , que opera en estrecha colaboración con el Mossad israelí, espió a senadores estadounidenses, violando las leyes estadounidense y su Constitución.
Todo esto nos lleva a mirar con más precisión determinadas decisiones cruciales tomadas por el gobierno Clinton hace unos quince años ya que las consecuencias de estas decisiones siguen estando muy presentes entre nosotros hoy en día.
En efecto, las mechas de tres crisis que siguen ardiendo todavía hoy se encendieron durante el gobierno de Bill Clinton (1992-2000), especialmente durante su segundo mandato (1996-2000). Hay una tendencia a olvidar estas cuestiones ya que se prefiere concentrarse únicamente en la actualidad. Sin embargo, suele ocurrir que lo que hoy está ocurriendo bajo nuestros ojos lleva años gestándose y estalla mucho tiempo después de que quienes lo iniciaron hayan abandonado la escena política.
En realidad, lo que hizo el gobierno de George W. Bush y lo que hace actualmente el de Barack Obama no es sino la continuación de políticas iniciadas por el gobierno de Bill Clinton.
¿Cuáles son esas tres crisis cuyos orígenes se pueden rastrear en las “innovaciones” introducidas por el gobierno Clinton en la década de 1990 ?
1- En primer lugar, está el procedente de Kosovo esgrimido por Clinton para emprender la guerra por motivos “humanitarios ” .
La actual crisis con múltiples guerras en curso actualmente en todo el mundo, en violación directa de la Carta de las Naciones Unidas, tiene su origen en gran parte en el precedente iniciado por Bill Clinton.
La Carta de las Naciones Unidas de 1945 establece solemnemente en su Preámbulo su principal objetivo al afirmar: “Nosotros, los pueblos de las Naciones Unidas, [estamos] resueltos a preservar a las generaciones venideras del flagelo de la guerra […] y para ello “ no se usará la fuerza armada sino en servicio del interés común […]”
Como el actual Secretario General de las Naciones Unidas recordó al mundo en año pasado, según la Carta de las Naciones Unidas, firmada por todos los países miembros, “el uso de la fuerza solo es legal si se hace en un caso de legítima defensa [contra un ataque armado] o con la autorización [oficial] de Consejo de Seguridad de la ONU”.
Eso es lo que dice el derecho internacional.
El Capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas prohíbe formalmente toda guerra que no se emprenda para mantener o restablecer la paz internacional (Artículo 42) o que no se haga en un caso de legítima defensa ya sea individual o colectiva (Artículo 51). No hay excepciones para las “guerras preventivas”, las “llamadas guerras humanitarias” o cualquier otro tipo de guerra de agresión.
No obstante, en 1998 y en 1999 el gobierno demócrata de Bill Clinton decidió unilateralmente implicarse en la guerra de Kosovo que estaba entonces en curso en Yugoslavia sin un mandato explícito del Consejo de Seguridad de la ONU sustituyendo por primera vez la legalidad estricta por un argumento arbitrario y extrajudicial de una legitimidad política por razones “humanitarias” y para salvaguardar los “derechos humanos”.
Esto se hizo sin siquiera una resolución de autorización del Congreso estadounidense y basándose únicamente en la alianza de la OTAN como instrumento de intervención militar (en este caso se trataba de las operaciones aéreas de la OTAN).
La guerra de Kosovo se ha descrito como “la primera guerra basada en valores” y abrió la Caja de Pandora de las guerras facultativas, al margen del marco legal internacional de la Carta de las Naciones Unidas .
Desde el precedente de Kosovo que avala la intervención militar por motivos humanitarios este tipo de guerra de agresión se ha convertido más en una cuestión de voluntad política que de estricta legalidad y los países que intervienen esgrimen diferentes versiones de sus “intereses nacionales”.
En otras palabras, el mundo ha retrocedido a antes de 1945, antes de la creación de las Naciones Unidas cuando los países poderosos podían emprender la guerra siempre que les pareciera que hacerlo iba en beneficio de sus intereses nacionales .
La decisión del gobierno de Bill Clinton de dejar de lado la Carta de las Naciones Unidas en favor de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) aceleró en gran medida la desaparición de las Naciones Unidas como marco legal contra guerra. El mundo es menos seguro ahora que de facto se ha dejado de lado a las Naciones Unidas en su misión fundamental de evitar y detener las guerras .
2- En segundo lugar, la derogación de la Ley Glass-Steagall estadounidense en 1999.
En la década de 1990 los descomunales bancos estadounidenses emprendieron una campaña de presión por valor de 300 millones de dólares para hacer abolir la Ley Glass-Steagall de la época de Roosevelt [1933-1945].
Esta importante ley de 1933 había impedido que los bancos estadounidenses especularan con dinero de los depósitos bancarios garantizado por el Estado y convertido en ilegal toda amalgama entre bancos de negocios especializados en suscripciones arriesgadas de valores inmobiliarios y bancos comerciales habilitados para recibir depósitos públicos garantizados .
Sin embargo, poderosos banqueros estadounidenses, algunos de los cuales desempeñaban puestos importantes dentro del gobierno Clinton, como Robert Rubin, secretario del Tesoro (1995-1999) y antiguo copresidente de 1990 a 1992 del gran banco de negocios estadounidense Goldman Sachs, argumentaban que las cosas habían cambiado y que las limitaciones impuestas por la Ley Glass-Steagall a sus actividades bancarias estaban dificultando su capacidad de “innovar” en los tipos de productos financieros que podían crear y vender a los inversores, no solo estadounidenses sino de todo el mundo, y que, por lo tanto, eso les impedía ser competitivos internacionalmente .
En un principio el gobierno Clinton era reticente a acabar con una ley que había impedido los abusos y las prácticas bancarias depredadoras que precedieron a la G ran Depresión . Sin embargo, después de la enorme presión que se ejerció sobre el gobierno Clinto, tanto interna como externa, el presidente Bill Clinton firmó finalmente la revocación de la Ley Glass-Steagall el 12 de noviembre de 1999 y una nueva ley llamada Gramm-Leach Blileyde los nombres del presidente de la comisión bancaria del Senado (representante de Texas), el presidente del Comité Bancario de la Cámara James Leach (representante de Iowa) y del representante de Virginia Thomas Bliley .
La nueva legislación permitió fusionarse a los bancos comerciales, a los bancos de negocios, a las sociedades de valores inmobiliarios y a las compañías de seguros, pero sin otorgar a la Comisión de Seguridad e Intercambio (SEC, por sus siglas en inglés, el organismo de reglamentación) o a cualquier otro organismo de reglamentación financiera la autoridad para regular las grandes compañías bancarias de negocios .
Los desmesuradamente enormes bancos sin regular y las grandes compañías de seguros utilizaron la recién adquirida libertad para emprender prácticas siguiendo el Esquema de Ponzi , como habían hecho en el pasado y como era de esperar que hicieran.
En efecto, siguieron adelante creando nuevos productos financieros derivados que resultaron ser muy tóxicos y que se convirtieron en una causa importante de la crisis financiera de los llamados “ subprimes ” de 2007-2009.
Lo que sabemos, además, es que la crisis financiera de 2007-2008 ha provocado a las familias estadounidenses pérdidas de ingresos y de patrimonio , además de las ayudas a muchos bancos por valor de billones de dólares, lo que ha provocado una transferencia enorme de riqueza y daños a la economía estadounidense para los años venideros.
3- En tercer lugar, se revocó la promesa hecha por el gobierno Bush I-Baker al primer ministro ruso Gorbachov de no ampliar la OTAN hacia el este.
Como indica la cita del ministro de Exteriores alemán Genscher que encabeza este artículo, está ampliamente aceptado que después de la disolución del Pacto de Varsovia (la alianza militar de la Europa del este) a principios de la década de 1990 y después de la reunificación alemana, se había cuando menos prometido implícitamente que la OTAN no se aprovecharía de la situación para rodear militarmente a Rusia expandiéndose a la Europa del este.
Pero ejemplo, se había informado de que el secretario de Estado James Baker del gobierno de George H. Bush y el ministro de Exteriores alemán Genscher habían acordado tras una reunión el 10 de febrero de 1990 que no habría una expansión de la OTAN hacia el este .
Eso era además lo que creía el entonces presidente de la URSS Mijail Gorbachov cuando afirmaba que había recibido garantías de la OTAN de que no iba a extenderse “ni una pulgada” hacia el este. Anteriormente el entonces embajador estadounidense en Moscú Jack Matlock había confirmado que Moscú había recibido un “compromiso claro” al respecto. Por consiguiente, el error de Gorbachov quizá fue haber confiado demasiado en la palabra de los políticos occidentales en vez de exigir un acuerdo formal.
En todo caso, el compromiso informal de no ampliar la OTAN hacia el este y englobar a los antiguos miembros del Pacto de Varsovia se mantuvo algunos años, es decir, hasta que el presidente Clinton consideró en su campaña electoral de 1996 que le beneficiaba prometer ampliar la OTAN para incluir Polonia, Hungría y Checoslovaquia.
En otras palabras, en 1996 Clinton dejó de cumplir la promesa hecha por su predecesor.
El resto es historia y desde entonces la OTAN se ha transformado de una alianza militar defensiva en una alianza militar ofensiva bajo control estadounidense. Siguió hasta incluir no solo Polonia, Hungría y Checoslovaquia sino también países como Albania, Bulgaria, Croatia, Letonia y Eslovenia, entre otros, con lo que llevó su estructura militar hasta la frontera rusa.
Los recientes intentos de arrastrar a Ucrania a la OTAN no son sino la continuación de una agresiva política de expandir la OTAN y de aislar a Rusia iniciada por el gobierno Clinton a finales de la década de 1990.
Bajo la influencia de los neocon estadounidenses Clinton rechazó la idea de los “dividendos de la paz” que se iba a recoger tras la reducción de los gastos militares debido a la disminución de la amenaza soviética y el final de la Guerra Fría.
Conclusión
El caos global geopolítico que está padeciendo el mundo a principios del siglo XXI, la devastadora crisis financiera de 2008 que ha impuesto unas pérdidas tan fuertes a tantas personas y el amenazador resurgimiento de la Guerra Fría con Rusia tiene todo ello unas causas que se remontan a las decisiones desastrosas y cortas de miras del gobierno Clinton de la década de 1990.
Los fallidos gobiernos posteriores de George W. Bush y de Barack H. Obama se limitaron a seguir el camino abierto durante la era Clinton. Esto es algo que los futuros historiadores tendrán que considerar atentamente para entender el hilo de acontecimientos que crearon el caos aparentemente actual en muchos ámbitos .
Rodrigue Tremblay es un economista internacional y escritor cuyos últimos libros son The Code for Global Ethics , Prometheus Books, 2010 y The New American Empire, Infinity Publishing, 2003.
N.B.: Se puede consultar el blog del dr. Tremblay (en varios idiomas): http://www.thenewamericanempire.com/blog.htm
Para contactar con el autor: rodrigue.tremblay1@gmail.com
N. de la T.: Hemos cotejado también al versión en inglés de este artículo publicada en el blog del autor para hacer la traducción.